El socialismo que no va pa’l baile

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Un “Socialismo de Estado”, en el cual las decisiones se ultra-centralizan, sofoca la creatividad popular, el tejido social resulta permeado por una estrecha red de control político que mina la confianza y las solidaridades, que criminaliza la crítica y hace desaparecer las propuestas no alineadas, incluso antes de que puedan aflorar. Este Socialismo de Estado, como la historia del siglo XX lo ha mostrado, termina en una rigidez política triste, sin capacidad de innovación y sin utopías movilizadoras.

Ninguna táctica de movilización (con agenciamientos paranoico-agresivos) puede legitimar cerrar filas hacia un pensamiento único de izquierda y querer controlar desde arriba el proceso de transición. Reducir la política del multiverso socialista a la lógica de lo blanco y negro estalinista, del amigo-enemigo y de una polarización minoritaria que no permite mediaciones ni aprendizajes en el propio campo revolucionario, es justamente sustituir la política de masas por la policia interna. Esta vía puede servir para estabilizar temporalmente a un “gobierno progresista”, pero no puede llevarnos a la emancipación, que es la base del cambio revolucionario.

En la historia de las transiciones socialistas se ha utilizado con demasiada frecuencia el expediente real de la amenaza imperialista, para justificar el sacrificio de espacios democráticos, de debate y crítica, para minar así los procesos de cambio revolucionarios. De este modo la lucha anti-imperialista sirve de coartada para aquellos que impulsan el sectarismo, el burocratismo y un oportunismo de fraseologia ultraizquierdista.

No hay que vivir la dolorosa vivencia de la contradicción entre un discurso oficial “progresista” y una práctica despótica para reconocer que el socialismo real del siglo XX ha quedado enterrado en el pasado. El chance del Gran Polo Patriótico como pluralidad de movimientos en un Gran Movimiento Nacional-Popular de izquierdas, puede ser la bisagra para avivar la llama de las emancipaciones por-venir.

Si el socialismo no es la mayor conjunción entre justicia social, igualdad sustantiva, inclusiòn, emancipación política y emancipación social, entonces, no va pa´l baile. Usted decide.

*Sociólogo y docente universitario venezolano
 

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