Bolivia: el candado marítimo

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La historia que se difunde en la educación oficial, tan poco crítica como patriotera, oculta, o por lo menos soslaya, hechos que deberíamos reconocer para asumir una actitud diferente frente al trauma marítimo que afecta nuestra autoestima y, lo más grave, no permite una perspectiva diferente de nuestra situación mediterránea. | REYMI FERREIRA.*

Se critica frecuentemente al Perú por ser un obstáculo para un acuerdo directo con Chile para acceder a un espacio de costa marítima, debido a que por el Tratado de 1929, Chile no puede negociar sin el consentimiento del Perú territorios que fueron anteriormente peruanos.

No se dice sin embargo que Perú ingresó a la Guerra del Pacífico cumpliendo el acuerdo de alianza de 1873, en auxilio de Bolivia cuyo litoral había sido invadido por Chile.

No se dice que luego de la derrota de Tacna, Bolivia se retira de la guerra, dejando al Perú combatiendo solo frente a Chile, país que ocupa la ciudad de Lima y que arrebata el departamento de Tarapacá. Esta actitud vergonzosa, movida por los intereses de la gran minería, fue acremente criticada por Gabriel René Moreno, a quien se tachó, por estas críticas, como traidor a la patria.

Se afirma que a partir de la Guerra del Pacífico “quedamos enclaustrados”, incurriendo en una falacia histórica. Bolivia, y antes el Alto Perú, siempre utilizó el puerto peruano de Arica para el comercio ultramarino. En el litoral boliviano existían los puertos de Cobija y Antofagasta, pero eran utilizados exclusivamente por los mineros chilenos que explotaban guano y salitre. Alejados de los centros urbanos de Bolivia, esos puertos nunca fueron utilizados por el país.

La posibilidad de acceder a otros puertos peruanos con facilidades para el comercio de Bolivia no ha funcionado, y a la fecha Arica concentra por razones de distancia gran parte del tráfico comercial boliviano. Si se analiza la situación de  países como Austria, Suiza o Luxemburgo, se caerá en cuenta lo poco que influye en el desarrollo el hecho de no contar con puertos propios.
Asumir que el enclaustramiento es el causante del subdesarrollo es incorrecto, y afirmar que el enclaustramiento se produce con la Guerra del Pacífico es una distorsión de la realidad.

Fuimos mediterráneos desde la Colonia, asumimos una conducta nacional mediterránea en la República; la agresión chilena simplemente ratificó una situación creada.

No hay que mantener como pretexto para el subdesarrollo la actitud quejumbrosa de echar la culpa de nuestros males a otros, sin asumir la responsabilidad propia. Debemos hacer uso de los acuerdos internacionales, y de la Convención del Mar, sin renunciar a nuestra reivindicación histórica. El candado marítimo está más en la mentalidad que en la geografía.

* Abogado, docente de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno.

En el diario paceño www.la-razon.com

 

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