El jardín de las peculiaridades

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R.W.

Si algo bueno sale de la crisis que nos muerde los talones es que nos obliga a pensar distinto a como lo hacíamos ayer; caminos ayer cerrados hoy se abren, otros ayer transitados muestran su agotamiento; el mundo se torna imprevisible –y Sepúlveda pensó que es hora de darle un sentido.

En su más alto significado la politica es el cómo se organizan las sociedades para cumplir con el mandato de sobrevivir; no de cualquier manera, sino con dignidad. Dignidad que, en este caso, no es más que aceptar las diferencias en su seno y rechazar los estándares que aquí y allá pretendan ser impuestos. De ahí el título de este ensayo de Jesús Sepúlveda: El jardín de las peculiaridades. Lo peculiar es lo que distingue y diferencia, lo que caracteriza a un individuo haciéndolo especial entre sus semejantes.

En cierto modo este ensayo, pese a su brevedad, plantea un doble desafío al lector: el primero permitir que un profesor de letras y poeta se adentre en el territorio reservado a filósofos, moralistas, antropólogos, politólogos; el segundo es dejarse llevar por la argumentación sin perder el sentido crítico, pero tampoco anclándose en que "las cosas son así" –porque a diario los hechos nos dicen que no son así y que tal vez nunca debieron serlo.

El jardín de las peculiaridades se publicó por primera vez en 2001 (Ediciones del Leopardo, Buenos Aires) sin llamar mucho la atención del sofisticado mundo cultural porteño, que se deslizaba por los barrancos-trampa de la economía comprendida como garantía de lucro; echó a andar, empero, y a la fecha circula traducido al inglés (Estados Unidos), portugués (Brasil), francés (Canadá) y se preparan ediciones en Holanda y Finlandia, que sepamos.

Dice en la contraportada un texto de Álvaro Leiva: "El jardín es la humanidad con y en la naturaleza; es todo o nada: es la sistemática, organizada y reversible historia de la deriva de nuestras conciencias por medio de la creación de infinitos jardines de peculiaridad o la sistemática y organizada práctica de estandarización en colonias imaginadas en colonias imaginadas e irreversibles. Leer y elegir, el resto vendrá solo".

Una entrevista a Sepúlveda (Santiago de Chile, 1967) –Las trampas de la fe y de la ideología son un espejismo–puede leerse en este portal, aquí: www.surysur.net/?q=node/7111.

Por ahora tres párrafos del libro:

"La civilización -vista como segunda naturaleza- ha legitimado la destrucción de todo aquello que no es sino la propia naturaleza. La negación de lo natural fundamenta el orden civilizado, que se expande como dominio y se manifiesta de modo sanguinario en el exterminio de los pueblos indígenas y de las culturas autóctonas.

"Para la civilización, todo acto de destrucción de sus íconos es un acto iconoclasta o terrorista. Cuando la civilización destruye la vida y la cultura -ajena a su orden civilizado- deviene acción civilizadora. Ésta ha sido la lógica de la colonización.

"El exterminio de los pueblos colonizados no se ha llevado a cabo solamente a través del restallido del látigo o del disparo del cañón, sino que también a través de la tala de los bosques y de la construcción de represas".

El texto completo –y gratuitamente– lo encuentra aquí: www.logoslibrary.eu/pls/wordtc/new_wordtheque.w6_start.doc?code=59484&lang=ES.

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