Cuba. – FIDEL POSTRADO Y EL FUTURO A LA ESPERA

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Carlos Valenciaga era un desconocido para el mundo. A él tocó –en su calidad de secretario personal del presidente cubano– anunciar que Fidel Castro Ruz dejaba «temporalmente» sus tareas de gobierno y otras. Valenciaga de seguro no habría sido en otra época uno de esos mensajeros que entregaban la cabeza por portar malas noticias. Al contrario. En su actual etapa de agua mineral el presidente de EEUU habrá brindado –y se habrá alegrado– por ella.

Y con el inefable señor Bush, aunque tal vez no junto a él, brindaron más de un CEO, accionistas de multinacionales, el presidente Fox, de México, y la derecha universal. Porque no es un hombre el enfermo: es el enemigo que debe morir. Realidad aparte fueron los «festejos» que tienen lugar –mientras se escribe esta crónica– en la Habana chica en Miami, La Florida, Estados Unidos.

Muchos cientos de cubanos que han emigrado a EEUU –o que viven allí su largo exilio– se tomaron las calles cerca de la Fundación cubano-americana

(tomar nota: Cuba no es América)

para festejar la muerte, que consideran inminente, del viejo luchador.

Lo cierto es que sorpresa fue la primera reacción al anunciarse, sobre las nueve de la noche, hora de La Habana, lo que todo indica es un muy grave estado de salud del presidente cubano.

Fidel Castro había estado la semana anterior en la ciudad de Córdoba, Argentina con el objeto de firmar un acuerdo comercial, de indudables proyecciones políticas, entre Cuba y el MERCOSUR; en esa oportunidad más de 40.000 personas se autoconvocaron en la Universidad de Córdoba para escucharle una suerte de clase magistral que se prolongó por casi tres horas.

De regreso a la isla, participó en los festejos del 26 de julio, oportunidad en que pronunció dos discursos a su estilo: un total de más de cinco horas. Nada, pues, podía hacer presumir que menos de una semana después iba a tener que ser intervenido quirúrgicamente en una emergencia que quitó el aliento a los cubanos.

Por ahora, según el comunicado que habría redactado de su puño y letra el enfermo, no se suspende ni retrasa la reunión de los países no alineados a realizarse próximamente en Cuba, y los 80 años del líder, que debían festejarse el 12 de agosto de 2006, se postergaron hasta el dos de diciembre, fecha que recuerda la llegada del Granma a las costas cubanas.

Fuentes extraoficiales en La Habana descartaron absolutamente en la madrugada del martes primero de agosto que la sopresiva hemorragia gastrointestinal de Fidel Castro pudiera deberse a un atentado –Fidel ha escapado de más de un intento de envenenamiento– y la versión oficial indica que se debió al agotamiento y sus efectos sobre el sistema nervioso provocado por su intenso trabajo. Tampoco en Miami, según informe telefónico, corrían en las horas finales de la noche del lunes primero de agosto rumores sobre causas exernas que hubieran provocado la crisis de salud del dirigente.

Lo que ha quedado claro con el retiro de Fidel Castro de sus actividades de gobierno –por ahora en forma provisional– es que la sucesión en el mando político y militar se producirá, cuando sea definitiva, en forma aceitada y sin luchas intestinas. Por lo demás se trata de un recambio de autoridades según metodología prevista en la legislación cubana.

Se desprende de la carta leída por Valenciaga –la CNN prefiere llamarla comunicado– que el gobierno cubano prevee un nuevo equipo ejecutivo en el que personalidades jóvenes tendrán un lugar destacado. La misión de Raúl Castro será la de instalarla y articular las relaciones entre la vieja guardia y los nuevos dirigentes.

Si ello es así las esperanzas de la Casa Blanca de poder maniobrar durante la transición política se estrechan hasta casi desaparecer. Lo que permite inferir que bien podría el gobierno de EEUU caer en la tentación de otras medidas, frontales, incluso llegar a la aventura belica. Esta situación replanteará a partir de los próximos días la cuestión del país latinoamericano que ocupe el asiento en el Consejo de Seguridad.

Hasta la medianoche del lunes los gobiernos de Bolivia y Venezuela, los más próximos a La Habana en América del Sur, guardaban un pesaroso silencio. En el resto de los países del área, quizá por la hora, no se había producido ninguna reacción. La Iglesia Católica no ha llamado –no todavía– a orar por el dirigente enfermo.

Considerando el buen estado físico que ha lucido el estadista cubano en los últimos meses, todo indica que en un lapso no superior a las seis semanas –si no se presentan complicaciones post operatorias– Fidel debería volver al primer plano que ocupa desde 1959. Mientras, el gobierno isleño está en manos de Raúl Castro, también veterano de la guerra revolucionaria.

Para los próximos días, independientemente de la evolución de Castro, se espera la reacción política y diplomática del gobierno estadounidense ante un cambio de gobierno que podría pasar de provisional a definitivo.

TEXTO ÍNTEGRO DE LA CARTA DEL COMANDANTE
FIDEL CASTRO RUZ AL PUEBLO DE CUBA

Con motivo del enorme esfuerzo realizado para visitar la ciudad argentina de Córdoba, participar en la Reunión del MERCOSUR, en la clausura de la Cumbre de los Pueblos en la histórica Universidad de Córdoba y en la visita a Altagracia, la ciudad donde vivió el Che en su infancia y unido a esto asistir de inmediato a la conmemoración del 53 aniversario del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, el 26 de julio de 1953, en las provincias de Granma y Holguín, días y noches de trabajo continuo sin apenas dormir dieron lugar a que mi salud, que ha resistido todas las pruebas, se sometiera a un estrés extremo y se quebrantara.

Esto me provocó una crisis intestinal aguda con sangramiento sostenido que me obligó a enfrentar una complicada operación quirúrgica. Todos los detalles de este accidente de salud constan en las radiografías, endoscopías y materiales filmados. La operación me obliga a permanecer varias semanas de reposo, alejado de mis responsabilidades y cargos.

Como nuestro país se encuentra amenazado en circunstancias como esta por el Gobierno de los Estados Unidos, he tomado la siguiente decisión:

1) Delego con carácter provisional mis funciones como Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba en el Segundo Secretario, compañero Raúl Castro Ruz.

2) Delego con carácter provisional mis funciones como Comandante en jefe de las heroicas Fuerzas Armadas Revolucionarias en el mencionado compañero, general de Ejército Raúl Castro Ruz.

3) Delego con carácter provisional mis funciones como Presidente del Consejo de Estado y del Gobierno de la República de Cuba en el Primer Vicepresidente, compañero Raúl Castro Ruz.

4) Delego con carácter provisional mis funciones como impulsor principal del Programa Nacional e Internacional de Salud Pública en el Miembro del Buró Político y Ministro de Salud Pública, compañero José Ramón Balaguer Cabrera.

5) Delego con carácter provisional mis funciones como impulsor principal del Programa Nacional e Internacional de Educación en los compañeros José Ramón Machado Ventura y Esteban Lazo Hernández, Miembros del Buró Político.

6) Delego con carácter provisional mis funciones como impulsor principal del Programa Nacional de la Revolución Energética en Cuba y de colaboración con otros países en este ámbito en el compañero Carlos Lage Dávila, Miembro del Buró Político y Secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros.

Los fondos correspondientes para estos tres programas, Salud, Educación y Energético, deberán seguir siendo gestionados y priorizados, como he venido haciéndolo personalmente, por los compañeros Carlos Lage Dávila, Secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, Francisco Soberón Valdés, Ministro Presidente del Banco Central de Cuba, y Felipe Pérez Roque, Ministro de Relaciones Exteriores, quienes me acompañaron en estas gestiones y deberán constituir una comisión para ese objetivo.

Nuestro glorioso Partido Comunista, apoyado por las organizaciones de masas y todo el pueblo, tiene la misión de asumir la tarea encomendada en esta Proclama.

La reunión Cumbre del Movimiento de Países No Alineados, a realizarse entre los días 11 y 16 de septiembre, deberá recibir la mayor atención del Estado y la Nación cubana para celebrarse con el máximo de brillantez en la fecha acordada.

El 80 aniversario de mi cumpleaños, que tan generosamente miles de personalidades acordaron celebrar el próximo 13 de agosto, les ruego a todos posponerlo para el 2 de diciembre del presente año, 50 aniversario del Desembarco del Granma.

Pido al Comité Central del Partido y a la Asamblea Nacional del Poder Popular el apoyo más firme a esta Proclama.

No albergo la menor duda de que nuestro pueblo y nuestra Revolución lucharán hasta la última gota de sangre para defender estas y otras ideas y medidas que sean necesarias para salvaguardar este proceso histórico.

El imperialismo jamás podrá aplastar a Cuba.

La Batalla de Ideas seguirá adelante.

¡Viva la Patria!

¡Viva la Revolución!

¡Viva el Socialismo!

¡Hasta la Victoria Siempre!

Fidel Castro Ruz
Comandante en Jefe
Primer Secretario del Partido y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba.

Julio 31 del 2006

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