Argentina, atentado a mutuales judías. – MUCHO MÁS OSCURO DE LO QUE PARECE

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

El dictamen de los fiscales Alberto Nisman y Marcelo Martínez Burgos, «acusando» a Irán y sus más altas autoridades gubernamentales de ser los autores intelectuales del atentado a la AMIA, constituye un hecho de la mayor gravedad para nuestro país, que abre interrogantes muy inquietantes sobre nuestro futuro.

Nada menos que los diarios La Nación y Página/12 expresan hoy sus fundadas dudas sobre la veracidad de los argumentos de ambos fiscales. A su vez una de las más activas dirigentes de la comunidad judía de la Argentina, Laura Ginsberg, de la Agrupación por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA, ha descalificado con duros términos el dictamen fiscal: (El fiscal Nisman) hace estas declaraciones porque lo pide Estados Unidos, que exige la acusación contra Irán para poner la causa AMIA al servicio de la guerra en Medio Oriente.

Seguramente, quien con mayor precisión y contundencia ha descalificado los dichos de los fiscales, tildándolos de falsos y poco serios, es el sitio web Nueva Sion, cuyo solo nombre denota la calidad de judíos de sus autores. Dice:

a)- Los ocho iraníes ahora acusados ya figuraban en la lista de los 23 funcionarios de la misma nacionalidad cuya captura reclamó el mismo fiscal Alberto Nisman, y que el ex juez Galeano ratificó el 21 de febrero de 2003 enviando el correspondiente pedido a Interpol. La solicitud de captura fue rechazada por Interpol, luego de una audiencia con autoridades argentinas e iraníes realizada en Berlín, dado que el juez y el fiscal citados no pudieron aportar prueba alguna.

b)- Poco antes, el gobierno inglés liberó –por el mismo motivo: falta total de pruebas– al ex embajador iraní en Buenos Aires señor Soleimmanpour, que era uno de los 23 ya citados, y cuya detención había solicitado la Argentina (Nisman y Galeano) a Gran Bretaña.

c)- En ambos casos, Nisman y Galeano habían basado su acusación exclusivamente en informes secretos de la CIA y el Mossad, transmitidos al ingeniero Stiusso, de la SIDE, por un acuerdo entre Miguel Toma y el Departamento de Estado. Esos mismos informes de inteligencia extranjeros han sido la única base de investigación que han usado ahora los fiscales Nisman y Martínez Burgos para poner a la Argentina al borde de una guerra absurda.

La Nación previene que si Canicoba Corral (juez a cargo de la causa) acepta el pedido de los fiscales y solicita la captura de los ocho iraníes, «será algo bastante parecido a una declaración de guerra» (y agrego yo: o un papelón ignominioso).

Deseo remarcar que esos informes de la CIA y del Mossad fueron remitidos a la Argentina con la condición expresa de que sólo podían leerlo los directivos de la SIDE. El ministro de Justicia, por ello, solicitó al juez Canicoba Corral que reclamara a EEUU autorización para hacerlos públicos. Canicoba Corral, con buen criterio, respondió el dos de setiembre de 2004 que era el Poder Ejecutivo quien debía hacer ese reclamo al gobierno de EEUU. De modo que, en ese juego del gran bonete, los fiscales están acusando a los ocho iraníes en base a un informe de inteligencia extranjero que nunca leyeron. Todo ello consta en las fojas 114.995 a 114.997 del expediente judicial (cuerpo Nº 566 del principal), cuya fotocopia tengo en mi poder.

También consta en la causa judicial (fojas 115.310, cuerpo Nº 568) que Canicoba Corral libró exhorto diplomático a una veintena de países, para que aportaran información que poseen, o dicen poseer, sobre el atentado a la AMIA. De entre ellos, dos de los gobiernos que nunca respondieron, a pesar de la insistencia del Juzgado, son no por casualidad los de Estados Unidos de Anglo-Norteamérica y el del Estado de Israel.

Las preguntas de Nueva Sion son, pues, de rigor:

1.- Si los 8 acusados hoy ya figuraban en el fallido intento de 2003, ¿para qué se pide nuevamente su captura sin nuevas pruebas?

2.- Si antes fueron 23 los acusados, ¿por qué ahora se reducen a ocho, si no hay nuevas pruebas?

Podríamos agregar decenas de otras irregularidades que ratifican la falsedad y la malicia de este dictamen fiscal. Muchas de ellas están circulando profusamente por Internet. Yo poseo constancias de todas, obtenidas del mismo expediente judicial.

Ante esas evidencias de falsedad y malicia, la pregunta fundamental de Nueva Sion reaparece como temor inquietante: ¿Qué buscan, realmente, los fiscales con este dislate jurídico y diplomático?

Es cierto que:

1)- La aventura de los fiscales es funcional a los planes de EEUU: tener un pretexto para invadir o destruir a Irán. Observen, al respecto, que EEUU e Israel afirmaban antes que los atentados de Buenos Aires fueron una venganza por el envío de dos barcos al Golfo Pérsico –guerra de invasión a Iraq de 1991–. Ahora, como el deseo de EEUU e Israel es hacernos creer que Irán constituye «un terrible peligro atómico», cambiaron el libreto: la «venganza» de Irán se produjo porque «Menem suspendió la colaboración con ese país en materia nuclear».

De paso: sólo una hipotética bomba atómica iraní sería un terrible peligro para la Humanidad, mientras que no lo sería la posesión cierta de 40.000 ojivas nucleares por parte de EEUU, y 400 en manos de Israel, los dos Estados agresores por antonomasia y vocación del mundo actual.

2)- Dicho dictamen también es funcional a los designios de Israel: tildar de terrorista a Hezbollah –su vencedor en las dos oportunidades en que el Estado sionista invadió al Líbano– y preparar nuevas agresiones hacia los países vecinos con renovadas anexiones territoriales.

Pero, si la aparente irresponsabilidad de los fiscales se analiza en el contexto de los últimos 120 años, incluyendo la secuencia tan sugestiva de los hechos producidos por el sionismo –apoyado por Gran Bretaña– en Palestina desde la declaración Balfour (1919), y se tienen presentes los dos atentados sufridos por la Argentina desde 1992 a la fecha, más los fantasiosos informes anglo-norteamericanos-israelíes sobre la Triple Frontera, la compra masiva de tierras por parte de extranjeros, las acusaciones de 2002 sobre que somos incapaces de administrar nuestro país, por lo que aconsejaban enviar un gerente designado por el FMI para ello, las insinuaciones de que paguemos la deuda con territorio, etc., etc., teniendo presente todo eso, digo, la conclusión puede ser más inquietante todavía: un tercer objetivo de tanta irresponsabilidad fiscal podría ser la desestabilización total de la Argentina.

Quizás, en algunos cenáculos de poder nuestro país haya sido elegido para ser la segunda Palestina, la del Cono Sur. Viejo sueño sionista, nunca abandonado, y que hoy revolotea como un pájaro de mal agüero sobre nuestras cabezas desprevenidas.

Estimo que debemos salir a la calle para tratar de frenar tanta irresponsabilidad y defender, no ya a Irán –que, por otro lado, merece nuestro apoyo en las actuales circunstancias– sino a la Argentina.

La que está siendo cercada peligrosamente es la Argentina.

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* Abogado, ex parlamentario.
jglabake@telered.com.ar.

Fiscal iraní:
«LA REAPERTURA ES … CONGRACIARSE CON LOS SIONISTAS»

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(Teherán, IRNA. 27 de octubre de 2006). Dorri Nayafabadi, fiscal general de Estado de Irán ha declarado que la reapertura del caso AMIA –la explosión en la sede de la asociación de mutuales judías de Buenos Aires, en 1994– después de los repetidos escándalos que han salido a la luz a raíz, no tiene otro propósito que el de contentar a los sionistas y a política de EEUU y distraer a la opinión pública mundial.

La explosión que se produjo en la capital bonaerense hace doce años, derrumbó el edificio causando numerosas víctimas y, desde entonces, el sionismo recurre a influencias y consultas con el Poder Judicial argentino, intentando responsabilizar a Teherán, lo que hasta la fecha no ha conseguido.

El hoyyat al eslam Ghorbanali Dorri Nayafabadi señaló: «Doce años llevan los sionistas y los estadounidenses acusando a Irán, pero después de salir a la luz los sobornos que recibió el juez instructor del caso y las pruebas falsas presentadas, sus planes han quedado en agua de borrajas».

Nayafabadi explicó: «Ahora, cuando han transcurrido varios años desde que se anunciase el caso como archivado y haber quedado absuelto el ex embajador de nuestro país por la Justicia británica, para desviar a la opinión pública de las multitudinarias manifestaciones que se produjeron durante el Día Mundial de Qods [Jerusalén] y el apoyo al pueblo palestino, un nuevo juez saca nuevamente el ya podrido expediente de las explosiones de Argentina».

El fiscal general del Estado iraní agregó: «Desgraciadamente Argentina es uno de los centros del ‘lobby’ sionista, aunque un magistrado jamás debería dañar la reputación del aparato judicial de su país tratando con desidia la Justicia.

«Para lanzar una acusación se debe informar al país en cuestión presentándole la documentación y las pruebas aceptables al aparato judicial del Estado al que se acusa; no se puede acusar, sin las correspondientes pruebas fehacientes, a los diplomáticos o a las autoridades de un Estado, que gozan de inmunidad política y social».

«Reavivar este caso podrido después de las grandes manifestaciones del día de Qods tiene como propósito levantar una guerra psicológica contra la República Islámica de Irán y regocijar a los sionistas».

«… Ellos siempre han tomado posición ante el progreso de Irán, como, por ejemplo, en el asunto de la explotación pacífica de la energía atómica».

El programa nuclear

Nayafabadi no pasó por alto en su disertación preliminar del sermón del viernes la cuestión de la explotación de la energía atómica para fines civiles, e hizo referencia a la estadística de los países que explotan la energía del núcleo del átomo, diciendo: «Cuando hay más de 500 centrales nucleares en todo el planeta, hace ya treinta años que están jugando con Irán para establecer una».

Para precisar: «Desde 1973, año en que los alemanes plantearon la puesta en marcha de una central nuclear en Bushehr, trabajo que no realizaron tras estar varios años jugando, ahora son 10 los años que los rusos cerraron un trato, y esperamos que ellos sí cumplan con sus compromisos».

Y aludió a las amenazas de los Estados Unidos, diciendo: «El Imán (Jomeini), desde el primer momento en que Norteamérica cortó las relaciones con nosotros, consideró que ello sería un factor para la autosuficiencia y para que el pueblo y la juventud de la nación alcance las metas que se proponía la Revolución».

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