Chile: planta industrial provoca ecocidio

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Expertos de la Universidad Austral de Chile (UACh) denunciaron que de seis mil ejemplares de cisnes cuello negro, sólo subsiste la mitad a mediados de octubre en el Santuario de la Naturaleza Carlos Anwandter. Habitantes del sector constatan que miles de cisnes se han dispersado hacia otras áreas y se ven por todas partes tratando de alimentarse. Otros tantos mueren cada día en el humedal.

En el santuario -sin haberse hecho un censo exhaustivo aun- se observa una disminución dramática de los cisnes y los que sobreviven se ven muy flacos. Lo mismo sucede con las taguas y se ven también afectadas otras aves. En esta época, en general desde julio, se podía disfrutar viendo las parejas con sus crías en la espalda. Hasta la fecha (fines de octubre) no se ha observado ni un solo nido, ni menos polluelos.

Miles de turistas navegan anualmente la red fluvial de Valdivia para ver de cerca los cisnes de cuello negro, singular especie caracterizada por su condición monógama, pues cada ejemplar sólo tiene una pareja en el transcurso de su vida. El cambio es brutal y al parecer tiene que ver con la muerte de miles de hectáreas de luchecillo (Egeria densa), planta acuática que es su principal alimento, así como el de las taguas. Esta planta acuática forma verdaderas praderas sumergidas.

Ya no es la Fuga de los Cisnes temerosos de los cazadores que deploró el poeta Augusto Winter, sino de la trampa mortal de una gran empresa.
Jorge Ruiz, medico veterinario dedicado a la vida silvestre y ornitólogo de Valdivia, declara:
«Estamos muy preocupados por los tremendos cambios que han ocurrido en el santuario. En esta época y en general desde julio uno disfrutaba viendo las parejas con sus pollos en la espalda. Hasta la fecha (fines de octubre) ni un solo nido se ha observado, ni menos polluelos.

«Aunque nadie quiera decirlo antes de que se hagan los análisis y estudios en terreno, es necesario dejar claro al menos que estos eventos coinciden absolutamente con el inicio del funcionamiento de la planta de Celulosa. Desde que la planta se puso en marcha a principios de año -y los valdivianos respirábamos las emisiones malolientes y azufradas- se observaron cambios en las aves.

«Los cisnes de cuello negro se concentraron en la zona sur del santuario, especialmente en el río Cayumapu; esto, que para muchos fue un lindo espectáculo, para los que trabajamos en vida silvestre y especialmentecomo ornitólogos fue la primera señal de lo que estaba pasando».

La Celulosa Arauco

y el Estado incapaz

El ornitólogo que ha depositado todo su empeño en el humedal, añade:

«Mi preocupación es que creo será muy difícil poder probar el origen de las emisiones, las sustancias que fueron vertidas al río y en qué cantidades. Es probable que actualmente los niveles de estas sustancias puedan estar dentro de lo permitido por las normas establecidas, no sé, me preocupa lo largo que puede resultar todo esto.

«Ojalá que las autoridades y la comunidad en general tomen conciencia de lo que todo esto significa. Espero que no sólo vean el problema local en la provincia de Valdivia, sino cómo enfrentamos nuestro futuro y el de nuestros hijos».

Radio Bío Bío denunciaba el 28 de octubre que Celulosa Arauco, además de no hacer uso de los filtros que había prometido utilizar, ha vertido de contaminantes en forma clandestina en el cauve del río Cruces, que riega la zona del santuario de la naturaleza.

Según Lucio Cuenca, representante del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), «el único hecho relevante ocurrido sobre el río Cruces en el último año -y que pudiera explicar tan drástico cambio al ecosistema- es la entrada en funcionamiento de la planta de Celulosa Arauco y Constitución S.A. que descarga allí sus residuos líquidos industriales (riles)».

El portal Chile Sustentable (www.chilesustentable.cl), reprodujo un artículo del pasado mes de agosto donde se afirmaba que a siete meses de la puesta en marcha de la planta de Celulosa Arauco y Constitución S.A., en Valdivia, su impacto negativo en el medio ambiente, había opacado cualquier beneficio en la economía regional. Un ducto de evacuación de residuos líquidos construido sin autorización ha producido un efecto contaminante de nefastas consecuencias.

La empresa Celulosa Arauco -del grupo Angelini, que es un gigante en términos de inversión y ganancia- «vendió» su propuesta con el cliché de contar con «lo último en tecnología» ; sin embargo esa imagen se cayó a pedazos hace tiempo, porque no cumplió la promesa básica de no alterar los olores del ambiente circundante.

La promesa fue una mentira porque el olor nauseabundo llegó a Valdivia -a 50 kilómetros de distancia- en varias oportunidades. La respuesta del gobierno: una multa irrisoria de 29 millones de pesos (para una empresa que gana cantidades enormes de dólares, una burla). La otra promesa era no alterar el ecosistema del Río Cruces, donde van a parar gran parte de sus residuos -se habla de 900 litros por segundo-. Como era de esperar, y fue advertido por algunos ecologistas, con el resultado del inevitable envenenamiento.

El 25 de octubre comenzaron a aparecer notas de prensa en Visión 6 -canal de cable local de Valdivia- sobre esta catástrofe. Para entonces se habían empezado a encontrar hasta quince cisnes muertos por día. Algunos desnutridos, pues el luchecillo ya no está presente. Pero otros, bien alimentados, mueren tras presentar síntomas de alteración neurológica evidente.

En este momento se encuentra trabajando un equipo interdisciplinario de la Universidad Austral. En pocos días se espera un informe. Lo terrible es que esos cisnes cuello negro estaban protegidos en la zona del santuario, cuyo objetivo es propiciar su reproducción, junto a la de otras aves en peligro, para que fueran expandiendo desde allí su entorno vital.

¿Burla, ineficiencia o criminalidad?

El Santuario de la Naturaleza del río Cruces está protegido por la Convención Internacional Ramsar, de la que Chile es parte, cuya finalidad es preservar los humedales más valiosos del planeta. Este es un sitio reconocido internacionalmente y atrae a muchos turistas extranjeros aficionados al avistamiento de aves. El humedal alberga en sus aguas cisnes de cuello negro, taguas, patos, garza cuca, cuervo del pantano, cisne coscoroba y águila pescadora, entre otras muy valiosas especies.

Celulosa Arauco y Constitución S.A., planta productora de celulosa kraft ubicada en San José de la Mariquina, con una inversión inicial de US$ 1.000 millones, se presentó como una empresa modelo. Fue la primera en ser sometida a un sistema de evaluación de impacto ambiental (Seia), contemplado en la ley 19.300 sobre bases generales del medio ambiente, y una de las pocas en el mundo con un sistema de tratamiento terciario para la evacuación de fluidos, según sus ejecutivos.

No obstante, a poco andar, fue evidente que algo había fallado. El estudio de la resolución ambiental que le dio el visto bueno, aseguraba que las emisiones de sulfuros totales reducidos (RTS) no serían detectados por el olfato humano. A lo más se proyectaba un alcance de 500 metros. Sin embargo, hoy supera con creces los 50 kilómetros, llegando hasta la ciudad de Valdivia.
Pero sus efectos no sólo se han sentido en el aire. También existe preocupación con la contaminación de las aguas. Al respecto, esta semana, la Comisión regional del medio ambiente (Corema), analizará junto a otros organismos de salud pública, si incorpora al Seia, una descarga de emergencia de residuos líquidos, construida sin autorización a comienzos de año y que fue conocida gracias a la denuncia de vecinos del sector, el mes de marzo pasado.

Cabe recordar que cuando se aprobó el proyecto, en 1997, la planta de tratamiento de residuos líquidos de Arauco Valdivia, contemplaba sólo una salida, compuesta por un tubo o difusor de cinco boquillas, que va en el sentido de la corriente del río Cruces. Esa particular disposición fue exigida por las autoridades, para disminuir el impacto de las evacuaciones.

Enrique Suárez, encargado de la Comisión Nacional del medio ambiente (Conama) en Valdivia, indica que de ningún modo los desechos saldrán sin tratamiento a las aguas. Explica que por residuos líquidos, debe entenderse «agua con componentes controlados», porque ésta es una de las pocas plantas, «donde se hace un monitoreo que va desde la temperatura de evacuación, hasta el color de los líquidos que van al ambiente». Asimismo, señala que el problema con esa descarga -y por ello la discusión- es que la construcción no cumple con los estándares con que cuenta la salida original, la que tiene un diseño especial para generar el menor impacto en las aguas del río.

El profesional agrega que el análisis que se realizará esta semana, no significa necesariamente que se va a prohibir el uso de esa descarga de emergencia, sino que la instancia servirá para definir las condiciones en que se utilizará y el protocolo respectivo. Pero la empresa se opone.

El santuario

El Santuario de la Naturaleza fue creado legalmente el tres de junio de 1981, mediante decreto N° 2.734 del Ministerio de Educación. Su formación está ligada al terremoto del año 1960, el cual provocó el hundimiento de grandes extensiones de terreno, lo que produjo en forma natural la creación de nuevas formaciones acuáticas en la zona. Asi se formó un humedal que es actualmente un importante hábitat para miles de aves acuáticas.

El área abarca una superficie de 4.877 hectáreas e incluye el lecho, islas y zonas de inundación de los ríos Cruces y Chorocamayo, en una longitud aproximada de 25 kilómetros y dos kilómteros de ancho como promedio. El recién formado humedal se fue colonizando por plantas acuáticas y vegetación emergente, dando origen a diferentes tipos de hábitats. Al mismo tiempo, gran número de animales y en especial a las aves, iban encontrando en esta área refugio para vivir y reproducirse.

En tan favorable ambiente se fueron incorporando numerosas aves como las garzas cuca y otras poco comunes como el cuervo del pantano y el gaviotín piquerito, que actualmente se reproducen en el humedal. Durante todo el año lasn empresas de excursiones fluviales zarpan desde Valdivia a distintos puntos del santuario para realizar viajes de observación de flora y fauna. Tan importante foco de atracción turística está amenazado con desaparecer.

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* Periodista y escritora.

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