En aguas turbias buscan una plataforma hundida de Petróleos de Venezuela

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Jean Araud.*

Mientras el mundo sigue con preocupación la evolución de las consecuencias de la tragedia de la plataforma Deepwater Horizon de la British Petroleum en el Golfo de México, asistimos en Venezuela a una farsa por el hundimiento de otra plataforma en el Caribe, la Aban Pearl. En este caso no se trata de una  tragedia porque no hubo pérdida de vidas que lamentar, tampoco ningún daño significativo para el ambiente. Es comedia por el espectáculo de “buzos mediáticos” que buscan desesperadamente en aguas turbias y revueltas una plataforma hundida de Petróleos de Venezuela —que no encontraran.

Y es muy cómico por la buena y sencilla razón que todas las plataformas fuera costa de la estatal petrolera están en tierra firme. Se encuentran todavía en construcción en Venezuela y en Argentina, en asociación con astilleros brasileros y argentinos. 

Pero esto no impidió a agencias internacionales de prensa como Reuters & Co, televisoras como CNN y otros “medios alineados” de todas latitudes de difundir al unisonó con la oposición venezolana todo tipo de barbaridades.

“Que se hundió una plataforma de Petróleos de Venezuela que la operaba… que la imagen de Petróleos de Venezuela estaba dañada por su plataforma hundida… que producía una desconfianza internacional… que de su capacidad operativa…” Y hasta una declaración tipo tecnología de punta en ingeniería naval sobre un “hundimiento natural porque todo lo que toca el gobierno se hunde”.

Reuters por su parte se destaco con un histórico detallado de los accidentes de Petróleos de Venezuela en el cual incluyo hasta los accidentes menores e individuales de trabajo del personal de la Empresa. Por suerte nos libró de un estudio comparativo con las petroleras que operan a nivel internacional porque habríamos tenido que compulsar una extensa enciclopedia de los reales graves y lamentables accidentes de plataformas. 

A nivel local se precipito delante de los micrófonos el diputado Ismael García, experto en buscar primeras planas, solicitando una investigación de la Fiscalía General de la República por las “irregularidades” de una “chatarra” en un hundimiento provocado por “corrupción administrativa”. Para asegurarse él de su show: nos revelo inclusive “creer saber quiénes eran responsables directos del hundimiento. Ni más, ni menos que “el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez y el proprio Presidente de la República, Hugo Chávez”.

A nivel local también contamos en la radio hasta con “terroristas de la información” como Iván Ballesteros en dúo con Patricia Poleo, una periodista “refugiada” en Miami. Y lo de “terroristas” no es una simple imagen, cuando se trata de un programa llamado Plomo Parejo con secciones de “Plomo y Candela”, noticias comentadas con fondo ambiental de explosiones y disparos de armas automáticas. Así que sus análisis sobre el hundimiento de la plataforma Aban Pearl son algo con “Pum… Pum… Pum… TaTaTaTa…. TaTaTaTa… TaTaTaTa…” con una síntesis final de estruendosa explosión. Pero como vivimos bajo un rrrrregimen dictatorial que atenta a la libertad de expresión nuestro Ministerio de Información sanciona duramente dicho programa Plomo Parejo clasificándolo apto para niños, niñas y adolescentes sin la supervisión de sus padres y representantes —para que así estos periodistas puedan tranquilamente a diario colocar sus bombas y disparar sus armas como un modelo de educación de la juventud. 

Pero de la jauría mediática despedazando sin compasión la pobre Aban Pearl, hay que admitir que algunos tuvieron la honestidad en reconocer que “ningún trabajador petrolero resulto fallecido y que no produjo ningún daño ecológico” pero agregando con su estilo sistemático de costumbre que “afortunadamente y casi por milagro”.

Los “ex” y la memoria mediática

El caso de la plataforma Aban Pearl no escapo tampoco al acostumbrado desfile de los “ex” en el canal de televisión supuestamente informativo de Globovision. Los “ex” son los ex ministros, ex altos funcionarios y “ex no se que mas…”, que frente a cualquier acontecimiento técnico, cultural, político o económico y hasta natural como terremotos, temblores, rayos, lluvias o sequias, se disputan las explicaciones de que hay que hacer y como hacerlo.

Al escucharlos con detenimiento uno llega a preguntarse porque cuando estos “ex” gobernaban… ¿ Por qué Venezuela no logro llegar a ser Primera Potencia Mundial ?

Tanto los terroristas de la información como todos estos “ex” no parecen tener memoria mediática cuando disertan sobre accidente de plataforma petrolera en nuestras aguas.

A titulo de recordatorio podríamos señalar algunos accidentes, en estos casos si de plataformas pertenecientes a la estatal petrolera de sus épocas. Como simple ejemplo: en 1983 en Maracaibo los dos pozos en emergencia de Lagoven y el pozo CL-49 de Corpoven botando gases y contaminando el Lago por derrame de crudo durante varios días.

Claro, lo que pasa es que en estos tiempos los medios de comunicación cumplían con su función sagrada de informar, sin armar tantos alborotos compulsivos y los técnicos se dedicaban al plan de contingencia para resolver técnicamente las emergencias.

Quien suscribe puede dar fe de esto, con los reportes de prensa adjuntos, además, por haber participado en las operaciones del buque oceanográfico que efectuó el levantamiento sismográfico para al equipo de especialistas que resolvió la emergencia.  

Detrás del telón mediático

En el caso de la plataforma Aban Pearl, hay que preguntarse como las agencias internacionales reclutan sus corresponsales y hay que constatar que muchos son “corresponsales de guerra” pero especialistas en “guerra mediática”. De lo contrario y honrando la profesión, sus corresponsales habían subido al frente de batalla y se habían enterado de algunos pequeñitos detalles.

Para empezar que la plataforma Aban Pearl no pertenece a Petróleos de Venezuela sino que es propiedad de la empresa Petromarine Energy Services LTD de origen hindú, con sede en Singapur y fabricada por Aban Offshore LTD.

También  que Petromarine es operadora de numerosas plataformas en varios campos petroleros a parte de Venezuela. Petromarine opera también en Singapur, los Emiratos Árabes, Noruega y Mar del Norte, entre otros. 

Sobre todo se habían informado que las operaciones de una plataforma es una cosa y las operaciones petroleras de perforación es otra. Las primeras simplemente sirviendo de soporte a las segundas. Así es que Petróleos de Venezuela se encontraba a bordo de la Aban Pearl para tareas petroleras pero no marítimas. 

"Chuleta" para periodistas de la información veraz

A la atención de periodistas interesados en la información veraz y sin compromisos de guerra mediática se ofrece este pequeño reporte sobre el accidente de la Aban Pearl:

– La plataforma Aban Pearl es una plataforma gasífera de tipo semi sumergible contratada por Petróleos de Venezuela para sus operaciones de taladro del pozo “Dragón 6” en la plataforma continental Noriental de Venezuela con profundidad de agua de unos 150 metros.

– A bordo de esta plataforma operada por Petromarine se encontraban 60 venezolanos y 35 extranjeros de varias nacionalidades.

– El 12 de Mayo a las 23:20 se detecto una importante entrada de agu en uno de sus pontones de flotabilidad, produciendo una pérdida de estabilidad e inicio de escoramiento de la estructura.

— Cuando el escoramiento alcanzo 10 grados, se activaron los sistemas de emergencias y se implemento el protocolo de evacuación de 92 de los trabajadores quedando a bordo el Capitán Rishie de origen  hindú con dos ingenieros responsables de la estabilización de la plataforma que se mantuvieron a bordo para las operaciones de contingencia.

— Todo el personal fue rescatado con solo 4 heridos leves gracias a la asistencia del Buque Taladro “Petro Saudi Discover” y la Fuerza Armada con apoyo de helicópteros.

— Cuando el escoramiento alcanzo 15 grados, se desconecto la plataforma del pozo, activándose correctamente su válvula de seguridad que impidió todo escape de gas.

— A las 01:30 del día siguiente el escoramiento alcanzo los 45 grados. El capitán y los dos ingenieros tuvieron que abandonar la plataforma que se hundió a las 02:20.

En contraste con el alboroto mediático, es el presidente Chávez que informo a la población mediante su cuenta Twitter “@chavezcandanga” del hundimiento de la plataforma, de las operaciones de rescate del personal y operaciones de contingencia. Posteriormente felicito oficialmente al capitán hindú y al primer oficial “gringo” por su heroísmo en las operaciones de salvamento que permitieron poner a salvo la totalidad del personal.

También en contraste con el alboroto periodístico, el ministro de Energía y Petróleo, relato los acontecimientos ocurridos, informo del proyecto de restablecimiento de la explotación con una plataforma sustituta y que con Petromarine investigaran las causas del hundimiento.

Ni el presidente, ni el ministro, en ninguna de sus declaraciones se permitieron la mínima declaración culpabilizando del hundimiento a la propietaria u operadora de la plataforma. 

Las conclusiones de este accidente son evidentes. Contrariamente al trágico accidente de la plataforma Deepwater Horizon del 22 de Abril en el Golfo de México, la plataforma Aban Pearl se hundió sin causar pérdidas humanas y su sistema de seguridad a nivel de la cabeza pozo se activo correctamente evitando todo tipo de contaminación ambiental. Este resultado no ha sido “afortunadamente y casi por milagro” sino por la capacidad operativa de los operadores, los equipos de contingencia y de salvamento.

Todos los hombres de mar son siempre solidarios entre ellos porque se sabe que “el mar se lo trata de usted”. Así que si algunos periodistas mal intencionados buscan titulares equívocos con estos accidentes deben saber que los sobrevivientes de la Deepwater recibieron sin lugar a duda con alegría la buena noticia del éxito del salvamento de sus colegas de la Aban Pearl. De la misma forma que sus colegas de la Aban Pearl lamentaron las víctimas de la Deepwater.

No se trata de buscar nada en aguas turbias y revueltas sino de solidaridad entre los hombres de mar. Los hombres de las actividades petroleras fuera costa son parte de estos hombres de mar. 

En Venezuela un dicho popular dicta que “no se hace leña del árbol caído” que podemos extrapolar a que “no se debe mear sobre el árbol caído”. Así que a los periodistas de la guerra mediática sucia podemos ofrecer para sus escritos envenenados un árbol firme y robusto que se llama Petróleos de Venezuela.

* Desde Caracas, exclusivo.

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