CHILE POST ELECCIONES. INFORME DE SITUACIÓN

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Michelle Bachelet ganó holgadamente las elecciones presidenciales chilenas, pero deberá medirse en segunda vuelta el 15 de enero con Sebastián Piñera, según el informe oficial leído por el subsecretario del Interior, Jorge Correa Sutil.

En la primera vuelta de la elección presidencial de 1999, Ricardo Lagos obtuvo el 47,96%, en tanto Lavín alcanzó el 47,51%. En esa oportunidad, la izquierda obtuvo el 4,21%, sumando el 3,19% alcanzado por la extinta comunista Gladys Marín, el 0,51% de Hisrch y el 0,44% de la ecologista Sara Larraín Ruiz-Tagle. La elección de 1999 incluyó a un séptimo candidato marginal, Arturo Frei, quien obtuvo 0,38%. Esta vez los ecologistas apoyaron en su mayoría a Bachelet.

La información del gobierno no es una proyección estadística, sino una suma de votos válidos escrutados. En cambio una proyección estadística elaborada por radio Bío Bío con 1,5% de margen de error, señala los siguientes resultados definitivos para esta contienda electoral:

– Michelle Bachelet Jeria, 45.87

– Sebastián Piñera Echeñique, 25.48

– Joaquín Lavin Infante, 23.25

– Tomas Hirsch Goldschmidt, 5.39

En ambas proyecciones, la suma de la votación de Piñera y Lavín supera escasamente los sufragios obtenidos por Bachelet. La votación de Hirsch, en cambio, está resultando notoriamente inferior al 8% pronosticado por las encuestas, pero levemente superior al 4,21% alcanzado por la votación presidencial disidente de izquierda en 1999 y muy por debajo del 9,17% conquistado por el Junto Podemos Más en las elecciones de concejales de 2004, pero similar al 5,89% logrado en la elección de alcaldes ese mismo año. Las urnas dejaron fuera de competencia a Lavín.

También habrá cambios en el comando de Bachelet, quien deberá dialogar para atraer el 5,39% de Hirsch, ya que la suma mecánica con su 45,8% le otorgaría, teóricamente, 51,2%. Lagos ganó el balotaje de enero de 2000 con el 51,31% gracias a los votos aportados por los sectores de izquierda que se inclinaron a su favor en la segaunda vuelta.

Perspectivas

El resultado electoral equivale a una partida de defunción para la Alianza por Chile, el conglomerado que animan la Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN), el partido de Piñera. Piñera se propone construir una nuevo referente o alianza política, de cara a la segunda vuelta. Una nueva agrupación que, sin excluir a la UDI, concentrará su atención en sectores DC y otros estratos medios del espectro político.

Un problema severo de Bachelet será el posible trasvasije de electorado DC en favor de Piñera. El ex presidente Patricio Aylwin es uno de los líderes históricos de la DC que podría encabezar o por lo menos figurar en esa tendencia. Se ha mostrado contrario al lenguaje beligerante anti-piñeruismo del jefe del PDC, senador Adolfo Zaldívar, y además estuvo a punto de reunirse con el candidato RN, en un encuentro frustrado por su hija Mariana.

El propio Piñera filtró la noticia que llegó a oídos de Mariana Aylwin, hija del ex presidente y ex ministra de Educación, quien intervino para impedir el encuentro. El piñerismo apuntó entonces a otros jerarcas DC históricos, logrando reunirse con el senador Gabriel Valdés. El frustrado encuentro Aylwin-Piñera debió realizarse el 5 octubre a mediodía, con motivo de los 17 años del plebiscito de 1988. El día anterior, el ex presidente aceptó un requerimiento de la historiadora Magdalena Piñera para atender en su hogar a su hermano Sebastián.

La historiadora DC trabajó en el comando de la precandidata DC Soledad Alvear hasta que surgió la candidadutra de su hermano. Ambos son hijos del DC José Piñera Carvallo (fallecido), quien fue un gran amigo de Aylwin y embajador de Eduardo Frei Montalva (1964-1970).

El ex mandatario ya provocó antes molestia en la jefatura de su partido cuando señaló en La Tercera que «en la vieja guardia DC hay quienes se sienten más cerca de Piñera que de Michelle». Piñera lleva meses trabajando por apuntar al voto de centro y socavar el control de Zaldívar sobre su partido.

Una DC debilitada se siente más proclive a Piñera que a Bachelet, en tanto una UDI disminuida no tiene más remedio que fortalecer al candidato del partido rival en su alianza de derecha.

La votación de Hirsch indica, por su parate, la magnitud del potencial aporte de la izquierda en la segunda vuelta, tal como en el balotaje de enero 2000 salvó la elección de Ricardo Lagos para que éste terminara haciendo un gobierno que muchos califican objetivamente de derecha.

fotoPerfil de Michele Bachelet

La candidata de la Concertación es una figura política atípica. Para arribar a la candidatura presidencial, Michelle Bachelet no hizo lo que comúnmente se llama una ‘carrera política’, condición considerada indispensable por las máquinas de los partidos. Podría decirse que representa al sector más progresista de la Concertación y al segmento del partido Socialista de origen más genuino que tampoco se ha derechizado tanto como los ex MAPU.

Su condición de mujer provoca reservas en el machismo chileno, tanto como su inexperiencia en las máquinas partidarias, pero–al contrario– también concita un amplio apoyo de género de una vasta gama de matices políticos, importante en un país donde la población electoral de 8 millones tiene más de un 50% de mujeres.

Su conversión en candidata de la Concertación fue un fenómeno inédito de imagen pública generada por los medios de comunicación, tras su desempeño como ministra de Salud y posteriormente de Defensa, donde tuvo que lidiar con un aparato militar en proceso de ‘reconversión democrática’ y donde sus antecesores masculinos tuvieron momentos difíciles.

Hija del general de aviación Alberto Bachelet, un colaborador de Salvador Allende que fue apresado, torturado y tuvo una oscura muerte a manos de sus pares, adquirió cierta ascendencia sobre el sector castrense, afianzada por sus estudios de postgrado en el Instituto Interamericano de Defensa de Washington, empinándose rápidamente en las encuestas.

Ingresó al partido Socialista en 1970. Tras pasar un tiempo detenida con su madre en los primeros meses del golpe militar de 1973, se graduó como médico cirujano, con especialidad en pediatría, en la Universidad de Chile. Vivió su exilio en Australia y en la ex Alemania Oriental, regresando a Chile en 1980, donde obviamente estableció vínculos con la resistencia a la dictadura que sus adversarios han tratado de sacar a la luz pública como un estigma.

Considera que en Chile los medios de comunicación «están concentrados en muy pocas manos», pero en la línea gruesa representa el continuismo de la alianza de clases que impuso Lagos desde la superestructura de los partidos políticos que conforman la Concertación.

A estas alturas del fracaso del modelo neoconservador de sociedad, todos los candidatos coinciden en que debe haber reformas del sistema previsional, que pone a disposición del capital financiero unos US$ 70 mil millones sin beneficio alguno para los imponentes ni los jubilados. Igualmente hay consenso en que el neoliberalismo agudizó la asimetría en la distribución del ingreso, es decir, los ricos han ganado muchísimo más mientras el resto se empobrece cada día más.

fotoSebastián Piñera

Piñera asegura que «representa mejor» a la DC que una socialista. Además del apoyo de empresarios cercanos a la DC como Andrés Navarro, ya captó, durante la campaña, a dos figuras demócratacristianas, Gabriel Tomic –hijo del emblemático fundador DC Radomiro Tomic– y Raúl Tavolari, abogado y ex asesor de la ex precandidata DC Soledad Alvear en el Ministerio de Justicia. Y negocia con otros sectores de ese partido.

Probablemente la votación de Bachelet –sobre el 45%–, le permita a Piñera concitar una mayor lealtad de la UDI y, a la vez, como la elección de senadores y diputados no resultó satisfactoria para la DC, no faltan analistas que especulan una acentuación de la hégira al piñerismo. En tal caso, la Concertación recibiría su partida de defunción para un futuro reacomodo de las fuerzas políticas en los tres tercios tradicionales del espectro chileno.

El nuevo comando de Piñera incluirá de manera casi segura en la segunda vuelta a los senadores UDI Andrés Chadwick, Hernán Larraín y Juan Antonio Coloma, además del alcalde de Las Condes Francisco de la Maza e «independientes y gente del centro político».

Sebastián Piñera tiene detrás suyo a colegas empresarios pro demócrata cristianos relativamente jóvenes, como Andrés Navarro, cuya empresa informática Sonda mantiene jugosos contratos con el Registro Civil y otras ramas del Estado.
Un modesto episodio judicial desconocido revela conflictos éticos entre estos grupos: Sonda, NEC y el Banco Estado enfrentan hoy un antejuicio civil por presunta apropiación de información y tecnología obtenida para ganar una licitación pública. Léase espionaje industrial y robo de información. La firma de abogados Chadwick y Cía. acusó al trío de empresas por cuenta de Transporte Inteligente Intermodal (Timm), propiedad del archi multi millonario mexicano Carlos Slim.

La información y tecnología apropiada habría sido clave para que Sonda, NEC y Banco Estado se adjudicaran el Administrador Financiero del Transantiago (AFT), un sofisticado sistema de control de pagos en el nuevo sistema de transporte urbano donde los usuarios utilizarán tarjetas prepagadas en vez de dinero.

En una audiencia a efectuarse el martes, las tres demandadas deberán exhibir ante el 23º Juzgado Civil de Santiago todos los documentos intercambiados entre ellas durante el proceso de licitación. Y el tribunal decidirá si hay o no un juicio.
Deben existir cientos de litigios parecidos a éste, pero se ventilan en la clandestinidad del secreto. Sólo Alvaro Saieh y Agustín Edwards, o mejos dicho sus asalariados de confianza en las dos cadenas que controlan los medios escritos de circulación nacional, son quienes deciden qué es o no es una «noticia».

Tomás Hirsch y Juntos Podemos Más

La candidatura de Tomás Hirsch, del partido Humanista, surgió casi
simultáneamente con la alianza Juntos Podemos Más que incluye al partido Comunista, pero no a otros sectores que también son propiamente de izquierda y sin representación en el parlamento. Fracasó a mediados de año el proyecto de una elección primaria, más simbólica que real por falta de medios, en la que participarían todos los sectores de izquierda que están fuera del Congreso.

Desde que comenzó la campaña electoral en la primera vuelta, Hirsch aumentó la intención de voto, la adhesión de la disidencia izquierdista y probablemente se benefició, además, con el llamado voto castigo de algunos sectores concertacionistas descontentos con el giro derechista que ha tomado el gobierno de la Concertación –aunque sus resultados electorales estuvieron por debajo de las proyecciones más optimistas, que preveían una votaciuòn en el orden del nueve a diez por ciento–.

Hirsch, quien proviene de la secta Silo de los años 60/70, es un pequeño empresario de publicidad con estudios de ingeniería que posee una cadena de tiendas de fotos. Postula por segunda vez a la presidencia, igual que el candidato derechista Joaquín Lavín, y anunció que desea seguir postulando –quizás como émulo de Salvador Allende que lo intentó cuatro veces– porque sólo tiene 48 años. En 1999 Hirsch se midió con Lagos, Lavín y Gladys Marín, obteniendo menos del 1%.

Muchos votantes de Hirsch han dicho que en segunda vuelta votarán por Bachelet, pero el candidato ha manifestado lo contrario. De cualquier forma, no tiene cómo controlar esa votación y su aliado, el partido Comunista ha eludido una definición tajante sobre este tema hasta ahora.

Hirsch se ha mostrado contrario a los acuerdos de libre comercio, el más reciente con China: «Los tratados de libre comercio han sido excelentes para las grandes trasnacionales, los grandes productores y el gran capital financiero, pero están asfixiando a las pequeñas y medianas empresas que no pueden competir sin la protección necesaria». También asistió a la III Cumbre de los Pueblos en Mar del Plata, donde recibió espaldarazos mediáticos del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y del probable triunfador en las próximas elecciones de Bolivia, Evo Morales.

Durante toda su campaña raramente ha mencionado por TV al partido Comunista que ha mantenido un bajo perfil mediático. Hirsch, que es casado, dos hijos, fue embajador ante Nueva Zelanda en el primer gobierno de la Concertación, bajo la presidencia de Patricio Aylwin, pero luego el partido Humanista se distanció del bloque gobernante.

El incesto en las relaciones de poder

La estrategia de Piñera –buscar el apoyo de personajes DC y del centro político, sin dejar de negociar la incorporación de la UDI a su comand– habla de «crear una nueva coalición política», un referente distinto a la derechista Alianza por Chile y la Concertación, para facilitar la incorporación masiva de sectores DC, insistiendo en la idea del ‘desgaste’ de quienes gobiernan Chile desde hace 15 años.

La presencia del apellido Chadwick en la empresa de abogados que representa a Slim arroja luces sobre el entretejido familiar de los grupos de poder. Su dueño es el abogado Herman Chadwick Piñera, obviamente emparentado con el candidato. Hasta 2008 integra el Consejo Nacional de Televisión (CNTV), que se supone regula la actividad, y también es hermano del senador UDI Andrés Chadwick Piñera, quien antiguamente perteneció al MAPU –una escisión del partido Demócrata Cristiano que se declaró marxista’en los 70 y apoyó a Salvador Allende.

María Teresa Chadwick Piñera, hermana de Andrés y de Herman, es la secretaria ejecutiva del Consejo Nacional para el Control de Estupefacientes (Conace), dependiente del ministerio del Interior. Su cónyuge es el senador José Antonio Viera-Gallo Quesney, quien arribó al PS procedente del MAPU, pero no fue nominado para la reelección.

El MAPU tiene más presencia en el gobierno Lagos que la Izquierda Cristiana (IC), otra escisión del PDC vista con buenos ojos por Allende por no tratarse de otro neo-partido «marxista» apoyando su gobierno. El secretario general de la OEA, ex MAPU y ex presidenciable, José Miguel Insulza también arribó al PS, partido muy influido durante años por ex-MAPUs. El embajador en Buenos Aires Luis Maira es otro ex demócratacristiano hoy PS ex IC.

El Banco Estado fue dirigido desde el 2000 hasta este año por el ex diputado y economista Jaime Estévez Valencia, hoy ministro de Obras Públicas (OOPP), también socialista MAPU. Ahora preside el banco de todos los chilenos» Javier Etcheverry Celhay, DC, quien fue ministro de OOPP hasta que en marzo se desplomó un puente recién reconstruido sobre el río Loncomilla.

El primer gran negocio del Banco Estado bajo Estévez fue un préstamo de US$ 120 millones para que el grupo Luksic pudiera hacerse del control del Banco Chile. El gesto se entendió como una retribución al apoyo del grupo a la campaña de Lagos.

Invocando ‘la modernidad’, le quitó la contracción ‘del’ al nombre ‘Banco del Estado’, un cambio cosmético que fue visto como pretexto para una millonaria campaña de publicidad de reidentificación del instituto, que comenzó a cobrar ‘manejo’ a los pobres que le aportan sus ahorros. También cobra comisión por jubilaciones misérrimas que se depositan en cuentas de ahorro.

fotoPablo Piñera Echeñique, hermano del candidato, estuvo a cargo de TVN, la televisión pública «de todos los chilenos». Ahora es subsecretario (vice ministro) de OOPP. Una decisión de las cortes declaró esta semana la prescripción de cualquier ilícito con caudales públicos que pudiera haber ocurrido en OOPP cuando Lagos fue ministro, dejando sin piso una investigación de varios años de la jueza Gloria Ana Cevecich. Y la popularidad del mandatario continúa en 71%.

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* Periodista y escritor; integra el Consejo del Colegio de Periodistas de Chile.
(Parte de esta nota fue publicada por la agencia de noticias argentina Argenpress –www.argenpress.info–).

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