Colombia: delincuencia y corrupción en el gobierno

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Apolinar Díaz-Calleja*

La actual inmoralidad y la corrupción política y económica en muchas entidades del Estado colombiano, bajo el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez, ha llegado a extremos increíbles, que explican la agudización de la represión que mantiene en marcha el actual gobierno de Colombia. Para poder denunciar esos hechos he resuelto hacer la lectura completa de los periódicos colombianos que se atreven a publicar informaciones e investigaciones sobre esos temas.

En la medida en que se acercan las elecciones presidenciales del próximo año, la desesperación del presidente Uribe Vélez se aumenta para lograr asegurar el apoyo de los parlamentarios que se dicen sus amigos, antes de que a muchos de ellos los metan a la cárcel, como ha ocurrido con varias decenas de ex congresistas uribistas, encarcelados desde hace bastante tiempo, por los delitos que cometieron cuando ejercían la política electoral a favor del presidente Uribe Vélez.

Esa situación ha sido el factor determinante de que Colombia se encuentre en un momento crucial de su historia para lograr que las mayorías políticas se manifiesten activamente en la oposición contra el gobierno de Uribe Vélez, para impedir su segunda reelección.

Así, el diario El Espectador de Bogotá, en su edición del domingo 14 del presente mes, publica un trabajo de su redacción política en que señala que “el debate político, que a once meses de las elecciones presidenciales debía estar centrado en la confrontación de ideas para airear la democracia en materia de educación, salud, seguridad social o bienestar comunitario, hoy en Colombia parece sometido a un extremo rasero: La cárcel. El país está convertido en un gran estrado judicial donde todos se acusan, predomina el escándalo, protagonizan las filtraciones y los Poderes públicos del Estado se agreden entre sí, mientras en el río revuelto de la polarización política ganan los violentos.

"Es un escenario impresentable sin antecedentes históricos, el Gobierno y la Corte suprema de Justicia libran una enconada pelea en la que ninguno cede. El ejecutivo pide que las autoridades competentes no intervengan en otras instancias. La Corte replica diciendo que las funciones administrativas nada tienen que ver con la justicia”.

La Presidencia emite comunicados que sugieren “sospechas” en la conducta de los magistrados. El alto tribunal responde exigiendo que el gobierno explique por qué los investigan y acosan.

Señalan los redactores del diario El Espectador que el Departamento Administrativo de Seguridad, pasa por el peor momento de su historia. Las fuerzas militares después de sus éxitos en la seguridad democrática lidian con el descredito de los falsos positivos, el Congreso ni se reforma ni legisla en favor de las mayorías populares. El Estado se despedaza a diario”.

Debe explicarse a los lectores que la referencia a la frase “falsos positivos” es para describir el monstruoso crimen cometido por la fuerza pública contra colombianos inocentes, especialmente jóvenes, que son capturados y asesinados , llevando sus cadáveres a sitios bien lejanos, a miles de kilómetros de distancia , donde entierran los restos de los cuerpos de los asesinados.

El gobierno del presidente Uribe Vélez trató de inventar unas mentiras que explicaran esos crímenes, pero fracasó. El país repudió ese engaño y continuó investigando y descubriendo nuevas zonas en que enterraron más víctimas de los crímenes llamados “falsos positivos” que ha comprometido totalmente a las fuerzas armadas de Colombia y que colocan a este país en una conducta criminal e inmoral como no se ha visto en ninguno de los países de África, Asia o cualquier parte del mundo, ni siquiera en las monstruosas torturas y crímenes aplicados en Alemania por el régimen Nazi contra judíos, rusos, franceses, ingleses, y demás prisioneros en manos del régimen de Hitler.

Desagradable acción imperialista. Al terminar este escrito he sido llamado por un funcionario de la oficina de comercio internacional” de la entidad bancaria colombiana Bancolombia en que piden información y respuesta mía a un interrogatorio de una entidad bancaria o gubernamental norteamericana, que les permita identificarme y, seguramente, pienso yo a lo mejor también piden que indiquen quien soy, además de abogado en ejercicio, senador de la República durante dos períodos, gobernador del Departamento de Sucre en el gobierno de Carlos lleras Restrepo, viceministro de Agricultura en ese mismo gobierno, profesor universitario, escritor con más de 20 libros publicados, incluido un texto completo sobre las relaciones de Colombia con los Estados Unidos el siglo XlX.

Todo eso a raíz de un giro que he hecho para un hijo mío radicado en Chile, por conducto de Bancolombia, un Banco nacional fundado en el siglo XIX y en el cual soy cliente desde hace más de 50 años.

*Despacho www.argenpress.info

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