España, crítica con Argentina, Venezuela y Dominicana ¿Y por casa cómo andamos?

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Pablo Ramos*

Para el Banco de España es tan peligroso invertir en estos países como en Irak. Estancamiento con inflación es el panorama en ciernes en la península ibérica.

El Banco de España difundió el lunes un informe firmado por Miguel García Posada y Josep Vilarrubia titulado “Mapa de exposición internacional de la economía española 2008”, estudio que “analiza los niveles de interdependencia y riesgo que se dan en las relaciones económicas entre España y un gran número de países”, según se cita en el resumen de este paper.

En su resumen ejecutivo, el informe explica que se trata de un análisis de la interdependencia española a través de sus vínculos comerciales y financieros y que esta dependencia implica una exposición a diferentes riesgos. “El análisis de la interrelación entre interdependencia y riesgo constituye el objetivo final de este estudio, que se traduce en la elaboración de un mapa de exposición de la economía española”, concluye el encabezado este compendio.

En el mismo, se señala que los países que representan más riesgo a la hora de realizar inversiones son Argentina, Camerún, Guinea Ecuatorial, Irak, Irán, República Dominicana y Venezuela, debido a sus condiciones macroeconómicas y políticas. Este septeto es el peor calificado entre 132 países analizados.

”Para el análisis de los riesgos, se usa un amplio espectro de indicadores que incluyen los ratings soberanos de las principales agencias, así como una amplia representación de otras medidas más genéricas, asociadas a distintos riesgos, compilados por otros organismos como la Economist Intelligence Unit (EIU) y el Banco Mundial”, argumenta el informe del banco ibérico.

La noticia tuvo mucho eco en la prensa hegemónica argentina. Pudieron leerse títulos como “Que Alá nos proteja” (Crítica), “Informes preocupantes” (Ambito Financiero) ó “Destapó Banco de España el pésimo momento de la relación con Argentina” (El Cronista).

Más tarde, el propio Banco de España informó que "sólo los informes oficiales de la entidad representan el verdadero pensamiento del Banco. Las opiniones y análisis que aparecen en la serie de Documentos Ocasionales son responsabilidad de los autores y, por tanto, no necesariamente coinciden con los del Banco de España". Es decir, el organismo autárquico madrileño buscó desentenderse de lo que fuera publicado con su membresía.

Pero esta aclaración llegó demasiado tarde. El debate se encendió, la prensa presionó y hasta la presidenta Cristina Fernández respondió a la península. Algunos medios aprovecharon para colocar, generalmente como oraciones subordinadas, frases del tipo “en medio de la crisis…” o “ante el peligro de un nuevo default…”

Dos reflexiones le vinieron a la mente a quien redacta. La primera, la continuidad y extensión del colonialismo mental: cómo un informe presentado en el Primer Mundo altera el discurso en el país. La segunda, la ausencia de cuestionamiento al informe en particular o al Banco de España en general.

La primera pregunta es ¿qué es el Banco de España? Es el banco central de ese país y está integrado en el Sistema Europeo de Bancos Centrales, debido a la pertenencia de Madrid a la Unión Europea (UE) y a que la moneda circulante es el euro. Como todo banco central, debe cuidar el valor de la moneda (en este caso, coordinado con la autoridad comunitaria) y velar por la buena salud del sistema financiero.

Este instituto español, que ubica a tres países de la región entre los más riesgosos desde el punto de vista económico, no cumple con su rol. En palabras de Diego Maradona, “se les escapó la tortuga”. Repasemos un poco qué dice la prensa económica internacional.

”La calificadora de riesgo Standard and Poor´s informó que España tendrá `al menos` dos trimestres de decrecimiento, y vaticinó que las medidas económicas anunciadas por el gobierno español a mediados de agosto no tendrán efectos hasta principios de 2009. En el informe ´Previsiones de la Economía Europea: ¿Recesión a la vista?´ se señaló que España será uno de los países europeos que entrará en "recesión técnica" por ser vulnerable a la "severidad" de la caída del sector de la construcción”, publica la agencia ANSA.

La agencia Reuters publicó que “… la tasa de expansión de la economía española se desmoronó en el segundo trimestre de 2008 hasta niveles desconocidos en 15 años arrastrada por el desplome de la construcción y del consumo interno. El Instituto Nacional de Estadística (INE) informó que el Producto Bruto Interno (PBI) español avanzó entre los meses de abril y junio a una tasa entre trimestres del 0,1 por ciento, dos décimas por debajo del trimestre anterior y la más baja desde 1993”.

Los teóricos monetaristas (y la autoridad monetaria europea se maneja por esa ideología) sostienen que todos las variables económicas pueden manejarse a través de la variación de la oferta monetaria. Es decir, el nivel de inflación, desempleo, crecimiento dependen de la cantidad de moneda en circulación, y su herramienta para actuar es la tasa de interés.

España estaría por caer en lo que se llama “estanflación”: estancamiento económico con inflación. Todas consecuencias -según el manual de los monetaristas- de la política monetaria del Banco de España, en general, y del Banco Central Europeo (BCE), en particular.

Hacemos esta diferenciación porque la política de tasas de interés de la UE es principal responsabilidad del BCE –al cual el Banco de España está integrado- pero sí es gran responsable de la supervisión de los bancos que operan en territorio español. El diario ABC de ése país publicó el 8 de agosto que “…las cinco mayores entidades españolas advierten de que las dificultades que atraviesa nuestro país por la crisis financiera internacional provocada por las hipotecas «subprime» en Estados Unidos hace un año -que ha provocado restricciones de liquidez y de crédito-, se prolongarán hasta 2009 e incluso 2010…”.

Esa también es responsabilidad del Banco de España, siempre según cánones monetaristas. “A finales del año pasado, nueve de las 10 primeras enseñas inmobiliarias que operaban en España tenían más de 100 oficinas, de acuerdo con la consultora especializada en franquicias Tormo & Asociados. Hoy sólo tres se pueden permitir ese lujo, según los datos de las propias compañías. En conjunto, las diez primeras empresas han pasado de 3.001 establecimientos a sólo 1.434. Menos de la mitad…” publicó El País de Madrid.

Si bien debemos aceptar la aclaración hecha por las autoridades de Madrid sobre que el documento no representa la opinión del Banco de España sino la de los firmantes, a raíz del revuelo que produjeron estas noticias en nuestra región podríamos sugerir a sus responsables que mejoren su gestión al frente de esta organización en lugar de propiciar la divulgación de escritos ligeros, cuando la situación interna, de la cual sólo son responsables ellos, no es la más favorable.

*Publicado por APM
 

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