Caso del siglo: una fiscal más allá del tsunami

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Rodolfo Novakovic.*

El denominado Caso Nutricomp ADN, por el número de las víctimas fallecidas —niños, ancianos— y la falta de rigor o al menos la aparente falta de interés y desprolijdades en la investigación desarrollada, constituye sin duda el escándalo mayor que abre el siglo XXI en Chile. Como si podrido,el kraken de la leyenda marinera, apuntaran sus tentáculos a todas las esferas de la vida institucional y empresarial del país. Hoy es la fiscal del Minsterio Público Solange Huerta, la misma que investiga lo ocurrido cuando el maremoto de febrero, la que parece arder sobre el negro candelero que encendió un proceso que acaso desnuda la indefensión ciudadana —y probablemente devele todavía otras sorpresas.

Solange Huerta, la Fiscal Regional designada por Sabas Chahuán para investigar el maremoto de febrero pasado, se encuentra paralelamente en el ojo de otro “tsunami judicial”. En efecto, la abogada actuante[1] en el Caso Nutricomp ADN, inerpuso querella por los delitos de asociación ilícita,  falsificación ideológica y prevaricación, entre otros, en representación de las señoras Adriana Ortiz, Elisabet Morales y Anita Larraín —cuyos hijos son víctimas consumidoras del mortal alimento.

La acción alcanza también a los fiscales adjuntos Marisa Navarrete y Luis Pablo Cortés, a cargo de la investigación del bullado caso, y de los fiscales regionales Solange Huerta (a cargo de la investigación del tsunami) y Roberto Díaz Quintanilla, actualmente sometido a investigación por faltas a la probidad y por concurrir en estado de intemperancia a una audiencia, entre otros[2]. Desde Octubre de 2009 la investigación se encuentra en manos de Javier Armendáriz, que, como fiscal especial, deberá determinar si por ignorancia, negligencia o dolo los señalados fiscales determinaron que  la falta de potasio en el alimento era la causa de las muertes y secuelas clínicas experimentadas por quienes sobrevivieron a la ingesta del fatídico alimento.

En opinión de la abogada Ruzy Mitrovic, el Ministerio Público ha dilapidado cuantiosos recursos fiscales y tiempo más que valioso, en sostener, para el Caso Nutricomp ADN,[3] una postura técnica que carece de respaldo médico y de informes serios, agravada por el hecho que la fiscal Huerta desestimó documentos que demuestran no sólo que la empresa Watt’s S.A. es tanto o más responsable que el Laboratorio B. Braun Medical, sino que no existen pruebas ni documentos clínicos que demuestren que los consumidores hayan resultado afectados por un alimento con bajo contenido de potasio.

La profesional sostiene que ninguno de los menores o adultos fallecidos por el fatídico alimento resultaron descompensados por consumir una dieta baja en potasio, sino por otras sustancias presentes en el alimento, las que afectaron en diferente forma el organismo de los consumidores, quienes —de acuerdo a sus anteriores enfermedades de base— fueron presentando fallas sistémicas específicas y alteraciones en su equilibrio ácido base, que no pueden ser explicadas con sólo considerar dichas enfermedades de base.

El criterio de Solange Huerta

La funcionara sostuvo desde un comienzo, y así se lo hizo ver a los fiscales adjuntos Marisa Navarrete y Luis Pablo Cortés,  que sólo habría sido la  falta de potasio en la línea de alimentos Nutricomp ADN la que habría provocado las bajas de potasio en la sangre de los consumidores (hipokalemias), denunciadas en su momento por el Seremi de Salud de la Región Metropolitana, Dr. Mauricio Osorio, argumento con el cual convencieron incluso al Fiscal Nacional Sabas Chahuán, que —con fecha 19 de enero próximo pasado— hace suya esa misma postura ante el Tribunal Constitucional, al hacerse parte en el Recurso de Inaplicabilidad por Inconstitucionalidad, que rola bajo el Nº 1584-09-INA de dicho alto tribunal, interpuesto por los abogados de los ejecutivos de B Braun Medical S.A.

Según la abogada Mitrovic y sus asesores, esa postura entra en el rango de  falsificación ideológica. Como ejemplo clave de víctimas fallecidas por consumir el alimento bajo en Potasio, señala, el Ministerio Público consideró el caso del menor Maximiliano Trey Pérez, quien falleciera a los siete años en la Clínica Alemana de Santiago víctima de una hipokalemia severa el 10 de enero de 2008.

La Fiscalía de San Bernardo se ampara en esta tesis porque habría sido el Director del CITUC, Dr. Oscar Enrique Paris Mancilla, quien dio públicamente la voz de alerta junto a la periodista, especializada en temas de salud, Pamela Morales. Y aunque el fiscal Gutiérrez inició en enero de 2008, en Las Condes, una investigación acuciosa, ordenando semanas después incluso la exhumación del cadáver del menor, determinando que le faltaba un riñón, se le impidió seguir  adelante con su investigación debiendo traspasar todos los antecedentes a la fiscal Navarrete, de San Bernardo.

Cabe señalar que el actual Centro de Información Toxicológica (antiguamente dependiente de las Farmacias Farrú) de la Pontificia Universidad Católica de Chile no cuenta con personalidad jurídica, como Fundación o Corporación, otorgada por el Departamento de Personas Jurídicas del Ministerio de Justicia, como tampoco cuenta con Rol Único Tributario otorgado por el Servicio de Impuestos Internos, operando bajo el RUT 81.698.900-0, del Hospital Clínico de la citada universidad, RUT con el que opera también la Rectoría de esa casa de estudios

Para Mitrovic, que representa a 22 familias afectadas, la fiscal regional Huerta desechó información valiosa que era conocida por el Ministerio de Salud, por el Seremi de Salud, y por los jefes de unidades de Pediatría de diversos hospitales del país. En efecto, análisis químicos efectuados durante el mes de enero de 2008, en laboratorio CONDECAL y en otros centros, demostraron que los productos Nutricomp ADN en polvo, elaborados por Watt’s S.A. en la segunda mitad del año 2007, eran notoriamente bajos en potasio.

La Dra. Andrea Olea Normandin de Epidemiología del Ministerio de Salud, por otro lado, alertó en diciembre de 2007 sobre once pacientes pediátricos que presentaban hipokalemias como resultado de consumir lotes elaborados tanto por Watt’s como por B. Braun Medical, por lo que solicitaba un análisis químico a la fórmula completa, con especial énfasis –señaló— a los tipos de carbohidratos y maltodextrina que presentes en estos productos.

En la misma dirección el médico epidemiólogo del Seremi de Salud RM, Luis González Altarriba, emite un informe con fecha 3 de diciembre de 2007, en donde señala al final que, luego de haber consultado la Dra. Giovanna Gutiérrez, directora de Clínica Los Coigues, a dos nefrólogos del hospital San Juan de Dios, éstos habían descartado que la hipokalemia se debiese a diuréticos. Los nefrólogos habían recomendado buscar compuestos quelantes, administrados como fármacos o alimentos a los pacientes, que pudiesen estar secuestrando el potasio a nivel plasmático.

Finalmente, la Dra. Sylvia Ibáñez Tardel, jefa de Pediatría del Hospital Sótero del Río, envió diversos correos y misivas al Ministerio de Salud y a otras autoidades médicas, indicando que sospechaba de las alteraciones en los insumos e ingredientes en la fórmula del alimento Nutricomp ADN, advirtiendo que eran los nuevos “MCT oils” (o grasas MCT) las que estaban secuestrando el potasio de la sangre de los consumidores, provocando los trágicos cuadros de hipokalemia.

En resumen, todos los pediatras y epidemiólogos aquí mencionados, solicitaban efectuar un análisis completo, del 100%, de la composición del alimento enteral Nutricomp ADN de ambas empresas Wat’s y B. Braun Medical. Sin embargo, y aunque resulte extraño el comportamiento de las autoridades de salud, y desoyendo las alertas presentadas por sus propios profesionales en el área, hasta la fecha nunca se han realizado los análisis químicos para que se conozcan en forma completa los ingredientes del producto.

Sólo se efectuaron análisis contradictorios entre sí de los minerales sodio y potasio, sin considerar el resto de aquellos presentes en el alimento (como magnesio, cloro, fósforo, hierro, etc.). La Fiscalía de San Bernardo estableció que sólo el potasio en el premix de minerales había sido alterado por el químico de B. Braun Medical, pero nada informa acerca de por qué el premix de minerales de Watt’s era también bajo en potasio, si supuestamente dicha empresa elaboraba el alimento en su planta de Osorno, donde no tenían alcances ni atribuciones los ejecutivos imputados de B. Braun Medical, y hoy con arresto domiciliario.

En junio de 2008, y mientras los tribunales de San Bernardo conocían los hechos relativos al Caso ADN, la Seremi de Salud RM, luego de conocer que los productos Nutricomp en polvo de Watt’s S.A. también contenían insuficiente potasio, aplicó una multa de 1.000 UTM, adicional a la que aplicó a dicha empresa en febrero de aquel año para el Nutricomp ADN líquido.

Sin embargo la formalización sólo se hizo efectiva para los cinco ejecutivos de la empresa B. Braun Medical, a pesar de conocerse la responsabilidad y los contratos de manufactura, que fueron aportados por la abogada querellante Ruzy Mitrovic; contratos en los que se quedaba claramente establecida la responsabilidad de Watt’s como fabricante desde 1994 de ese alimento, así como de la participación en los mismos del abogado Enrique Puga Concha, socio titular del estudio jurídico Puga-Ortiz, al cual pertenece como socio el abogado Luis Ortiz Quiroga, abogado de la defensa de los ejecutivos de B Braun.

Será, por tanto, tarea del fiscal Javier Armendáriz determinar el por qué Solange Huerta y los restantes fiscales investigados desestimaron toda esa información y se inclinaron por una teoría que carece de fundamentos técnicos y clínicos, y adolece, por consiguiente, de falsificación ideológica.

[1] Ruzy Mitrovic.
[2] Causa a la que se le asignó el RIT: 10.778-2008 del Juzgado de Garantía de San Bernardo y el RUC 0910024035-9.
[3] RIT 1185-2008 del Juzgado de Garantía de San Bernardo, cuya investigación se encuentra a cargo de los fiscales nombrados en el cuerpo del artículo.

* Físico e ingeniero físico.
Perito Caso ADN designado por la parte querellante.

El lunes 26 de abril se publicará el caso del niño Maximiliano, verdadero símbolo de esta tragedía sombría, difusa y que todavía no concluye, y el miércoles 28 daremos a conocer los documentos que, en su calidad de abogado, avalara el actual ministro de Justicia Felipe Bulnes (leer aquí la carta dirigda por el investigador Novakovic al entonces futuro ministro del gabinete de Sebastián Piñera).

Addenda
Para mayor información pueden leerse en este portal:
Nutricom ADN, acaso el juicio del siglo.
Los 15 errores cometidos en la investigación.
 

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