El mundo según Bigio. – EL SEGUNDO CASTRISMO, RUSIA Y OBAMA 11 A 0

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Castrismo, capítulo II

Hace ocho décadas Lenin lideró la revolución bolchevique prometiendo ir disolviendo al Estado para ir hacia una sociedad mundial más democrática e igualitaria. Empero, el Partido Comunista Soviético forjaría otro modelo (que luego se expandiría a un tercio de la humanidad) en el cual creció el estatismo y el poder se concentró en una nueva élite nacionalista y totalitaria.

En todos aquellos países donde los comunistas llegaron al poder, los sucesores de los dirigentes revolucionarios fueron designados en reuniones internas de cúpulas sin que haya mediado ninguna elección popular. Ninguna mujer jamás llegó a la cabeza de ninguna nación socialista, y el nuevo jefe fue siempre selecto por el aparato del partido.

En Corea del Norte y Cuba los herederos del forjador del nuevo «Estado socialista» son, además, parientes de aquellos (el hijo de Kim y el hermano de Fidel). Raúl Castro ha jurado como presidente cubano afirmando que en todo lo importante consultará con su hermano mayor, aunque promete reducir la burocracia y ampliar la democracia interna –mientras asegura el monopolio del partido único y la continuidad del sistema.

El sistema cubano
Cuba nombró a su nuevo Presidente, Raúl Castro, mediante un modelo singular en todo Occidente. Cuba celebra elecciones, pero no son multipartidarias y en ellas solo pueden candidatear quienes no postulen subvertir al sistema de partido único.
El Presidente en México es quien gana más votos en una ronda, en EEUU es quien vence en el Colegio Electoral y en casi toda América Latina es quien obtiene una mayoría significativa con un mecanismo de dos rondas. En varios sistemas de Europa, el Caribe y Canadá el gobierno es nominado por el Parlamento.

En Cuba el Presidente es designado por la Asamblea Nacional, aunque en ésta solo prima un solo aparato y no haya habido campaña alguna o debate público entre aspirantes.

Los castristas aducen que este es un régimen más “democrático” que el que tienen Jamaica, Canadá, España y otras monarquías que tienen un rey hereditario o el de las repúblicas “capitalistas” cuyos presidentes reflejan las “dictaduras del dinero”.

Para diversos liberales y socialdemócratas el castrismo es una “monarquía roja” que castra libertades y derechos humanos. Para varios marxistas Cuba no debe tener una autocracia pro mercado y debe “democratizar e internacionalizar su revolución”. Para muchos cubanos exiliados su isla apenas ha cambiado de tirano al que hay que deponer para ir a un liberalismo tipo EEUU.

Fidel – Xiapoing

En el Kremlin Putin está impedido de postular por un tercer mandato pero seguirá siendo el hombre fuerte de Rusia cuando deje la presidencia. Fidel fue el primer mandatario rusófilo de las Américas y su decisión de alejarse del cargo presidencial (pero que mantendrá la vigilancia desde un poco afuera) no solo se inspira en ello sino también en dos experiencias muy cercanas.

Aparte de él el mandatario revolucionario latinoamericano que más duró en el manejo del Estado fue Omar Torrijos, quien rigió a Panamá desde 1968 a 1981 sin haber tenido colgada la banda presidencial. En el mundo comunista el último líder de gran trascendencia fue Deng Xiapoing, que cambió a China como jefe de la Comisión Central Militar del Partido Comunista en 1981-89. Logró ese cargo a los 77 años de edad y lo dejó a los 85. Sin embargo viviría ocho años más después de renunciar y se mantendría como el inspirador del actual modelo chino que hoy Vietnam y Cuba tratan de emular.

Rusia y EEUU

Después de que Rusia perdió la guerra fría adoptó varios sistemas económicos y políticos de su antiguo rival norteamericano. Entre ellos está el tener elecciones presidenciales cada cuatrienio (justo en el mismo año que las de EEUU) y permitir solo una re-elección presidencial. En Moscú y en Wáshington se acaban los ocho años en el poder de Putin y de Bush. Mientras no se sabe quien llegara a la nueva Casa Blanca si es seguro quien seguirá en el Kremlin.

Como Putin no puede seguir en el cargo, ha designado a Dmitry Medvedev, quien ya ha asegurado ganar las presidenciales del dos de Marzo y le ha ofrecido seguir siendo el hombre fuerte del país –lo cual era cuando se enfermaba Yeltsin– y su nuevo premier. Putin podría volver a la presidencia en otro periodo o ser electo el nuevo mandatario de una nueva unión con Bielorrusia.

Mientras que en EEUU hay dos partidos que se alternan en el poder pero sin hacer mayores cambios en el sistema demo-liberal, en la Rusia post-soviética la oposición (los comunistas) nunca han llegado al poder. En este gigante los cambios entre partidos pueden producir radicales transformaciones. Si los rojos gobernaron de 1917 a 1991, los pro-capitalistas tipo Yeltsin-Putin quieren quedarse décadas en palacio para asegurar que se consolide el nuevo modelo de empresa privada.

Obama 11 Hillary 0

Este no es el resultado de una goleada sino de las últimas 11 contiendas internas que ha tenido el Partido Demócrata de EEUU. En éstas Barack Obama ha ganado siempre a Hillary Clinton,usualmente duplicando sus votos y calando en sus cinco pilares: mujeres, obreros, sindicatos, «latinos» y adultos mayores.

Si la Clinton no avanza en los comicios del cuatro de marzo en Ohio o Texas –donde Hillary realizó con los «latinos» en El Paso, frontera con México, un gran mitin–, su candidatura podría agonizar. Ella está solo un cinco por ciento de votos por debajo de su rival para la convención demócrata y podría darle la pelea queriendo recoger el apoyo de la mayoría de los líderes del partido (súper-delegados) o buscando legitimar las anuladas internas de La Florida y Michigan, que la favorecieron.

Uno de los sectores claves que podrían decidir el futuro de Hillary son los «hispanos», el grupo que más vota por ella. Empero, Obama ya viene logrando apoyo de dirigentes «latinos», incluyendo La Opinión, cabeza de la mayor red de periódicos en castellano de EEUU.

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* Analista internacional.

Isaac Bigio trabaja en Londres y sus análisis y columnas se publican en diversos medios periodísticos de América Latina.

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