Costa Rica. – LA POESÍA Y LAS VOCES

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Me encantan los festivales de poesía. Es el medio por excelencia para que muchos de nosotros conozcamos a creadores que, de no ser por esos encuentros, serían simplemente inaccesibles. Sin embargo, algunos de los que se han organizado reflejan la fragmentación que sufre la poesía y los poetas en este país.

El panorama no puede ser más evidente: aquí y allá los poetas se dividen y subdividen alrededor de otros poetas, proyectos literarios, sellos editoriales, estilos, o simplemente se adhieren a determinado bando que tiene como principio de identidad el no ser del bando contrario. En principio el fenómeno podría ser considerado como algo natural, propio de la naturaleza plural del quehacer literario. El problema surge cuando estas diferencias se tornan en enemistades a muerte, descalificaciones, serruchadas de piso o simplemente son el justificativo para la exclusión de unos en beneficio del protagonismo de otros.

Por otra parte, se dice frecuentemente que vivimos un buen momento, tanto por la diversidad, como por la calidad de nuestra poesía. ¿No serían los festivales una excelente oportunidad para mostrar esa riqueza, en lugar de ocultarla o mostrarla solo fragmentariamente?

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De poco vale que llevemos a los poetas visitantes a los rincones más lejanos de Costa Rica si, al mismo tiempo, no les damos a conocer la diversidad de nuestras voces. Se, que en algunos momentos, fugaces y espléndidos, se ha logrado romper un poco esta seguidilla de grupúsculos y enemistades particulares para entrar en el intercambio abierto y sin aprensiones, que es connatural a la poesía.

Pero todavía no es suficiente. Hace falta un esfuerzo común, un impulso desprejuiciado y generoso que incorpore, en estas y otras actividades, la multiplicidad de nuestra producción poética en su rica variedad de tonos y propuestas.

A veces pienso que esa continua división y subdivisión de nuestros poetas en campos a veces antagónicos, que se desconocen y combaten entre sí, proviene del aldeanismo y el aislamiento que ha caracterizado ciertas actitudes nacionales. Pareciera que solo reconocemos como prójimos a nuestros vecinos más cercanos y descalificamos todo lo que esté fuera de nuestra estrecha visión intermontana.

Pero la poesía, ya lo sabemos, solo fructifica, como el arte en general, en la densidad más amplia del espíritu humano; allí donde todos los que tienen voz y fruto quepan, pensando y sintiendo distinto. Pluralidad de signos, profundidad de voces, caudal de significados y expresiones, que, como lo diría Debravo, no son de nadie, nadie, nadie…

Sí, me gustan mucho los festivales de poesía, y entiendo y valoro el esfuerzo que hay detrás de ellos, pero me gustarían más si mostraran, ante nuestros distinguidos visitantes, todas las voces todas de nuestra geografía poética y humana.

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* Escritor.

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Addenda

En Jornal de poesía de la Banda Hispánica en la revista brasileña Agulha, puede leerse una entrevista al autor y una muestra de sus textos.

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