Francia, oficio peligroso: detienen, esposan y cachean en cueros al ex director de Libération

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Periodistadigital*

Arrestado sin ningún miramiento a las seis de la mañana, esposado y obligado a desnudarse dos veces para ser cacheado. Fue el precio del fin de semana de Vittorio de Filippis, ex director general del diario de izquierdas Libération, por una denuncia por difamación en un artículo de hace dos años.

Como explica Marta Guzmán en El Mundo, se trata de la primera vez en Francia que la policía ha usado, y quizás abusado, de sus poderes en perjuicio de los derechos individuales de un informador, provocando un escándalo sin precedentes. Y es que el delito que se le imputa a Vittorio de Filippis, ni tan siquiera está penalizado con la prisión.

De Filippis fue presidente-director general de Libération de mayo a diciembre de 2006. Y durante ese corto período le tocó hacer frente a un tema espinoso: la denuncia por difamación presentada en su contra por el fundador del proveedor de acceso a internet Free, Xavier Niel. La razón: los artículos escritos en la página web del diario sobre los problemas de Niel con la justicia en un caso de proxenetismo.

Dos años después, esa denuncia le ha costado a De Filippis la denigración como ser humano.

A la libertad de prensa francesa le ha valido una violación de sus derechos nunca vista hasta ahora. "Un mal perfume antidemocrático empieza a flotar sobre el país de Voltaire", denunció ayer Patrick Le Hyaric, director de otro histórico diario de la izquierda gala, L’Humanité.

«No podemos consentirlo», lanzó Le Hyaric, en resumen de las numerosas voces que se alzaron en contra de unos hechos sin precedentes.

La pesadilla de De Filippis empezó cuando tres policías, dos hombres y una mujer, golpearon la puerta de su casa de Raincy, en Seine-Saint Denis, una de las periferias conflictivas del norte de París. Le dijeron que tenían una orden para conducirlo al Tribunal de Gran Instancia de París. "Imaginé que se trataba de algo concerniente a Niel", contó posteriormente en su periódico De Filippis, que actualmente ocupa un cargo directivo en el diario.

El periodista Renaud Lecadre había escrito varios artículos en la página web del diario sobre ciertos problemas con la justicia de Niel y éste presentó querellas por difamación contra De Filippis, pues una ley de 1881 estipula que el director de publicación de un diario es en Francia el autor principal del delito de difamación pública contra un particular, mientras que el autor de los textos sólo puede ser incriminado como cómplice.

La Justicia resolvió el caso a favor de De Filippis y Libération en el segundo trimestre de este año y condenó a Niel y a su empresa Free a pagar los daños e intereses al diario galo por procedimientos abusivos.

Pero esa sentencia no impidió que los policías que se presentaron en el domicilio de De Filippis le ordenaran con rudeza vestirse, antes de ser trasladado a las dependencias policiales.

* En www.periodistadigital.com

Addenda

En un comunicado el jefe del Estado francés dice entender la conmoción suscitada por "las condiciones de ejecución de un mandato de la Justicia en un caso de difamación" –presunta–, y recuerda que ha pedido a la ministra de Justicia, Rachida Dati –a la que se imputa ser amiga y tal vez algo más del también político y derechista español José María Aznar– aplicar las propuestas de la denominada comisión Guinchard que plantea, entre otras cosas, despenalizar la difamación.
La historia Dati-Aznar puede leerla, si le interesa la farándula, aquí

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