Argentina, una muestra de amor, en Venezuela el debate crítico

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Néstor Francia.*

En medio de las conmovedoras manifestaciones de amor por parte de muchos argentinos hacia su líder desaparecido y asimismo hacia su presidenta, brotaba la inevitable connotación política del velatorio de Néstor Kirchner. La muerte del ex presidente impacta sin ninguna duda la situación de Argentina, que se prepara para las elecciones presidenciales de 2011, en las cuales Kirchner era el casi seguro candidato de los justicialistas.

No es fácil prever qué desarrollos generará el súbito deceso, en un país altamente polarizado, como en todos los países latinoamericanos donde se vienen dando disímiles pero siempre importantes procesos de cambios. Las oligarquías son iguales en todos estos casos: conservadoras, activas, con grandes apoyos mediáticos, generadoras de enfrentamientos y odios, defensoras rabiosas del statu quo. Además, las fuerzas en el poder están sumidas en notables contradicciones que hacen aun más difícil avizorar el futuro político del país sureño.

Los Kirchner se apoyan básicamente en los sectores más empobrecidos de Argentina, un país donde existe también una muy amplia clase media de comportamiento político volátil. Por eso vimos que hacia el velatorio confluyeron muchos sindicatos convocados sobre todo por la poderosa CGT (Confederación General del Trabajo, de estirpe peronista), a pesar de que eran notorias las contradicciones entre el principal dirigente de la central obrera, Hugo Moyano, y sectores del justicialismo, lo que no privó para que en la principal referencia a la muerte de Kirchner en la Web de la CGT se afirme:

Néstor Kirchner  – Vive en cada Trabajador – Nos devolvió la dignidad como argentinos y como trabajadores…Recojamos su compromiso militante y acompañemos más que nunca a la compañera presidenta Cristina Fernández de Kirchner”.

Era impactante ver el desfile de puños en alto, “ves” de la victoria, consignas radicales, lo que hace notar sin dificultad que estamos en presencia de un pueblo en pie de lucha contra poderosos enemigos. El talante altamente politizado de las consignas hacen ver que no estamos ante un velatorio formal, oficial, sino ante una manifestación de pasión y fervor popular, que dice mucho de la situación prerrevolucionaria de la sociedad argentina, en el contexto general de la revolución latinoamericana en marcha, y cuyo desarrollo futuro depende menos de las elecciones que de la conciencia y decisión de lucha de las masas populares.

Ambas cualidades están presentes en los sectores de avanzada argentinos y manaba en sus consignas: “Cristina, Cristina, Cristina corazón, acá tenés los pibes para la liberación”, “Cristina, no nos vencerán” y otras de parecido talante. Un cantante lírico de voz oscura que improvisó a su paso ante los restos de Kirchner un emocionante Ave María, culminó con el grito “¡Hasta la victoria siempre, Néstor!”. Abundaban en la calle las imágenes del Che Guevara y comentaristas de TV se referían a la combatividad de las consignas y al ánimo combativo de los manifestantes.

Como una muestra de la extrema polarización que existe en Argentina, está el hecho de que importantes líderes de la oposición no asistieron al velatorio en la Casa Rosada, ante pedidos del mismo Gobierno ya que las masas seguramente repudiarían la presencia de estos opositores. Ejemplo de ello es que muchas de las consignas despotricaban duramente contra Julio Cobos, vicepresidente del país que se pasó a las filas contrarias al gobierno de Fernández de Kirchner, y uno de los notables ausentes.

Tampoco asistieron el ex presidente Eduardo Duhalde, el jefe de Gobierno de Buenos Aires, el derechista Mauricio Macri y la dirigente de la opositora Coalición Cívica, Elisa Carrió, entre otras figuras de la oposición. Son polarizaciones que nadie inventó, que están ahí, como parte de un proceso inevitable de definición de campos y enfrentamiento de estrategias, en esta América Latina alborotada hasta más no poder.

¿Debate a puertas cerradas?

Se conoció públicamente una comunicación de la Fuerza Socialista de Profesionales y Técnicos, y del Frente Nacional de Abogados (as) Bolivarianos (as), donde se introduce un informe, que se filtró a El Nacional (nada está oculto bajo el sol), sobre la situación del PSUV y de la Revolución de cara a los resultados del 26-S y el porvenir inmediato del proceso.

El presidente Chávez se pronunció porque el proceso de crítica y autocrítica se hiciera puertas adentro del Partido, pero algo como eso no puede ser decretado. Sobre todo porque el debate crítico bulle en la calle desde mucho antes del 26-S y es demasiado generalizado como para ser encerrado en un corral, y más bien la “confidencialidad” a veces es aprovechada por el enemigo, como en este caso concreto refiriéndonos a la publicación del periódico de los Otero.

Entendemos los temores del Presidente, pero al mismo tiempo pensamos que el peligro principal no reside en el hecho de que el debate sea público, como en efecto lo es, pues anda revolviéndose por todos los rincones, sino en la ausencia de una dirección firme, abierta, consciente por parte del Partido. Mucha gente teme, además, de que pase con las 3R “al cuadrado” lo mismo que ocurrió con las simples y llanas 3R convocadas en 2007, que si se las hubiese tomado en serio, tal vez no necesitaríamos estar hoy potenciándolas al cuadrado, al cubo o a lo que sea.

 Debemos repetirlo, no se trata de que uno a apoye o no un documento equis, sino de que el proceso de debate está ahí y la Dirección Nacional del PSUV debería tomar, de verdad-verdad, el toro por los cachos. Cerraremos reproduciendo algunas de las ideas expresadas en la mencionada presentación introductoria al informe de esos frentes sociales:

“…concluimos que la afectación y abstención o perdida del voto es mayor, partiendo del substrato social o base popular de sustentación electoral. La hemos denominado: efecto Petare, desgaste permanenteee. Para el análisis de los resultados electorales, tendrá algún valor preguntarnos ¿Hacia dónde se inclinaron los nuevos electores? ¿Cuál fue su incidencia en los resultados definitivos?” 
[Petare es un extenso sector popular al este de Caracas].

“El PSUV debe generar una revisión crítica de los resultados electorales, pues asumir una actitud triunfalista, podría ser un error garrafal en la persecución de políticas públicas, que pudiera desencadenar una disminución aún mayor en la intención de votos en próximas elecciones. Nos referimos a la motivación del voto, a la emocionalidad del voto y evaluamos la racionalidad del voto. Un dicho popular, enmarca la situación: ‘Después de ojos sacaos no vale Santa Lucia’”

“Los frentes sociales deben tener una participación directa en el diseño de las políticas estratégicas del Partido Socialista Unido de Venezuela, cuyos voceros nacionales, regionales, locales y comunales sean escogidos directamente por las bases de sus organizaciones. Nos atrevemos a proponer, que todos y todas tengan una vocería en la dirección nacional del PSUV”

“Otras de las causas son: la desmovilización de los miles de movimientos sociales populares bolivarianos del país. El desconocimiento de los frentes sociales como baluartes organizativos del partido y del pueblo, por parte de la Dirección Nacional del PSUV. No se ha fortalecido el partido desde las bases. La falta de una política comunicacional del Estado. La manipulación mediática y guerra psicosocial y de terrorismo mediático, y no haberle dado respuesta adecuada. El desgaste de los actores y validadores mediáticos del Proceso. La falta de vocerías y de operadores mediáticos de los distintos frentes sociales”

* Analista de asuntos políticos.

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