Chile, huracán en el PPD. – EL VASO CON AGUA RESISTE

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

En la concertación de partidos que mal gobiernan nadie cree mucho, aunque probablemente la mayoría está de acuerdo en que, mal menor, es mejor ella, la Concertación, que el antiguo desastre militar-cívico al que sucedió. La minoría, sin embargo, no lo es tanto. Y acaba de dar un paso audaz llamando al enroque.

El clima.
Alberto Espina, un senador sureño de 50 años y dirigente de Renovación Nacional, apuesta a que no falta mucho para que la Democracia Cristiana se integre al bloque derechista-populista que mantiene su organización con el partido Unión Democrática Independiente, llamada también por la prensa favorable –la mayor parte de ella– «la tienda gremialista» y no pocas veces «apolíticos».

La DC ha sido y es clave en la conformación de los gobiernos concertacionistas: dos de los cuatro presidentes desde 1991 salieron de sus filas; el actual ocupante de la Oficina correspondiente al ministerio del Interior es DC. Pero la profecía de Espina no tiene fecha límite, por ahora el ocupante actual de la Oficina de la secretaría general del partido Socialista mantiene vínculos de respeto profesional tan discretos como sólidos con el ministro del Interior.

Sucede que PS y DC viven tiempos de guerrilla en el mundo de la tinta que firma nombramientos y concede influencia; la disputa no es de poca monta, con la UDI conforman la triada de los partidos políticos con más votación en el país; comparten además desde hace 17 años una similar vocación de poder, en ocasiones a cualquier precio, y un parecido desprecio por los asuntos programáticos y doctrinarios. Nada de ideológico es posible en tiempos de «globalización». Sólo la eficiencia es fecunda.

La movida de Espina, así, resulta brillante en términos de sobrevivencia política –política menor, horro de política, política chilena, política al fin y al cabo–. Renovación Nacional se asemeja un poco, por su situación de «hermano menor» en el pacto de la Alianza por Chile, al Partido por la Democracia en la Concertación. Con una diferencia.

¿Llueve sobre el PPD?
Es posible rastrear los desvaídos orígenes de RN en la históricamente consumida carne de los viejos troncos pipiolo y pelucón del siglo XIX –liberal y conservador del siglo XX, con un sí-es-pero-no-lo-recuerden del «pronunciamiento» militar de 1973. En cambio no es posible rastrear ADN alguno en el PPD.

En rigor el PPD debió haberse disuelto al asumir –o al terminar– el primer gobierno concertacionista, pero la voluntad de trabajo, la vocación inflexible de servicio público de sus dirigentes, laderos, punteros y otros favorecidos por los frutos del árbol fiscal aconsejaron que el sacrificio vale la pena… Y es recompensado.

Es que el PPD, como los cachorros de algunas especies, resultó de la mezcla de muchos donantes de esperma por más que reconozca un solo padre, el inefable y mejor «regañón» chileno de los últimos 50 años –quizá con la sola excepción de Jorge Alessandri, que también fue presidente y obró con la «iniciativa» privada in mente–. Ricardo Lagos Escobar se jugó y fundó un partido que pudiera aglutinar –y conseguir los votos– de una sociedad que al final del (des)gobierno dictatorial temía ir más allá del centro político. Lo llamó «partido instrumental».

Los huérfanos
Lo consiguió, y en el PPD se reencontraron viejos amigos del mosaico desplegado a fines de los años sesentas del siglo XX, algunos derechistas más o menos arrepentidos, otros que no sabían que eran derechistas, unos pocos que comprendieron la importancia de tener ese alfil y otros –los torpes de siempre– que creyeron era un espacio para la izquierda alejada tanto de los volcanes del PS, entonces en erupción, como del verticalismo marinista del PC.

Y son esos –sólo relativamente en muchos casos– izquierdistas los que han venido a joder el parque donde se entretienen los niños del PPD. Las cosas las dispararon algunas acusaciones de corrupción, esto es usar la mano derecha sin que lo sepa la izquierda, y hacerse con dinerillos menores, escribir o presentar una o dos facturas ilegales o francamente falsas, conseguir un trabajito aquí o allá para amigos, parientes, compadres, tal vez algún contrato por estudios, asesoría u otras pajas en organismos fiscales.

Asuntos de poca monta si se lo compara con el modo en que se amasaron fortunas entre 1973/90 –y siguen leudando.

Es que eficiencia es un concepto técnico, nunca político. Y el PPD está por la eficiencia, por eso no se le conoce ningún manifiesto de veras político y tal vez por eso, por lo de no ser eficientes, resolvió castigar, es un decir lo de castigar, a un par de militantes. La eficiencia olvida que el concepto clave en política es consecuencia.

Aquellos que se (auto)reconocen como izquierdistas en el PPD, pobres, viven tironeados por un vago idealismo tipo «misión imposible» y por el inevitable «amor a la camiseta». Puede que no se den cuenta de que son cucarachas en baile de gallinas, sapos de otro pozo, pincoyas que olvidaron la mar. De eso da cuenta el siguiente documento:

Carta de circulación interna
a propósito de las diferencias a bordo del PPD

Compañeros.

Nuestro Partido PPD es de centro-izquierda adscrito a la Internacional Socialista Mundial, por lo tanto los diputados, senadores, dirigentes y militantes cuyo ideología sea el neoliberaalismo y su apoyo incondicional a EE.UU., deben irse del partido hacia RN o formar otro partido. La Concertación también tiene un sello de Centro-izquierda Socialista-Cristiano.

La tendencia mini-minoritaria del florismo debe renunciar y formar su propio partido, que no lo hacen por miedo a no ser reelectos sin el apoyo importante del PPD, y tampoco tendrían militantes para existir legalmente como nuevo partido (5% mínimo según la Ley Electoral).

Los floristas (Flores, Schaulsohn, Insunza, Hales y otros) tienen el mismo destino de Llanero Solitario del senador Nelson Ávila, quién pensó que miles de militantes lo seguirían como el flautista de Hamelín para formar el partido Chile V y no reunió militantes ni para sentarlos en la Plaza de Armas, buscó apoyo en la izquierda dura y tampoco los encantó, hasta que su suegro Silva Cima le tiró un salvavida al inscribirlo como nuevo militante del centenario PRSD.

Los militantes del PPD y sobre todo cuadros políticos que somos de izquierda tenemos claro que hay un solo camino, que es rechazar duramente la pretensión autoritaria del florismo al pedirle la renuncia a nuestro presidente Sergio Bitar y secretario general Pepe Auth.

El senador Muñoz Barra no puede tener una posición tendencial ambigua; solo debe respetar y atenerse a los estatutos partidarios, respetando y apoyando a nuetros dirigentes actuales, porque tanto Bitar como Auth y resto de la mesa, fueron elegidos en elecciones recientemente realizadas. Si alguien hizo maula con los registros de militantes fueron algunos dirigentes del florismo, quienes nos dejaron sin poder votar a cerca de 2.000 militantes que fuimos borrados, perjudicando también al compañero alcalde Angel Bozán, que habría sido electo vice-presidente con los votos de nosotros.

(Edison Barría)

¡QUÉ DICE EL PPD?

Información a los militantes. Diálogo político en el Senado. Encuentro de Sergio Bitar con senador Flores y diputados Hales, Insunza y Valenzuela.

Conoce las declaraciones completas del presidente del Partido Por la Democracia, Sergio Bitar, y del senador Fernando Flores, tras el encuentro en el Senado la tarde del miércoles 3 de enero junto a los diputados del PPD Jorge Insunza, Patricio Hales y Esteban Valenzuela.

Sergio Bitar
“He tenido una reunión muy franca con amigos con los cuales con muchos de ellos hemos recorrido una vida. Hemos valorado y analizado las distintas posibilidades para reforzar a la Concertación y también hemos conversado del PPD y me voy satisfecho de esta conversación”.

Pregunta: ¿Alguna resolución del senador Fernando Flores?
“De esta conversación todos vamos a meditar y vamos a seguir conversando”.

Fernando Flores
“Conversamos bastante y reflexionamos. Yo sigo en mi proceso de reflexión”.

Pregunta: ¿Se van a reunir nuevamente (con Sergio Bitar)?
“Estoy en una reunión permanente, están los celulares, ya no existe esa cosa”.

Pregunta: ¿Influye en ese proceso de reflexión la decisión del Tribunal Supremo sobre Schaulsohn?
“Yo no estoy informado de esas cosas, los miembros de la Comisión Política (del PPD) les pueden contar en detalle esas cosas”.

Pregunta: ¿Su decisión de mantenerse depende de que vuelva Schaulsohn (al PPD)?
“No digo nada más. Ustedes me conocen, soy muy parco, pero cuando hablo algo no soy tímido… Pero creo que es muy importante lo que está pasando, estoy absolutamente en desacuerdo con las medidas que se han hecho contra Schaulsohn. Esto, independiente de que esté de acuerdo con todos sus puntos de vista, así que he firmado parte de la petición al Tribunal Supremo para que reconsidere su medida. Eso está andando”.

“Es importante conversar con Bitar, porque él está a cargo del buque y sentir la sensibilidad de él es importante. Creo que con la misma lealtad que nos hemos tenido siempre”.

Pregunta: ¿Fue una conversación franca, porque cuando son entre amigos son bastante duras? ¿fue así?
“Con Bitar fuimos prisioneros de Isla Dawson. Somos duros de matar, por lo menos soy franco con él, él conmigo y muy gentiles a la vez. De hecho, con la persona que más fácil ser franco es con él”.

(Más en. www.ppd.cl).

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