El Salvador: la historia ya se define

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Surysur*

A pocos días del acto electoral –que esperan los salvadoreños en un clima de ansiedad y expectativa– los dos candidatos jugaron las últimas cartas  disponibles en esta dura batalla del cambio contra el continuismo.

Ambas campañas tuvieron cierres multitudinarios, para el caso de Rodrigo Ávila (ARENA) que lo hizo en una concentración en el estadio Cuscatlán el domingo ocho de marzo, convocándose a delegaciones de los catorce departamentos del país, y donde el candidato pronunció el discurso de cierre ante la dirigencia arenera y sectores que lo apoyan. Se estima que pudo haber reunido una muchedumbre de alrededor de 50.000 personas

El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional –"El Salvador no se ha doblegado"– convocó a sus militancia  y simpatizantes a una concentración en la Avenida Juan Pablo Segundo de San Salvador, que tuvo lugar el sábado, convocando cerca de doscientas mil padherentes en una jornada que coincidió con otras actividades en el resto del país.

En el acto central de apoyo de Mauricio Funes sobresalió la participación y la presencia de personalidades e instituciones políticas y sociales que en los últimos días han adosado el apoyo a la fórmula presidencial del FMLN. Se anuncian además otras actividades para ese día y los posteriores, hasta que concluya el período permitido de proselitismo a última hora del jueves doce de marzo.

Eran horas cruciales para Mauricio Funes, que había recibido variadas y significativas adhesiones de sectores de fuera del partido y de la izquierda del país, como el Partido Social Demócrata y Cambio Democrático, y también más de seiscientos pastores evangélicos, asociaciones de transporte público y de carga, sectores profesionales en general, en particular gremios de médicos y del sector salud, y asociaciones de abogados, entre otros.

El jueves cinco de marzo posiblemente será recordado por su significado histórico y estratégico para lel FMLN: ese día integrantes históricos de la Democracia Cristiana  –entre ellos el hijo del ex presidente de la República, José Napoleón Duarte– decidieron volcarse en la campaña del cambio que ofrece Mauricio Funes, alejándose de la dirección actual del PDC que optó por retirarse de la contienda y pactar con Arena.

Pero más significativa es que la ex fórmula presidencial del Partido de Conciliación Nacional, PCN, Tomás Chévez y Rafael González Garciaguirre, que hace unas semanas retiraron sus candidaturas y fieron un portazo a la dirigencia decicdiendo no dar su apoyo a Ávila y Arena, definieron su opción y lo entregaron a Funes.

El 15 de marzo –aunque no se descarta la pòsbilidad de fraude– hablarán las urnas.

Fuente: José Mario Zavaleta, periodista, en www.argenpress.info

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