Argentina: cómo defenderse del ataque celular

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Sólo sé que no sé nada. (Sócrates, filósofo griego, siglo V antes de Cristo, que nunca usó celular).

(Buenos Aires, especial). El asunto es adular al cliente-consumidor para que contribuya a disimular el engaño –y de paso conserve su autoestima haciéndose cómplice de aquello que lo perjudica–: hubo incrementos unilaterales de los precios de los minutos, y servicios que eran prestados sin cargo, como el identificador de llamadas, ahora se cobran en la mayor parte de los convenios de servicio.

Cabe destacar que esos contratos fueron pactados originalmente con abonos que incluían en el precio tales servicios. ¿Qué hace al respecto la Secretaría de Comunicaciones? Si usted tiene un servicio de telefonía celular o decidió suscribirse a él, aquí van algunos amistosos consejos y advertencias que, pensamos, le conviene tener en cuenta.

Preste oído.
O tome nota

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UNO. No crea nada que sea de palabra**. Lea todo lo que firme, llévese una lupa –y téngala siempre a mano– para la “letra chica” y sospeche de todo lo que no firme. En CTI Móvil estilan la extraña práctica de usar a gusto y gana los huecos legales de los contratos… Por ejemplo: usted no puede reclamar que el «cargo por pago fuera de término» –recargo por pagar con retraso–, sea el mismo tanto si se demora un día como 15.

Si no lo firmó al contratar el servicio, amigo: apague su móvil porque le contestarán: «Usted tampoco firmó que no se lo podíamos cobrar”****.

DOS. Su celular es un arma cargada –pero no de futuro como la poesía–. Muchos que llaman a un CTI desde un teléfono fijo usando una tarjeta de llamadas “Simple”, chocan con el sacrosanto mensaje grabado que nos informa que “el cliente” no puede «atenderlo en este momento», sin permitirle dejar un mensaje.

Argumento: el cliente no contrató el servicio de contestador. Sorpresa: por haberle informado que el «cliente no le puede atender», le descuentan un minuto de su tarjeta de llamadas. A la manera del “far West” cuando el revólver se imponía sobre los inocentes.

TRES. Resulta incómodo, pero le asegro que absolutamente necesario exigir y revisar el detalle de las llamadas. Hágase del tiempo y gana para hacerlo. Clientes de Telecom Personal, por caso, verificaron cargos por minutos de red fija DDN muy altos en comparación a meses anteriores. Al pedir el resumen, constataron cuestiones tales como que los llamados desde un celular estando en Capital Federal hacia un teléfono fijo en Campana, los facturaban como larga distancia, a pesar de no colocar nunca el código interurbano.

CUATRO. Busque medios legales registrados para asentar sus reclamos –carta documento, telegrama, una gran dosis de paciencia–. En el “*111 de Telecom” sucede que la comunicación se corta o «no tengan sistema». Vaya personalmente a las oficinas (gaste dinero de transporte y tiempo que jamás le será reconocido), y hágase entregar número de reclamo.

CINCO. No se rinda; considere que es lo único que le queda para hacer en la vida. En definitiva tómelo como una misión a cumplir. Ellos confían en su cansancio, apustas a su fatiga: se lo decimos con todo el humor y la ironía del caso. Y aunque reciba personalmente el número del reclamo pueden pasar días sin respuesta. Además, si regresa a la oficina, le dirán que «el reclamo estaba cerrado y que la facturación estaba bien hecha». Y aunque lo solicite no le dejarán hablar con alguien de facturación, y le ofrecerán un tan simbólico como inútil «Libro de Quejas».

Exija que los empleados se identifiquen y advierta que iniciará acciones legales. Esa conducta -a veces- da resultados. A veces.

SEIS. si hace traspasos de teléfonos a otros sistemas para economizar, puede pasarle lo contrario. El “usuario” Walter Blanco –una persona– comenta: «Decidí por costos pasar tres teléfonos, dos de línea y uno de tarjeta a un plan para empresas de 170 minutos con clearing de minutos, es decir se sumaban todos los minutos de los tres teléfonos y se metían en una bolsa común donde un teléfono podía usar más minutos que otros y una de las condiciones era que se facturara a nombre de una persona o empresa y llegarían en una sola factura.

“Nada de esto pasó, llegan las facturas cada 10 días de cada teléfono, no tenemos acceso al clearing o sea que si uno se excede paga un recargo cosa que de correr el clearing no pasaría.

“Las excusas de la empresa son que el sistema de computadoras no les permite hacer dicho plan y que puede llegar a demorar varios meses, mientras tanto debemos seguir pagando demás y en vez de ahorrar estamos perdiendo plata».

SIETE. Por más cuidado que tenga siempre habrá sorpresas. Además de aumentos inconsultos, es frecuente recibir servicios no solicitados. En Unifón se exigió el abono a la línea Flash como condición para el cambio de terminal, al cambiar una aparato NOKIA 918 por otro 5120, tranquilizando al incauto con el mensaje de que «sólo se le cobrará lo que emita». Pero se trata de un abono, y se pagan gastos administrativos. En un caso testigo, el detalle de exceso de gastos -que no incluye llamadas- trepó a $ 12,10 (Algo más de cuataro dólares estadounidesnses. Multiplique, amigo, multiplique).

OCHO. Comodidad, para estas empresas, es lo que le complica la vida. Hubo quien contrató 2002 en CTI Móvil: un servicio de “roaming” para Uruguay (redireccionamiento de señal para usar celular desde el exterior). Después de utilizarlo, naturalmente canceló el sistema. Pero dos meses después le cortaron el servicio por «excedente en el crédito»: le reclaman facturación de meses anteriores, que no vino facturada en su momento.

«Pero nadie me avisó que faltaban, ni que las iban a facturar con el valor dólar libre de varios meses después. Nada de eso figura en el contrato» dijo el aterrado cliente. «Ah, pero está en el reglamento. Podemos facturarle varios meses después» le contestaron. Eso sí: al cliente nunca le mostraron ese reglamento.

Conclusión: quedó sin servicio, con una deuda pendiente y le «secuestraron» 33 minutos de abono que no utilizó.

NUEVE. Las bonificaciones salen caras. Se notó en los «plan empleados», cuya ventajas cayeron rápido, como la «bonificación abono identificación de llamadas digital» y la «bonificación gastos administrativos». Y ese plan empleados no era una promoción con fecha de término sino una serie de beneficios incluidos bajo un monto determinado, que a Unifon le significó miles de nuevos usuarios. Lo peor: fue «legal».

Todas las bonificaciones para todos los planes fueron sacadas y se amparan en el decreto 764/00 y en el Reglamento General de Clientes de Comunicaciones Móviles, resolución 490/97.

DIEZ. La empresa le vende el telefóno celular pero no lo garantiza. Los que adquirieron a CTI Móvil un teléfono «Kyocera de ultima tecnología” descubrieron cuan velozmente la prestadora se desentendió totalmente de los problemas con ese aparato. El personal de la empresa reconoce que no sabe cómo funciona, no saben por qué funciona mal y no saben cómo resolverlo.

…¿Bueno: acaso Sócrates, uno de los mayores filósofos de todos los tiempos, no dijo lo mismo?

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* Editor de Los buenos vecinos en Buenos Aires.

** La única palabra válida para la generalidad de las empresas es “ganancias”.

*** Esto me sucedió a mi.

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