FRAGMENTOS DE UNA CONSTITUCIÓN INFANTIL

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Lucas y Alex, dos chicos de cinco años, se pasaron una tarde entera discutiendo sobre los derechos y las obligaciones de los grandes, y llegaron a la conclusión de que la Constitución Nacional es el problema por el que todo el mundo está aburrido o dice mentiras. Entonces agarraron papel y lápiz y redactaron 165 artículos de una nueva Constitución. Como el tiempo de la infancia es tirano, aquí sólo reproducimos algunos fragmentos interesantes.

Artículo 4. En este país queda prohibido que las viejas vayan a la peluquería y se hagan el mismo peinado de pelo cortito rubio con permanente, porque va a llegar un momento en que todas las viejas van a ser iguales vistas de atrás, y algún chico se va a perder pensando que está persiguiendo a una abuela que no es.

Artículo 13. Al presidente de este país no se le permite quedarse dos minutos, ni tres minutos, saludándose con otro presidente a pedido de los fotógrafos, porque es obvio que nadie tiene ganas de saludarse tanto, y solamente lo hacen para que las fotos salgan bien, y no porque estén encantados de conocerse.

Los fotógrafos van a tener que apurarse a sacar la foto, que para eso estudiaron.

Artículo 27. En las escuelas públicas y privadas de este país, cuando un chico venga sin haber hecho los deberes, no se amonestará al chico, sino que se multará con mucha plata a sus padres, porque un chico, de por sí, nunca quiere hacer los deberes, y es lógico porque es chico, y para eso están las amenazas de los padres.
A su vez, cuando un chico se duerma en clase, se echará de la escuela al maestro por falta de carisma y se le pedirá perdón al chico.

Artículo 39. En este país nadie le va a hacer caso en nada a los curas hasta que no se vistan con camisa y pantalón y hablen normal, sin eco ni reverberancia, y hasta que no digan realmente si le gustan las mujeres o los hombres o qué, porque es medio raro que todos digan que no les gusta nada de nada.

Artículo 41. En este país, los intelectuales y los prospectos de los remedios tienen que decir las cosas sin intentar hacerse los inteligentes, porque ya sabemos que están haciendo fuerza para hablar raro y hacernos quedar como que no prestábamos atención en el colegio.
Además, los intelectuales no van a poder usar más polera en público, porque a los demás nos da sensación de que nos pica el cuello.

Artículo 49. En este país el ejército y la policía y toda la demás gente que usa disfraz van a tener que festejar los feriados sin hacer desfiles, porque es estúpido que caminen como caminan, todos a la vez y sin mover las rodillas ni los codos. Y además, todos los que usen uniforme raro y lleven revólver van a tener que reírse de vez en cuando y van a tener que decir cosas lógicas y normales, y no cosas de asustar.

Artículo 53. Las parejas de periodistas de los noticieros de este país tienen prohibido fingir que conversan o que hacen chistes secretos cuando se van a las propagandas. Ni tampoco pueden hacer como que tachan un dato en un papel, ni acomodar las hojas contra el mostrador, porque en este país ya sabemos que todo eso es para hacerse los misteriosos.

Artículo 54. La gente que sale en la televisión de la tarde de este país, no puede ser famosa porque sí, ni hablar de otras personas que son famosas porque sí, ni gritar ni pegarse trompadas a cambio de plata. Toda la programación que sea así será prohibida y a cambio se pondrán capítulos viejos de Los Simpson hasta que alguien invente algo interesante para poner a la tarde.

Artículo 81. Ningún señor de este país, con cara de preocupación o con cara de canchero, podrá decir en los medios que los libros son mejores que los jueguitos, porque hay libros horribles y hay jueguitos buenísimos, y también al revés. Pero sobre todo hay que empezar a decir de que hay libros horribles, tanto para los chicos como para las señoras, porque eso nadie lo dice y después pasa lo que pasa con las madres que leen libros de autoayuda.

Artículo 100. El partido político de la oposición de este país tiene prohibidísimo estar siempre en contra de todo, y quejarse siempre de todo. A veces va a tener que estar a favor de algo, porque sinó la gente no va a saber nunca cuándo la oposición está realmente en contra de algo, y eso es como si no hubiera oposición o como si todo fuera una joda.

Artículo 156. En este país nadie podrá comprarse una cosa nueva, ni útil ni inútil, si el modelo que tienen en casa todavía funciona, a no ser que primero le regale el modelo viejo a alguien que lo necesite. Cada tanto, una brigada anticoncheto revisará los cajones y los sótanos de las casas para ver que no haya cosas tiradas que le puedan servir a alguien.
Se entiende como ‘cosa’ la ropa vieja, los juguetes sin pilas, la comida del freezer y las impresoras a chorro.

Artículo 160. En este país nunca jamás nadie tiene permitido meterse en ninguna guerra, porque una guerra es algo que no tiene gollete, se lo mire desde donde se lo mire. Y si por ahí otro país quiere venir y hacer una guerra en éste, lo primero que hay que hacer es preguntarle al presidente del otro país qué nos quiere robar, y dárselo. Porque seguro que quedarse sin eso es mejor que ir a la guerra.

Artículo 165. En este país puede vivir cualquiera que sepa por dónde se entra, y se puede ir cualquiera que sepa cómo se sale.

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* Periodista y escritor.

Otros textos de Casciari en http://orsai.es.

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