Argentina: Córdoba, uranio y un peligro mortal

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Surysur*

Esta información se redacta –dice el envío– para que los argentinos, los dos millones de turistas que todos los años visitan Córdoba, los medios de comunicación periodísticos y en especial los habitantes de los valles serranos sepan que se autorizó la exploracion de una gran zona de las altas cumbres –las montañas más altas que se ven de todos lados– en búsqueda de yacimientos de uranio.

En la zona en cuestión se encuentra el nacimiento de la mayoría de las cuencas de agua del valle de Traslasierra y a pocos kilómetros de la Quebrada de los Condoritos, área "protegida".

De concretarse este asunto se demolerían montañas enteras con explosivos, se contaminaría el agua con los productos utilizados para la extracción de uranio, y se crearía un enorme cañón por donde correría agua en época estival generando posibles aludes sobre pueblos de Córdoba. El asunto es nefasto para la economía de la provincia, y aún no se sabe qué clase de efectos nocivos puede causar en la salud de la población. Las imágenes corresponden a los lugares que pueden quedar  seriamente afectados o incluso desaparecer bajo la mano de la minería a tajo abierto                   

Vecinos de Nono y otras localidades transerranas vienen manifestándose a lo largo de todo este año en contra de la posibilidad de explotación de uranio en la zona situada unos 40 kilómetros al nordeste de Villa Dolores,  área que coincide en un 80 por ciento con la reserva hídrica de Pampa de Achala.

Con la consigna "Traslasierra Despierta”, los vecinos piden que no se autoricen explotaciones que pongan en riesgo el perfil turístico y sustentable de la región. Un permiso de exploración solicitado por la Comisión Nacional de Energía Atómica ante la Dirección de Minería de la Provincia estaría por emitirse –si no se ha hecho ya. En rigor desde la décxada de 1991/80 la población de Córdoba viene manifestando su oposición.

“La posible explotación contaminaría toda la cuenca del río Nono y las nacientes del río Mina Clavero. Ambos van al dique La Viña, que riega al resto de Traslasierra. Sería un desastre” advirtió Walter Sinay, propietario de un campo en la zona. Mediante la ordenanza 025 de 1992, la localidad de Nono se declaró “Zona No Nuclear” luego de algunas prospecciones realizadas en ese año.

El pedido de exploración abarcaría la zona del llamado cerro Mogotes, de unas cinco mil hectáreas, ubicado a escasos kilómetros de Nono. El uranio es un mineral nuclear que provoca gases radiactivos, su descomposición tarda miles de años y genera enfermedades como cáncer y deformaciones genéticas. En 1992, luego de las movilizaciones de los habitantes de pueblos situados sobre ruta 14, entre Villa Cura Brochero y Villa Dolores, varias localidades se declararon libres de contaminación nuclear. En Villa de Las Rosas, desde hace años, los vecinos se oponen a las explotaciones a cielo abierto y a gran escala.

En abril de 2008 la empresa canadiense Teck Cominco dio comienzo a los trabajos de exploración para instalar una mina de uranio. Sorprende que el estudio ambiental realizado por la Comisión Nacional de Energía Atómica tengo apenas dos páginas de extensión. Los pobladores no confían en dicho análisis, por lo que han encargado uno independiente por su cuenta.

* El texto e imágenes corresponden a un correo enviado a Suysur por el lector A.H Lubin.
                   

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