Costa Rica: – UN EMPERADOR SIN IMPERIO

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Con el anuncio por parte del presidente ¿electo? y flamante «Premio Nobel de la Paz», Oscar Arias, de trasladar la Casa Presidencial de Zapote al Centro Nacional de la Cultura (CENAC), no solo nos enfrentamos a un disparate administrativo que evidencia los cortes de políticas y proyectos entre diversos gobiernos, sino que podemos vislumbrar el carácter autoritario y caprichoso del nuevo inquilino de la mencionada casa.

Recordemos que el CENAC no solamente alberga las oficinas del Ministerio de Cultura, sino también al Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC), la Compañía Nacional de Danza, el Teatro de la Danza, el Teatro 1897, el Colegio de Costa Rica y el Centro de Documentación de Patrimonio Histórico Luis Ferrero. Así que, de trasladarse la Casa Presidencial, dichas instituciones no tendrán sitio de albergue, al menos momentáneamente.

Por otra parte es claro que el CENAC fue concebido por sus diseñadores, con base en las antiguas instalaciones de la Fábrica Nacional de Licores (FANAL), como un espacio cultural que debía albergar las instituciones mencionadas.
(¿Coincidencia? Don Oscar es un gran productor de alcohol).

Dicho proyecto arquitectónico, tan necesario como excelente, dotó a la capital de un complejo artístico/cultural que tanto precisaban la ciudad como el sector cultura. Igual recordemos que las actuales instalaciones del Tribunal Supremo de Elecciones –cuestionado por su gestión en la pasada justa electoral– fueron erigidas en un edificio abandonado y a medio palo que alguna vez fuera proyectado como la nueva Casa Presidencial, la cual, obviamente, nunca se construyó, prefiriéndose el traslado de la Casa Amarilla a Zapote.

De tal manera que la actitud de don Oscar –con la venia del ministro del ramo saliente, señor Guido Sáenz, quien en sus memorias subraya que son muy amigos y relata la forma en que aquél negociara la integración de la Sala Cuarta para su reelección– no sólo denota desconocimiento histórico y urbanístico, sino que perpetúa una práctica gubernamental de desechar lo avanzado en otras administraciones para aprovecharse de sus pírricos logros, pero empeorando el problema. Porque, ¿hacia adónde se trasladarían las instituciones culturales que hoy ocupan el CENAC? ¿Hacia el hoyo que ha intentado cavar don Guido Sáenz en la antigua Aduana?

fotoCuando se toma una decisión, como la reseñada, sin consultar a los posibles afectados, mucho menos a especialistas y funcionarios del ministerio de Cultura, o a los artistas y miembros del sector, se está frente a un gobernante con ínfulas de emperador que nos previene acerca de su posible carácter déspota.

Se olvida don Oscar que apenas fue electo por un 25% del electorado nacional y que, en todo caso, su elección ha sido muy cuestionada. Por lo demás, es conocido el «bazoocazo constitucional» –tal y como denominó el expresidente don Luis Alberto Monge el golpe de Estado a la tica– que permitiera la reelección del señor Arias de manera absolutamente inconstitucional.

Esas ínfulas imperiales no cuadran a un país de gran tradición democrática como el nuestro. Aquí no podrá haber emperador porque sencillamente no hay imperio. Y de persistir el nuevo presidente en esas prácticas inconsultas y altaneras, habrá que salirle al paso ya no solamente con lecciones de historia y urbanística, sino con las grandes mayorías que no votaron por él desplegadas por calles, potreros, plazas, parques y avenidas de la patria, exigiéndole mesura, justicia y ecuanimidad. Porque recordemos que el centro del imperio queda más al norte y don Oscar, a lo que más podría aspirar es a cónsul, o procónsul.

Aún así, sepámoslo bien –y ojalá que no lo soslayen don Óscar ni los diputados y ministros de su gobiern–- las banderas antifilibusteras de 1856 aún no han sido arreadas.

Protestan en San José

Bajo diversas consignas, tales como…

«El arte y la cultura son patrimonio y derecho de la humanidad».

«Cualquier atentado contra el arte y la cultura es un atentado contra la humanidad».

«Violentar los derechos al arte y a la cultura es violentar la identidad nacional y la paz».

«El CENAC es de todos, no de uno».

«El CENAC es para la cultura».

Circula en la capital de Costa Rica la autoconvocatoria popular para una manifestación en defensa del CENAC.
Distintas organizaciones culturales invitan al sector cultura y público en general a manifestarse contra el traslado de la Casa Presidencial al complejo cultural CENAC.

Entre otros, padres de familia que han llevado a niños a fomentar la lectura, a disfrutar de festivales infantiles, miembros de clubes como Tolkien, Harry Potter,
Anime Club, turistas visitantes a los museos y teatros, visitantes y artistas, jóvenes que ven al CENAC como su sitio de encuentro, scouts, movimientos juveniles, representantes indígenas que han realizado actividades allí, artesanos, escultores, pintores, escritores, poetas,
truequeros de libros, funcionarios, amantes de la cultura y el arte, en fin, piden al pueblo costarricense, «levantémonos, marchemos, manifestémonos, gritemos, unámonos,
no dejemos que desaparezca este importante centro cívico y cultural»·

El Viernes cinco de mayo, de 11 am a 2 pm en Parque España (frente al CENAC). Identifiquémonos vestidos de blanco con un lazo o distintivo rojo.

Se pintarán varias mantas para la cual se les solicita traer pinturas, marcadores, pinceles, etc.

La pista se ha puesto pesada a la derecha en centroamérica.

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* Escritor costarricense.

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