Entre el ventilador de detritus y la hermandad

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Néstor Francia.*

Hay noticias y declaraciones que en el primer impulso provoca desechar de cara al análisis, sobre todo cuando las mismas implican como voceros a personajes menores de la picaresca criolla, que viven sus quince minutos de fama por lo que han robado, extorsionado,  sobornado o traficado, lo que les lleva a ser material que quedaría mejor alojado en las páginas de sucesos (páginas rojas) que en las de política.

Es el caso de ese lamentable sujeto que es el narcotraficante Walid Makled. Pero a veces sus canalladas reciben proyección mediática gracias a la bazofia de medios como Globovisión, Unión Radio, El Nacional, El Universal, El Nuevo País, Tal Cual y afines.
La página Web del canal golpista de Zuloaga-Mezerhane, por ejemplo, coloca como su principal información de esta mañana el ventilador que ha prendido el malandrín Makled para embadurnar de porquería a funcionarios de nuestro gobierno sin presentar prueba alguna más allá de sus devaluadas palabras. Hoy, además, las declaraciones del narco fugitivo, añaden un ingrediente especial: la solicitud expresa de intervención extranjera en Venezuela.

La cosa no debería pasar a mayores, si no fuese porque el despliegue que le da Globovisión a esa “solicitud” confirma la existencia de una fuerte corriente que estimula las matrices que permitirían una intervención en Venezuela, que puede parecer una ficción hoy, pero que no se debe descartar en su carácter de carta bajo la manga con la que cuenta el imperio para jugadas en el mediano plazo, según se presenten las circunstancias.

Para respaldar esta declaración, sumamos palabras del canalla ultraderechista Mario Vargas Llosa, hechas públicas hoy mismo, donde afirma que “… Mi esperanza sería que la política internacional sea distinta, que haya menos complacencia con las dictaduras…”. Por supuesto, en este mundo soñado por Vargas Llosa le correspondería al imperio y a las oligarquías determinar dónde hay dictadura y dónde no.

Ya sabemos en qué situación ubicarían a la Venezuela revolucionaria. El escenario de una intervención imperial en Venezuela, a través de variados medios que ya se contemplan en los planes secretos de los “policías del mundo”, no es para nada un delirio ni nada que se le parezca, sino una amenaza que no puede ser desestimada, si es que tomamos en cuenta los dictados de la Historia.

Lo anterior tiene que ser vinculado a la tirria que la burguesía internacional demuestra tener todo el tiempo contra la Revolución Bolivariana. Ahora aparece un informe del Banco Mundial, según el cual México y Perú son los mejores escenarios para la inversión privada en América Latina, y Venezuela el peor.

Así es, México, el reino del crimen organizado, el Paraíso del narcotráfico, con bandas que masacran a decenas a cada rato y liquidan a gobernantes locales, periodistas, jefes policiales y a todo el que se les atraviese. Y Perú, con el gobierno más impopular de la región. Deberíamos agradecer que el BM nos ponga lejos de estos devaluados países. En todo caso, en Venezuela no queremos ser un paraíso para la inversión privada, sino para el pueblo. Estamos lejos de lograrlo, pero en eso andamos, a contrapelo del tristemente célebre Banco Mundial.

El gobierno ya comenzó a entregar aquellos apartamentos que están listos y las empresas no habían adjudicado a sus compradores originales. Así se inicia el derrumbe de la matriz que han tratado de sembrar los oligarcas y la canalla mediática, en el sentido de que han sido expropiadas las familias propietarias afectadas por las mafias de la construcción, y no estas mafias. Al final, la verdad brillará con toda su luz.

Colombia-Venezuela

La buena onda de la reunión Santos-Chávez, cuyo acercamiento sigue produciendo resultados positivos, a despecho de Uribe, que anda rumiando sus frustraciones en cuanto escenario le brinda el fascismo internacional, se vio coronada con la conversación telefónica entre el presidente venezolano y el colombiano Edgar Rentería (“El Niño”), jugador más valioso de la serie mundial de beisbol de Estados Unidos, y gran héroe popular en Colombia.

Rentería es un hombre que proviene de los barrios pobres de Barranquilla y que ha logrado éxito profesional con su tesón y talento, en un país cuyo beisbol profesionales es aún incipiente. Estos logros los reconoce Chávez y los convierte en símbolo de la hermandad colombo-venezolana, que va más allá de gobiernos derechistas, oligarquías, militaristas, imperialistas…
 

Y de toda esa laya que quiere dividirnos y enfrentarnos para mejor aprovechase de nosotros.

* Analista de asuntos políticos.

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