El hambre mata más que la guerra

A.T.

Parece absurdo en una época en que una hectárea sembrada –de cualquier cosa– rinde el doble o más que hace dos generaciones. La triste realidad, empero, que no pertenece al mundo agrícola, dice que es así. Como cantó Serrat, pasa que la realidad no tiene remedio. Y quien dice en este breve filme que el hambre mata más que la guerra sabe de lo que habla.

Vive en Brasil y conoce de realidades, las tristes realidades de un país enorme, rico y en buena parte hambriento, un país donde inconcebiblemente hay niños armados, niños que mueren, policías que los matan. Un país que disputa con Chile la inequidad del reparto del producto social.

Un país en el que los campesinos hambrientos y sin tierra suman centenares de miles, y marchan entre el polvo, la selva y la nada, sin ser escuchados, pero sí reprimidos.

Marco Calabria, presidente de la revista semanal Carta, entrevista a Carlos Albert Christo, teólogo más conocido como Frei Betto, designado coordinador de la campaña de movilización social “Fame Zero” (Hambre Cero) por el gobierno brasileño. El diálogo se produjo en abril de 2004, en Italia, pero salvo asuntos de detalle es como si hubiera tenido lugar ayer.

Por estos día tendrá lugar en Brasil una versión más del Foro que reclama otro mundo y asegura que es posible. Quizá. Pero por cierto no en este mundo que vivimos. No, al menos, para aquellos que mueren de hambre sin haber nunca conocido otra guerra más que la de su supervivencia.

Una producción de Arcoiris TV, que durante 14 minutos y 41 segundos perturba las buenas conciencias. Y prueba que un lustro pasó en vano para los desheredados del mundo.