Ese rugido, el de la furia española
No me interesa el fútbol, pero observo con curiosidad su fuerza colectiva, dice en una nota sobre la victoria española en la Eurocopa de fútbol, el galardonado escritor español Isaac Rosa.
“Y fantaseo con ella. Ninguna convocatoria de huelga logra paralizar el país como lo hizo el partido” final ante Alemania, la noche europea del último domingo de mayo.
Ganador del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos de 2005, el Premio Andaluz de la Crítica y el Premio Ojo Crítico de España -con El vano ayer-, el seillano tiene una escritura laboriosa, transparente, grata, que interpela en la ficción tanto la memoria histórica como la sensibilidad españolas, severamente marcadas por la impronta del régimen franquista.
Ninguna protesta saca a la calle a tantos miles como lo hace una victoria española, dice Rosa. Si el fútbol, se dice, narcotiza a la ciudadanía, también puede servir paradójicamente para demostrar el potencial político de la acción colectiva, añade.
Y ofrece un ejemplo: siéntese en el balcón anoche a esperar un gol de España: de repente, miles de vecinos gritan al mismo tiempo un misma palabra, ¡Gol!, y el rugido resultante no parece humano, daría miedo de no saber lo que es.
“¿Se imaginan si un día nos ponemos de acuerdo para gritar otra cosa? Nos oirían, claro”, concluye su pequeño comentario titulado apenas Ese rugido.