Cuba, Derechos Humanos – EL LAGARTO VERDE NAVEGA
Con 135 votos a su favor –de los 191 acreditados ante la Asamblea General– Cuba fue elegida para integrar el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas. La elección del país anatmatizado por la Casa Blanca durante más de 45 años puede leerse como uno de los fracasos más estrepitosos de Wáshington y acaso indique el comienzo oficial del crepúsculo del unilateralismo.
Además de Cuba, la ONU eligió el martes nueve de mayao de 2006 a 44 de los 47 integrantes del nuevo Consejo. Faltan por elegir tres de los seis representantes de Europa Oriental, que saldrán de los actuales aspirantes: Azerbaiján, Lituania, Eslovenia, Ucrania, Rumania y Hungría, que unirán a los ya electos, Rusia, Polonia y la República Checa.
En el área latinoamericana se eligieron, además de Cuba, a la Argentina, Brasil, Ecuador, Guatemala, México, Perú y Uruguay.
África quedó representada por Ghana, Zambia, Senegal, Sudáfrica, Malí, Mauricio, Marruecos, Gabón, Djibouti, Camerún, Túnez, Nigeria y Argelia.
Del continente asiático fueron elegidos India, Indonesia, Bangladesh, Japón, Malasia, Paquistán, República de Corea (Sur), China, Jordania, Filipinas, Bahrain, Arabia Saudita y Sri Lanka.
De Europa Occidental y otros Estados fueron electos Alemania, Francia, Gran Bretaña, Suiza, Holanda, Finlandia y Canadá.
Para integrar el Consejo de Derechos Humanos los candidatos necesitan un mínimo de 96 votos. Cuba obtuvo más de dos tercios de los votos, a pesar de las insistentes campañas de Estados Unidos y sus aliados europeos para impedir su llegada al Consejo.
Conocida la elección, el Ministerio de RREE cubano emitioó una declaración asegurando que velará para el CDH represente los intereses de los países del Tercer Mundo, en especial a las causas justas a las cuales las potencias se opongan, advirtiendo:
«Si Estados Unidos y otras potencias industrializadas lograran secuestrar las labores del Consejo y convertirlo en un nuevo tribunal inquisidor para sancionar a los pueblos del Sur y demonizar cuanta causa justa sea enarbolada en nuestro planeta, no deberá existir duda alguna en que Cuba ocupará nuevamente el estrado para la denuncia».
Alguna vez escribió Nicolás Guillén:
Por el Mar de las Antillas
(que también Caribe llaman)
batida por olas duras
y ornada de espumas blandas,
bajo el sol que la persigue
y el viento que la rechaza,
cantando a lágrima viva
navega Cuba en su mapa:
un largo lagarto verde,
con ojos de piedra y agua.
Alta corona de azúcar
le tejen agudas cañas;
no por coronada libre,
sí de su corona esclava:
reina del manto hacia fuera,
del manto adentro, vasalla,
triste como la más triste
navega Cuba en su mapa:
un largo lagarto verde,
con ojos de piedra y agua.
Junto a la orilla del mar,
tú que estás en fija guardia,
fíjate, guardián marino,
en la punta de las lanzas
y en el trueno de las olas
y en el grito de las llamas
y en el lagarto despierto
sacar las uñas del mapa:
un largo lagarto verde,
con ojos de piedra y agua.
(En La paloma de vuelo popular).