Eric Frattini: «Para el Vaticano todo lo que no es sagrado es secreto»
Miguel Pato y Ana Avellano*
Tras 20 siglos de Historia, la Iglesia Católica se ha caracterizado por el inmovilismo, adquiriendo más valor por lo que calla que por lo que cuenta. En su última novela Eric Frattini da paso a la duda sobre el origen del cristianismo. ¿Fue Judas el traidor que retrata el Evangelio? ¿Qué pasó realmente en la Última Cena? Esos son los interrogantes que le llevaron a escribir El laberinto de agua.
“Cuando leí el Evangelio de Judas (descubierto en Egipto) recuerdo unas frases que dijo Jesús a Judas con las que le pedía que le denunciara a los romanos. Se lo pidió porque estaba escrito que tenía que cumplir con la pasión”.
Con este argumento la curiosidad se convierte en duda, en misterio. ¿Judas vende a Jesús 
por 30 monedas de oro o es el hijo más amado del Maestro y le pide la misión más importante?
Venecia: laberinto de agua
La trama de la novela trascurre por varios lugares del mundo pero su eje está en la que los árabes del siglo XII llamaron Laberinto de agua. Dice Frattini:
“Venecia es una ciudad con dos caras. La cara de la Historia y la de las leyendas que cuentan los venecianos de cada uno de los lugares de la ciudad. Esas leyendas inspiran muchas de las tramas de mi novela”
El Vaticano
La presencia de la jerarquía eclesiástica es ya un clásico en la obra de Eric Frattini. Además, el cardenal Lienart se afianza como el malo más peligroso de los últimos tiempos de la novela de aventuras. “Una mezcla de Darkvader, Fumanchu, doctor Moriarti (el "malo" de Sherlock Holmes), malo muy culto por lo que es muy peligroso. Manipular el poder. El personaje me ha encontrado a mí. Deja de ser un personaje secundario a ser un personaje principal.”
Si en este libro Frattini pone (literariamente) en duda el origen “oficial" del cristianismo reconoce que la Iglesia 
tiene que estar nerviosa con otros de sus libros. Por ejemplo con el ensayo Los espías del Papa o futuros proyectos que prometen ser algo más que polémicos.
“Lo que ocurre con la Iglesia, con el poder del Vaticano, es que ha vivido muy bien de forma inmóvil. No se mueve a la misma velocidad que los siglos y el desarrollo de la sociedad”.
Lo sagrado y lo secreto
Eric Frattini ahonda en la idea de que en el Vaticano prima lo secreto tanto o más que lo sagrado. Antes incluso de hablar de miles documentos (fruto de 2009 años de Historia) se podría uno fijar en el secretismo que rodeó a la salud de Juan Pablo II.
“Estuvo prohibido decir que Juan Pablo II tenía gripe como todos los mortales. El espíritu santo no protege al Papa de un catarro”. Frattini explica que el Vaticano tiene mucho más poder de lo que cree la gente: fue un estado muy vengativo que mató a muchas personas. Hasta finales del siglo XIX los papas firmaban ejecuciones y decapitaciones.
Este investigador, autor de varios libros en los que el poder de los papas a largo de la historia es protagonista, subraya que no escribe sobre la Iglesia Católica sino sobre la política del Estado Vaticano.
"Algunas personas, que no se han leído mis libros, me critican ir contra Dios. 
Mis libros hablan de política, no de religión ni sobre el origen del cristianismo… Y si la fe pierde adeptos es por culta de la política del Estado Vaticano".
Así, para Eric Frattini el mejor papa visto como jefe de Estado fue Juan Pablo II. Fue el pontífice que más intervino internacionalmente y que más huella a dejado en la Historia desde Pedro. Por ejemplo, Luigi Poggi, el espía de Juan Pablo II, estuvo activo desde 1978 hasta mediados del 86. Esto es toda la época en la que erradicó el comunismo de Polonia con ayuda de la CIA de Reagan.
* Periodistas.
Publicado en Periodista digital (www.periodistadigital.com).