EEUU, 200 años de guerras y anexiones

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Más de doscientos años de historia de Estados Unidos, nos dan profusión de ejemplos, en el que el imperialismo norteamericano apoyándose en su fuerza militar, se inmiscuye brutalmente en los asuntos internos de otros Estados y pueblos , desatando guerras de agresión, apoderándose de países enteros convirtiéndolos en colonias suyas o anexando extensos territorios.

Una vez más Europa se embarca en otra guerra esta vez contra el Califa sucesor del profeta del Islam, en realidad más de los mismo los que ayer fueron sus aliados en la lucha contra el Estado Siriano hoy se transforman en sus enemigos.

Pero la historia está ahí al alcance de nuestros ojos, por lo menos para aquellos que aun quieren ver. En efecto al repasar diferentes documentos históricos sobre las intervenciones americanas, detuve mi atención en un hecho que demuestra le esencia misma del proceso de desarrollo capitalista.
El 16 de setiembre de 1898, en la ciudad de Indianápolis fue pronunciado un vehemente discurso en defensa de una nueva fase de la política imperialista de los EEUU que entro en la historia norteamericana bajo el titulo de la Marcha de la Bandera (March of the Flaag).
Su autor fue A. Beveridge, que aspiraba a ser elegido al Senado en las elecciones de aquel año y deseaba en esta relación obtener el apoyo de los influyentes medios financiero-industriales. A. Beveridge declaro… «en esta campaña, la cuestión de la expansión económica no es solo cuestión del partido…no es solo una cuestión americana… sino que es una cuestión mundial. ¿Debe el pueblo americano seguir aspirando a la supremacía comercial en el mundo? … ¿Debemos ocupar nuevos mercados para la producción de nuestros granjeros y de nuestras fabricas, que venden nuestros comerciantes y, con ayuda de Dios, nuevos mercados para todo lo que llevan en sus bodegas nuestros barcos?.. Hoy cultivamos más de lo que podemos consumir y producimos más de lo que podemos usar. Por eso debemos encontrar nuevos mercados para nuestros productos».eeuu g

El futuro de la política económica norteamericana fue el problema más acuciante para los medios de negocios y las intervenciones en defensa del rumbo imperialista y su estimulación no se limitaban a pequeños auditorios de ciudades provinciales. Así comenzó la guerra en 1898 contra España, y el anexo de las Islas Hawái, dos meses más tarde exigió que la España vencida le transfiriera, como reparaciones de guerra, Puerto Rico, ese mismo verano las tropas norteamericanas ocuparon las Islas Wake, y al cabo de unos meses el Presidente de los EEUU McKinley anexo las islas de Filipinas y de todas las propiedades españolas del Hemisferio Occidental, por veinte millones de dólares en concepto de indemnización. Resumir algunas de las perlas del collar expansionista de los EEUU sería imposible en un solo artículo, pero este relato recordatorio demuestra claramente la moral perversa, de los Gobiernos Americanos.
Actualmente hay más de 50 países con tropas americanas acantonadas, centenares de miles de toneladas de armamentos y pertrechos bélicos, aeródromos, puertos marítimos, carreteras estratégicas, sistemas de telecomunicaciones etc… diseminados por el mundo, bajo control del ejército americano, fomentando la ilusión de la democracia y la prosperidad en la mundialización de artículos de consumo. Con inversiones de miles de millones de dólares para comprar conciencias para ingerirse cada vez más en la complicidad de las garras del monstruo… haciendo sucumbir pueblos enteros, acompañados de su sequito de aliados… mercenarios de ocasión, que actúan como aves de rapiña en el mísero reparto de las escasas materias primas que aún quedan para el desarrollo de la humanidad.

Por desgracia, ni el poder evitar una guerra es hoy promesa de un futuro brillante para la humanidad, ya que el desarrollo del capitalismo ha fabricado autómatas que fabrican maquinas que actúan como hombres y producen hombres que actúan como maquinas, su razón se deteriora a la vez que crece su inteligencia artificial dando así lugar a una peligrosa situación de proporcionar al hombre la fuerza material más poderosa sin la sabiduría para emplearla.
Para los EEUU esta situación representa un negocio que ha sido incorporado al sistema social y al aparato económico y es natural que la noción de enemigo y de amenaza interna también exista como un ingrediente psicológico necesario. Aun mas, la calidad misma del carácter nacional es fuertemente influido por esta condición al punto de que , por requerimientos de la estructura social misma , ya que para el estadounidense medio cualquiera puede ser el enemigo en cualquier momento … durante la Segunda Guerra Mundial Japón era nuestro enemigo, ahora es nuestro amigo; la URSS era nuestro amigo , para después ser nuestro enemigo , Alemania nuestro enemigo, ahora amigo , podemos decir los mismo de China , Italia , etc.. así amigos y enemigos se suceden entre fuertes fluctuaciones cuyas definiciones alternas producen cinismo y un estar dispuesto a dejar que las clases dirigentes, los expertos, nos digan quien es el amigo y quien el enemigo.
Así aconteció con Irak una época amigo y aliado contra los guardianes ayatolicos de la revolución de Irán, poco después convertido en el apocalíptico y satánico enemigo que amenazaba la fase de la tierra con sus «invisibles» … armas de destrucción masiva»
Ahora es el Califa del Estado Islámico quien profundiza la lógica de la barbarie y ocasiona una guerra interminable cuyas consecuencias serán irremediablemente graves.

Pero el desleal con la verdad lo es también con la mentira, y hay quienes parecen enfurecerse contra su propia sombra y arman borrasca y guerras allí donde no hay más castigado ni interesado que sus propios clamores e intereses, encocorados. Es entre el temor del dolor y la muerte que la impaciencia del eje del mal genera una furiosa e indiscreta sed de chantajes entre países y quienes se dejan corromper les ciega su pura cobardía que los torna tan dúctiles y manejables, como si la impaciencia fuera mejor solución que la paciencia.

**Miembro de la Plataforma Descam y del Consejo de Redacción del Hebdolatino

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