Geopolítica / En el Océano Índico se libra la batalla por la dominacion mundial

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Grégoire Lalieu, Michel Collon.*

¿Se juega la suerte del mundo en el Océano Índico ? Cubierta por el arco del Islam (que va desde Somalía hasta Indonesia, pasando por los países del Golfo y Asia Central), la región se ha convertido en el nuevo centro estratégico del planeta. Este nuevo capítulo de nuestra serie “Comprender al mundo musulmán” nos convoca a un crucero. Mohamed Hassan nos explica de qué manera el desarrollo económico de China trastoca las relaciones de fuerza mundiales y saca a los países del sur de su dependencia de occidente.

Nos devela también las estrategias planteadas por los EEUU con el objeto de mantener su liderazgo. Y por qué el imperio usamericano está llamado a extinguirse. Finalmente predice el fin de la globalización. Resta saber si este “hold-up” planetario terminará sin problemas o si los atacantes liquidarán a los rehenes en la aventura.

Desde Madagascar hasta Tailandia pasando por Somalia, Pakistán o Birmania, la cuenca del océano Índico se halla particularmente agitada ¿Cómo explicar estas tensiones?

La relación de fuerzas a escala mundial se halla en pleno desorden. Y la región del océano Índico se halla en el corazón de esa tempestad política.

—¿De qué región estamos hablando?

—De la que va desde la costa oriental de África hasta el sur de Asia. Incluye un lago (el mar Caspio) y tres ríos, el mar del Golfo, el mar Rojo y el mar Mediterráneo.

"¿Por qué es tan importante esta región? Primero porque el 60% de la población del mundo se concentra en Asia y se halla conectada al Océano Índico. Solo la China y la India representan el 40% de la población mundial. Además la emergencia económica de estas dos potencias hacen del océano Índico una zona particularmente estratégica. Hoy día el 70% del petróleo mundial pasa por este océano. Un porcentaje que tiende a crecer en función de las crecientes necesidades de ambos países.

"Por otra parte el 90% del comercio mundial se realiza en barcos contenedores y el océano Índico acoge por sí solo la mitad de ese tráfico.

"Como lo ha anticipado el periodista usamericano Robert D. Kaplan, consejero inmediato de Obama y del Pentágono, el Océano Índico va a convertirse en el estratégico centro mundial de gravedad del siglo 21. No solamente constituye un pasaje vital para el comercio y los recursos energéticos entre Medio oriente y y el Este de Asia, sino que se halla ubicado también en el eje económico que se desarrolla entre, por una parte China y por la otra África y América Latina".

El desarrollo de estas nuevas relaciones comerciales ¿implica que el sur está por liberarse de su dependencia de Occidente?

—En efecto algunas cifras producen vértigo: el comercio entre China y África se ha multiplicado veinte veces desde 1997. Con América Latina catorce veces en menos de diez años. India y Brasil colaboran cada vez más estrechamente con el continente negro. Bajo el impulso del desarrollo chino. Las inversiones sur-sur han aumentado rápidamente. Luego de haber sido saqueada por siglos África emerge de su letargo.

—¿Por qué tantos países de África y de América Latina se vuelven hacia China?

—Desde hace siglos Occidente se dedicó a realizar un verdadero pillaje de los recursos naturales del sur, impidiendo el desarrollo de esos países especialmente a través de una deuda odiosa. Pero China propone mejores precios para las materias primas e invierte en los países del sur desarrollando infraestructuras, programas sociales o proyectos de energía no contaminante.

"Ha suprimido los impuestos a la importación a numerosos productos Áfricanos, favoreciendo enormemente la producción y el comercio de ese continente. También ha anulado la deuda de los países Áfricanos más pobres. Además, contrariamente a lo que hacen las potencias occidentales, China no pretende inmiscuirse en la política interior de sus socios económicos.

"En oportunidad de una conferencia ministerial sino-Áfricana, el primer ministro chino Jiabao resumía así la política de su país: ‘Nuestra colaboración económica y nuestro comercio se apoyan en las ventajas recíprocas (…) Nunca impusimos condiciones políticas a África y no lo haremos tampoco en el futuro’. ¡Qué diferencia con las potencias occidentales que no han parado de hacer y deshacer los gobiernos Áfricanos ! El sur tiene sed de independencia: aliarse a la China es una verdadera oportunidad para calmar esa sed.

"Por otra parte los países occidentales están pasando por una grave crisis económica, que tiene cierta repercusión en China pero que no le impide seguir creciendo. En tales condiciones es normal que los países Áfricanos y latinos se vuelvan hacia el socio económico más sólido. Como lo destacaba el Financial Times, en otro momento Brasil habría sido afectado por la crisis de los EEUU. Pero en 2009 su economía continuó creciendo y no es por casualidad que China se haya convertido en su principal socio económico".

—Este Eje sur-sur define la hegemonía occidental. ¿Dejarán los EEUU y Europa que China invada sus territorios?

—El desarrollo de este eje sur-sur presenta globalmente dos amenazas importantes para los intereses de las potencias imperialistas y especialmente para EEUU. En primer término, retira de la zona de influencia occidental países ricos en materias primas. E inmediatamente después le permite a la China disponer de todos los recursos necesarios para continuar con su deslumbrante desarrollo. En pleno ascenso Pekin está ya atrapando a la primera potencia económica los EEUU.

"Según Albert Keidel antiguo economista del Banco Mundial y miembro del Consejo Atlántico, China podría pasar al frente en 2035. Hoy Wáshington trata de contener la emergencia china para mantener su liderazgo. Y el control del Océano Índico se halla en el centro de esta estrategia. La lucha contra la piratería somalí no es más que un pretexto para posicionar las fuerzas de la OTAN en el Índico y preservar el control de esa cuenca por parte de las potencias occidentales. Japón también ha emprendido la construcción de una base militar en Djibouti para combatir a la piratería".

—De repente se habla de piratas y de repente de terroristas islámicos ¿se trata de una amenaza real o de un pretexto?

—Yo no digo que no haya amenaza. Si no que simplemente las potencias occidentales la instrumentalizan para ponerla al servicio de sus intereses estratégicos en la región. ¿Cómo se desarrolló la piratería en Somalia ? Hace veinte años que ese país no tiene gobierno. Algunas compañías europeas han aprovechado para venir a pescar en sus costas y otras para volcar deshechos tóxicos.

"En tales condiciones los pescadores somalíes se vieron impedidos de trabajar y se lanzaron a la piratería para sobrevivir. Pero luego el fenómeno fue tomando otras dimensiones. Pero si se quiere resolver el problema de la piratería es necesario atacarlo en sus raíces y restablecer un orden político legítimo en Somalía".

—Orden que los EEUU no han querido hasta ahora…

—Sí y su insensata política podría acarrear males mucho mayores todavía. En efecto, es necesario saber que Somalia es el centro histórico del Islam en África del Este. En otra época la influencia de los jefes religiosos somalíes era muy importante. Habían llevado el Islam sunita hasta Mozambique. Luego —durante el siglo XVIII— los chiitas omaníes extendieron su influencia al África oriental e influyeron enormemente en la cultura de la región pero no lograron convertir a la población al chiismo.

"Hoy en día existe la posibilidad de que se desarrolle un movimiento islámico a causa de los errores cometidos por los EEUU en el Cuerno de África. Y si los dirigentes de ese movimiento utilizaran esta historia común para reunir a sus miembros en toda África oriental y defender a Somalia como centro histórico del islam Áfricano, entonces la amenaza se volvería muy seria para EEUU".

—El Océano Índico se halla coronado por el “Arco del Islam”, que se extiende desde el África oriental hasta Indonesia, pasando por los países del Golfo y de Asia Central ¿Cómo es posible que ese océano cuna de potencias musulmanas haya pasado al dominio de las potencias occidentales?

—Antes de la apertura del Canal de Suez en 1869, cuatro grandes potencias dominaban la región : el imperio turco-otomano, el de los Persas (actual Irán), el de los Mongoles (imperio musulman que se desarrolló en la India) y la China. A través del océano Índico, el comercio había puesto en contacto a las poblaciones musulmanas con los otros pueblos de la región y permitido al Islam extenderse hasta China y al África oriental.

"Fue así como se formó el arco del Islam y el Océano Índico fue dominado en gran parte por las potencias musulmanas.

"Pero un gran acontecimiento, ocurrido en la India va a cimentar la dominación europea en la región : la revuelta de los cipayos de 1857: los cipayos eran soldados indios al servicio de las compañías inglesas y las injusticias que cometían sus empleadores los condujeron a una rebelión que muy rápidamente desembocó en un gran movimiento popular.

"Fue una evolución muy violenta, los cipayos masacraron a muchos ingleses, pero finalmente éstos lograron reprimir el movimiento. En Gran Bretaña una gran campaña propagandística denunció la barbarie de los cipayos. Karl Marx analizó el acontecimiento y sacó otras conclusiones: ‘Sus métodos son bárbaros pero debemos preguntarnos que los llevó a ejercer tanta brutalidad: los colonos británicos establecidos en la India’.

"Hoy vivimos algo similar con los atentados del 11 de setiembre. Toda la opinión pública occidental está dirigida a indignarse ante los métodos bárbaros de los terroristas islámicos. Pero no plantea sobre todo preguntas sobre cuales fueron los factores que dieron origen a esta forma de terrorismo: eso nos conduciría a la política de los EEUU en el Medio oriente durante estos últimos cincuenta años.

"Finalmente la represión de la rebelión de los cipayos tuvo dos consecuencias importantes: en primer término la colonia india hasta ese momento administrada por compañías privadas paso oficialmente a ser administrada por el gobierno británico. Inmediatamente después Gran Bretaña depuso al último líder musulmán indio, el emperador mogol Muhammad Bahadur Shah y lo exilió a Birmania adonde terminó sus días".

—Once años después de la rebelión de los cipayos se abre el canal de Suez que permite vincular el Mediterráneo con el Océano Índico. ¿Un verdadero golpe de fuerza para el dominio europeo en ese océano?

—Exacto. Se acelera entonces la colonización europea en la cuenca del océano Índico, Francia se apodera de Djibuti y Gran Bretaña de Egipto, luego de Bahrein con el objeto de proteger a la India de la invasión rusa. Enseguida luego de muchas convulsiones entre los imperialismo de fines del siglo XIX (unificación de Alemania e Italia, reparto de África entre las potencias europeas) el imperio del sultanato de Omán era la última potencia árabe activa en el océano Índico.

"Para voltearlo los europeos montaron una campaña propagandística diciendo que los omaníes explotaban a los Áfricanos como esclavos. Con el pretexto de combatir la esclavitud Europa movilizó sus tropas hacia el Océano Índico y venció al sultanato de Omán. De este modo el dominio occidental sobre el Índico fue absoluto".

—Pero en la actualidad día ese dominio está puesto en tela de juicio por las potencias emergentes de Asia y el Océano Índico podría converitrse en el teatro de la competencia sino-usamericana. Con EEUU declinando y la China en espectacular ascenso, ¿cómo podría Wáshington bloquear a su principal competidor ?

—El Pentágono está bien plantado en la región: una enorme base militar en Okinawa (Japón), un acuerdo con Filipinas con el pretexto de la lucha contra el terrorismo, excelentes relaciones con la Armada indonesia que fue organizada por Wáshington para masacrar a un millón de comunistas e instaurar una dictadura militar en los años 60…

"Además, los EEUU pueden contar con su base militar de Diego García. Esta isla coralina ubicada en el corazón del océano Índico haría soñar a más de un turista con su playa de arena blanca y sus palmeras; sin embargo la historia de esta isla tiene menos glamour…

"En 1965, Diego García y el resto del archipiélago de Chagos fueron integrados al territorio británico del Océano Índico; en 1971 todos los habitantes de Diego García fueron deportados a EEUU y se construyó allí una base militar. Es desde ese lugar estratégico desde donde Wáshington realizó ciertas operaciones en el marco dela guerra fría, las guerras de Iraq y Afganistán. Hoy, y aunque los tribunales británicos les hayan dado la razón a los habitantes de Diego García, el gobierno británico les impide regresar.

"EEUU tiene por lo tanto una buena implantación militar en la región. Por su parte China tiene dos talones de Aquiles: los estrechos de Ormuz y de Malaca. El primero (entre Omán e Irán) constituye la única entrada al golfo Pérsico y tiene solo 26 kilómetros en su parte más estrecha. Alrededor del 20% del petróleo importado por China pasa por allí.

"El otro punto débil, el Estrecho de Malaca (entre Malasia y la isla indonesia de Sumatra) es muy concurrido y muy peligroso aunque es el principal paso para las mercaderías que vienen por el Índico destinadas a China. Alrededor del 80% de las importaciones chinas de petróleo pasan por este estrecho. EEUU está muy bien instalado en la zona y podrían bloquear el estrecho de Malaca si estallara un conflicto con China. Lo cual sería una catástrofe para Pekín".

—¿Eso explica por qué la China busca diversificar sus fuentes de energía?

—De hecho. Frente a este serio problema China ha desarrollado varias estrategias. La primera ha sido aprovisionarse en Asia central. Un gasoducto vincula actualmente Turkmenistán con la provincia china Xinjiang ; desde ahora y hasta el 2015, deberá proveerle 40 mil millones de metros cúbicos por año, o sea la mitad del consumo chino actual. Otro gasoducto vincula también a la China con Kasakhstan, llevándole petróleo del Mar Caspio.

"Tambien en el sur de Asia, Pekin ha firmado acuerdos con Bangladesh para la provisión de gas y de petróleo. Recientemente ha anunciado la construcción de un oleoducto y un gasoducto que le proveerán 22 millones de toneladas de petróleo y 12 mil millones de metros cúbicos de gas por año desde Myanmar (Birmania).

"La tercera estrategia china, llamada “collar de perlas” consiste en construir puertos en países amigos a lo largo de la costa norte del Océano Índico. Objetivo: disponner de un tráfico marítimo autónomo en la región. En esta estrategia se inscribe la construcción del puerto de aguas profundas de Gwadar, en Pakistán. Una clase de puerto especialmente adaptado al tráfico de barcos contenedores y China piensa construir otros especialmente en África.

"Es necesario aclarar que algunos barcos contenedores que llevan mercaderías desde América Latina hacia China son demasiado grandes para llegar al océano Pacífico a través del canal de Panamá. De modo que navegan por el Atlántico y luego por el Índico antes de llegar a la China. Por ese itinerario no deben atravesar Europa y llegar al Índico por el canal de Suez. En el marco sur-sur esos barcos contenedores podrían transitar por África uniendo a América latina con Asia.

"Esto generaría importantes consecuencias para África mientras que la actividad de los grandes puertos europeos como Marsella o Anvers declinaría. Conectar a África con el mercado asiático gracias al Océano Índico le procuraría grandes ganancias al continente negro. Nelson Mandela cuando era presidente de Sudáfrica deseaba ver concretarse est proyecto pero los EEUU y Europa se opusieron. Hoy día China está en condiciones de tomar la delantera. Este eje sur-sur se está materializando: los países del tercer mundo escapan a las divisiones establecidas entre ellos y cooperan cada vez más. El mundo se halla en plena transformación".

—¿Cómo es que la China se ha convertido en tan poco tiempo en una gran potencia?

—Hasta fines del siglo XIX China ya era una gran potencia. Vendía mercadería de buena calidad y disponía de más divisas extranjeras, oro y plata, que las potencias europeas. Pero el país no se hallaba realmente abierto al comercio internacional. Existían solo algunos expendedores sobre la costa para disgusto de Gran Bretaña. Esta última en plena revolución industrial quería introducir una gran cantidad de productos en el conjunto de China.

"De modo que cuando el virrey Lin Zexu ordenó en 1838 la destrucción de los paquetes de opio que Gran Bretaña importaba ilegalmente a territorio chino, los británicos encontraron un buen pretexto para la guerra. Lord Melbourne envió una expedición a Canton. Esa fue la primera guerra del opio, que terminó cuatro años más tarde. Una vez vencidos, los chinos fueron obligados a abrir ampliamente su país al comercio internacional.

"Pero las potencias imperialistas deseaban penetrar aún más en el interior de China con el objeto de inundarlo con más mercaderías. Y exigían la legalización de la venta de opio a pesar de los estragos que producía en la población. Porque ese lucrativo negocio les permitía cobrar en lingotes de plata y tener una ventajosa balanza comercial. Ante el rechazo chino, Gran Bretaña y Francia desencadenaron la “segunda guerra del opio” (1856-1860).

"Puesta de rodillas China se convirtió entonces en una semi colonia de las potencias occidentales. Finalmente la venta de opio fue legalizada y Gran Bretaña y Francia obtuvieron grandes beneficios".

—De todo eso no se habla nunca en Europa en donde parece que se conoce bastante mal la historia de China…

—En otras partes también. Es importante saber que esas guerras imperialistas y la destrucción causada por las potencias coloniales provocaron la muerte de cientos de millones de chinos.

"Algunos fueron llevados como esclavos a las minas del Perú en tan terribles condiciones laborales que se produjeron muchos suicidios colectivos. Otros fueron explotados en la construcción de los ferrocarriles de los EEUU. Una gran cantidad de niños fueron secuestrados y empleados en la perforación de los primeros pozos de petróleo de la Shell en Brunei cuando todavía no existían las tecnologías de perforación mecanizadas…

"Fue un período terrible. Ningún pueblo sufrió tanto. Hubo que esperar hasta 1949 para que con la revolución de Mao China se convierta en un estado independiente y próspero".

—Algunos atribuyen ese formidable progreso chino a Deng Xiaoping, cuando tomó distancia del maoismo y abrió la China a los capitales extranjeros, permitió del desarrollo del país …

—Eso es olvidar que ya bajo Mao la China exhibía un contínuo crecimiento aunque oscilante entre un siete y un diez por ciento. Ciertamente Mao cometió errores durante la revolución cultural. Pero de todos modos sacó de la extrema pobreza a un país de más de mil millones de habitantes. Y permitió a China convertirse en un estado independiente luego de un siglo de opresión. De modo que es falso atribuir el desarrollo de China únicamente a la política aperturista de Deng Xiaoping. Partiendo de la nada el país no ha cesado de desarrollarse a partir de 1949. Y esa tarea no ha terminado.

"Es evidente que la actual apertura hacia el capitalismo despierta muchas preguntas sobre el futuro de China.. Existirán sin duda contradicciones entre las diferentes fuerzas sociales ante el fortalecimiento de la burguesía local. China podría convertirse en un país absolutamente capitalista, pero dominado por el imperialismo. Pero en ambos casos los EEUU tratarán de impedir que ese país se convierta en una gran potencia dándose el lujo de mantenerse al frente".

—Justamente algunos afirman que ella misma se ha convertido en un Estado imperialista, exportando capitales a los cuatro rumbos del planeta, y prospectando todo el sur para su aprovisionamiento de materias primas.

—Existe una confusión, en el seno mismo de la izquierda, sobre la definición de imperialismo planteada por Lenin (que es sin duda quien mejor estudió el fenómeno). Algunos no tienen en cuenta más que un componente de esta definición  —la exportación de capitales hacia países extranjeros—. Es cierto que es un factor esencial, gracias a la exportación de capitales, las potencias capitalistas se enriquecen más rápidamenhte y terminan por dominar las economías de los países menos desarrollados. Pero en el marco del imperialismo esta dominación económica es inseparable de una dominación política que transforme al país en una semi colonia.

"Dicho de otra manera si usted es un imperialista, debe crear en el país al que exporta capitales, su propia marioneta: un gobierno que sirva a sus intereses. Usted puede también entrenar al ejército de su semi colonia para que produzca golpes militares cuando la marioneta deje de obedecerle. Eso es lo que pasó recientemente en Honduras adonde el presidente Manuel Zelaya fue destituido por un ejercito cuyos oficiales habían sido formados en academias militares usamericanas.

"También puede infiltrar el aparato político con organizaciones como la CIA para contar con colaboradores internos. En síntesis el imperialismo se apoya en una doble dominación: económica y política. Ninguna va sin la otra.

"Eso es lo que hace la diferencia con China. No se entromete en los asuntos políticos de los países con los que comercia. Y su exportación de capitales no se orienta a ahogar y dominar la economía de sus países socios. De modo que la China no solo no es una potencia imperialista sino que permite a los países víctimas del imperialismo liberarse trastocando las relaciones de dominio establecidas por occidente".

—¿EEUU puede detener a sus competidores chinos?

—Sí, el Pentágono está bien implantado en la región, pero una confrontación militar directa con China parece improbable: Wáshington parece estar siempre empecinado con Oriente Medio, y de acuerdo con numerosos analistas no estaría en condiciones de encarar un conflicto con Pekin.

"En efecto, bombardear o invadir la China no es una opción imaginable. Los EEUU deben elaborar otras estrategias. La primera consiste en apoyarse en sus Estados vasallos de África para controlar el continente e impedir que la China acceda a las materias primas. Esta estrategia no es nueva, fue puesta a punto después de la segunda guerra mundial para contener el desarrollo de Japón".

—¿Y cuáles son actualmente esos Estados vasallos?

—En África del Norte, Egipto. En África del Este, Etiopía. En el oeste de África, Nigeria y para el centro y sur del continente contaba con Suráfrica pero esta estrategia ha fracasado. Como hemos visto EEUU no logra impedir que los Estados Áfricanos comercien con la China y han perdido mucha influencia en el continente. Lo atestigua el golpe sufrido por el Pentágono cuando buscó en vano un país adonde establecer la sede de su comando regional Africom.

"Todos los Estados del continente rechazaron albergar esa base. El ministro surafricano de Defensa explicó que ese rechazo era “una decisión africana colectiva” y la misma Zambia le había retrucado al secretario de Es’ado usamericano: ‘¿Le gustaría a usted tener un elefante en su sala de estar…?” Actualmente la sede de ese comando regional para África tiene sede en…Stuttgart. Una vergüenza para Wáshington.

"Otra estrategia de los EEUU para controlar el Océano Índico sería azuzar a la India contra la China exacerbando las tensiones entre los dos países. Esta técnica ya fue utilizada en los años ochentas con Irán e Iraq. Los EEUU armaban a los dos contrincantes a la vez y Henri Kissinger había declarado:’Déjenlos que se maten entre ellos’. Aplicar esta teoría con la India y la China permitiría matar dos pájaros de un tiro debilitando a las dos grandes potencias emergentes de Asia. Por otra parte los EEUU ya habían utilizado en los años sesentas, esta técnica en un conflicto entre la China y la India. Pero la India fue vencida y no creo que actualmente sus gobernantes cometerían el mismo error de hacer la guerra con un vecino para servir a los intereses de una potencia extranjera.

"Existen muchas contradicciones entre Pekin y Nueva Delhi, pero no demasiado importantes. Estas dos naciones emergentes del tercer mundo no deberían embarcarse en esta clase de conflictos típicamente imperialistas".

—Ningún resultado entonces para los EEUU en la India o en África. Pero en Asia del Este tienen muchos aliados. ¿No contarán con ellos para contener a China ?

—También allí ha fracasado Wáshington a causa de su codicia. El sureste Asiático sufrió una terrible crisis económica en 1997, provocada por un grueso “error” de los EEUU.

"Todo partió de la devaluación de la moneda Tailandesa que había sido atacada por los especuladores. Por ese golpe las bolsas enloquecieron y muchas empresas quebraron. Tailandia esperaba recibir ayuda de EEUU del que era fiel aliada. Pero la Casa Blanca ni se moqueó. Y rechazó también la idea de crear un fondo Monetario Asiático para ayudar a los países más afectados. Las multinacionales de EEUU aprovecharon la crisis asiática para eliminar a sus competidores asiáticos cuyo crecimiento les inquietaba.

"Finalmente fue China la que salvó a la región de la catástrofe decidiendo no devaluar su moneda. Una moneda débil favorece las exportaciones y si el yuan hubiera sido devaluado las exportaciones chinas hubieran acabado con las deterioradas economías de sus vecinos. De manera que manteniendo el valor de su moneda la China permitió a los países de la región reactivar sus exportaciones y recuperarse.

"Al mismo tiempo la mayor parte de los gobiernos asiáticos acrecentaron su rencor hacia Wáshington por el papel que jugó en la crisis. El primer ministro de Malasia declaró: ‘La colaboración de China y su alto sentido de la responsabilidad han preservado a la región de una situación mucho más catastrófica’; desde entonces las relaciones económicas entre China y sus vecinos no han dejado de desarrollarse. En 2007 Pekin se convirtió en el primer socio comercial de Japón, uno de los aliados más estratégicos de los EEUU en Asia.

"Además China no tiene pretensiones hegemónicas en la región. Los EEUU creían que los países del océano Índico estarían aterrados por la potencia china y que buscarían su protección. Pero China estableció con sus vecinos relaciones basadas en el principio de la igualdad. Desde ese punto de vista los EEUU han perdido también la batalla de Asia del Este".

—Entonces ¿los EEUU no tienen ningún medio de impedir la competencia china?

—Parece que no. Para desarrollarse China tiene una necesidad vital: contar con recursos energéticos. EEUU trata de controlar esos recursos para impedir que lleguen a China. Era uno de los objetivos básicos de las guerras de Afganistán y de Iraq, pero ambas se han vuelto un fiasco. EEUU ha destruido esos países con el objeto de poner allí gobiernos que les fueran dóciles, pero no lo han logrado. Las frutillas del postre, los nuevos gobiernos iraquí y afgano, comercian con China.

"Pekin no tiene necesidad de gastar miles de millones de dólares en una guerra ilegal para apropiarse del oro negro iraquí : las compañías chinas han ganado reglamentariamente allí las licitaciones de concesiones petrolíferas. Se ve entonces que las estrategias del imperialismo usamericano son un fracaso total.

"Pero aún le queda una opción a los EEUU: mantener el caos para evitar que China pueda usufructuar la estabilidad de los países estratégicos. Ello implica continuar las guerras en Iraq y en Afganistán y extenderlas a otros países como Irán, Somalía o  Yemen. Esta visión de corto plazo podría volverse catastrófica porque embarcaría a más pueblos en contra de los EEUU, de la OTAN y de Occidente.

"Los que quieren continuar con la vía militar harían bien en estudiar la historia de los EEUU de los últimos sesenta años. Washington no ha ganado ninguna guerra salvo la de la minúscula isla de Grenada (1983)".

—¿Cómo se inició esta declinación del "Imperio Usamericano"?

—Después de la Segunda Guerra Mundial EEUU había obtenido el premio mayor: entró muy tarde en el conflicto luego de haber financiado (muy lucrativamente) a los dos campos : aliados y nazis. Finalmente Washington decidió acudir en ayuda de los aliados.

"Cuando terminó el conflicto Gran Bretaña estaba minada por las deudas, la potencia alemana destruida y la Unión Soviética había pagado un pesado tributo (más de dos millones de muertos) para ganarle al ejército nazi; por el contrario EEUU —que no había hecho prácticamente ningún sacrificio— apareció como gran vencedor. Tenía un vasto territorio, una industria que trabajaba a pleno, grandes posibilidades agrícolas y con sus competidores europeos de rodillas. He ahí cómo los EEUU se convirtieron en una potencia mundial.

"Pero inmediatamente después gastó todo el premio que había ganado durante la Segunda Guerra Mundial por combatir al comunismo. La economía usamericana se militarizó y comenzaron a encadenarse las guerras, de Corea a Iraq, pasando por Vietnam por no citar otras.

"Hoy en día por cada dólar gastado del presupuesto usamericano, sesenta centavos van al ejército. Un desastre. Las grandes industrias del país han sido destruidas, las escuelas y los hospitales públicos se encuentran en un estado deplorable.

"Cinco años después del paso del huracán Katrina, los habitantes de Nieva Orléans viven todavía en campamentos. Se puede comparar esta situación con la del Líbano: los que perdieron sus casas a causa de los bombardeos israelíes en el 2006 encontraron un techo gracias al Hezbollah. Lo que le llevó a decir a un mullah que vive en los EEUU que era mejor ser libanés que vivir en los EEUU, ya que en el país de los cedros al menos uno consigue tener un techo sobre su cabeza.

"Este proceso de militarización ha sumergido en el endeudamiento a los EEUU. Pero hoy en día su principal acreedor es… ¡China! El destino de esto dos grandes competidores parece estar curiosa e íntimamente relacionado.

"Sí, la economía es cosa de locos. En efecto, China exporta muchos productos a EEUU, lo que le genera muchas divisas. La acumulación de divisas le permite mantener un cambio estable entre el yuan y el billete verde, favoreciendo a las exportaciones. Pero esa misma acumulación de dólares hace igualmente que Pekin compre bonos del tesoro usamericano que financian la deuda estadounidense.

"Financiando a Estados Unidos puede decirse que China financia la guerra contra el terrorismo. El Pentágono conduce esta guerra con el objeto de controlar mejor los recursos energéticos del mundo e intentar contener la emergencia china. Se trata de una situación paradógica. Pero esa campaña de los EEUU está fracasando y su economía está al borde de la quiebra.

"Les queda una opción: reducir sus gastos militares y utilizar su presupuesto en el relanzamiento económico. Pero el imperialismo está dominado por la lógica de las ganancias inmediatas y la competencia sin frenos : de golpe continuará su carrera hasta morir. El historiador Paul Kennedy ha estudiado la historia de los grandes imperios : cuando la economía de una gran potencia pierde velocidad, pero sus expensas militares aumentan, esa potencia está destinada a desaparecer".

—¿Estamos entonces ante el fin del imperio americano?

—¿Quién puede asegurarlo ? La historia está hecha de zig-zags y yo no tengo la bola de cristal para predecir el futuro. Pero todo lleva a creer que la hegemonía de EEUU toca a su fin. No habrá más superpotencia mundial y EEUU se convertirá en una importante potencia regional.

"Vamos a asistir a la vuelta del proteccionismo y por lo tanto al final de la globalización. Emergerán bloques económicos y entre esos bloques el de Asia será el más fuerte. Hoy a los millonarios están cada vez menos del lado de los blancos y occidentales. Están en Asia en donde se encuentran las riquezas y la capacidad de producción".

—¿Qué pasará con Europa?

—Europa mantiene vínculos muy fuertes con los EEUU, especialmente a través de la OTAN, una invención de EEUU al terminar la Segunda Guerra mundial con el objeto de controlar al viejo continente. Sin embargo creo que existen en Europa dos tipos de dirigentes: los pro-EEUU y los verdaderos europeos. Los primeros dependen de Wáshington. Los segundos privilegian los intereses propios de Europa y se alian a Rusia.

"Con la crisis económica y la declinación de los EEUU, el interés lógico de Europa será volverse hacia Asia. En su célebre libro El Gran ajedrez, el politólogo usamericano Zbigniew Brzezinski dudaba que apareciese una alianza entre Europa y Asia, diciendo que esta unión no se produciría nunca debido a las diferencias culturales.

"Después de la Segunda Guerra mundial EEUU dominaba la escena económica, especialmente la europea, y exportó su cultura, sus formas de vida. La economía genera en efecto vínculos culturales, pero la cultura no crea vínculos sino cuando se tiene el estómago lleno. La cultura no se come. De modo que cuando el estómago está vacío, la cultura queda detrás de la economía.

"Es por eso que hoy, cuando el mundo capitalista está en crisis, Europa debe privilegiar sus intereses económicos antes que los culturales que la unen a EEUU. Sería lógico entonces que mire hacia Asia. Además porque los lazos culturales entre Europa y EEUU los forjó Hollywwod. Puede decirse que los lazos culturales son históricamente más fuertes entre, por ejemplo, Italia y Libia o entre España y Marruecos.

"Cuando Henry Kissinger quería dejar que iraníes e iraquíes se mataran entre sí porque, decía, que la hegemonía de los EEUU era indispensable para mantener la paz y propagar la democracia en el mundo. Numerosos especialistas como Brzezinski pensaban lo mismo".

—¿No se corre el riesgo de que el fin del “imperio” usamericano provoque conflictos aun mayores?

—La democracia de la que ellos hablan es la de los países imperialistas occidentales que no representan más que el 12% de la población mundial, además no se puede decir que la hegemonía de los EEUU haya generado paz y estabilidad en el mundo. ¡Por el contrario! Para mantenerse como única superpotencia mundial, han provocado guerras y fomentado conflictos en los cuatro rumbos cardinales del planeta.

"Hoy en día muchos europeos, que condenan los excesos de los EEUU, no quisieran ver caer al “Imperio americano”. Ya hace más de sesenta años que Wáshington domina militarmente al viejo continente, con el pretexto de velar por su seguridad. A muchos europeos les espanta la idea de renunciar a esa “protección” y tener que asumir su propia seguridad.

"Tener un ejército europeo exigiría invertir una gran parte del presupuesto de Europa. Pero como no se trata de un sector productivo esa masiva financiación podría provocar una nueva crisis. Además si se invierte en un ejército ¿quién va a combatir ? En el caso de una guerra Europa estaría expuesta a serios problemas demográficos.

"Según creo esta situación permite comprender la manifiesta voluntad de algunos dirigentes europeos de acercarse a Rusia. Esa es la única alianza, pacífica y próspera que puede encarar Europa. Pero eso también supone dejar que Rusia se convierta en una gran potencia para que los europeos puedan aplicar allí sus tecnologías.

"Ahora bien, EEUU se ha opuesto siempre a la integración de Rusia con Europa. Si igualmente se produce provocará un efecto que obligará a Wáshington a dejar el viejo continente".

—¿Los ocho años de la administración Bush, su política bélica, sus gastos militares y sus grandes fracasos han acelerado la caída de los EEUU. piensa usted que Obama podrá cambiar algo?

—Su elección es histórica. Los afro-americanos sufrieron tanto en el pasado, y aunque contribuyeron enormemente al desarrollo de los EEUU, sus derechos políticos fueron traicionados. Durante la guerra civil estadounidense los afro-americanos eran víctimas de la esclavitud en el sur. La burguesía del norte les ofreció la libertad a cambio de que combatieran de su lado. Los esclavos aceptaron y eso permitió que ganara el norte.

"Entre 1860 y 1880 los EEUU conocieron un período próspero, sin racismo, calificado como de reconstrucción por el célebre líder afro-americano William Edward Burghardt. Pero muy pronto la elite estadounidense se asustó viendo que la gente de color, los trabajadores y los ciudadanos comunes se unían: las propiedades de la minoría burguesa se sentían amenazadas por la solidaridad de las clases populares. Volvió por lo tanto la segregación, teniendo por objetivo quebrar la unidad de las clases populares y de enfrentar a los ciudadanos comunes entre sí con el objeto de que la élite se hallara preservada de toda rebelión.

"De modo que en este marco la llegada de un hombre negro a la Casa Blanca, es muy importante. Pero aunque Barack Obama sea un presidente progresista por su color no es suficiente: el carácter reaccionario del imperialismo se rehace, se ve cada vez más. De modo que no creo que Barack Obama pueda cambiar ni en los meses ni en los años por venir. El imperialismo no puede ser cambiado o adaptado. Debe ser invertido (dado vuelta).

—¿Y cual es el lugar del mundo musulmán en este gran enfrentamiento entre China y los EEUU ? ¿Tiene algún papel verdaderamente importante?

—Muy importante; como lo dijimos al principio, EEUU ha demonizado el “peligro islámico” en toda una serie de países que bordean el Océano Índico: Somalía, países del Golfo, Asia Central, Pakistán, Indonesia… El objetivo de EEUU, vinculado al de las transnacionales, es controlar el petróleo y los recursos energéticos como también los pasos estratégicos de la región. Pero en Oriente Medio y en el conjunto del mundo musulmán se ha desarrollado una corriente anti imperialista que resiste la dominación de los EEUU.

"Se trata de un factor muy positivo. Todos los pueblos del mundo tienen interés en establecer relaciones basadas sobre principios de igualdad y de poner rápidamente fin a la hegemonía occidental que ha provocado tantas agresiones y tantos crímenes. En el pasado, toda clase de personalidades y de corrientes políticas trataron de empujar al mundo musulmán a los brazos de los EEUU.y su gran alianza anticomunista. Pero en realidad el interés de los pueblos del “arco del Islam”, el interés de los musulmanes se encuentra del otro lado.

"Si cada uno comprende y apoya el papel positivo de China en el reequilibrio de las fuerzas mundiales entonces resulta posible el establecimiento de una gran alianza de todos los países que quieren desarrollarse de manera autónoma, en interés de sus pueblos, es decir escapando al pillaje y a la injerencia de potencias imperialistas. Cada uno debería informar a su alrededor y hacer tomar conciencia que estos importantes cambios son positivos Poner fin a la hegemonía de las potencias imperiales abrirá grandes perspectivas a la liberación de los pueblos".

Data

Mohamed Hassan es especialista en geopolítica y en el mundo árabe. Nacido en Addis Abeba (Etiopía), participó en los movimientos estudiantiles en el marco de la revolución socialista de 1974 en su país. Estudió ciencias políticas en Egipto antes de especializarse en administración pública en Bruselas. Diplomático de su país durante la década de 1990, trabajó en Washington, Pekín y Bruselas et Bruxelles.
Co-autor de L’Irak sous l’occupation (EPO, 2003), también ha colaborado en obras sobre el nacionalismo árabe y los movimientos islámicos, y sobre el nacionalismo flamenco. Es uno de los mejores especialistas contemporáneos del mundo árabe y musulmán.

Bibliografía a consultar en castellano
Confesiones de un gánster económico, Barcelona, Tendencias, 2005 ; traducción de José Antonio Bravo Alfonso.
Estados fallidos: el abuso de poder y el ataque a la democracia, Barcelona, Ediciones B, 2007 ; traducción de Gabriel Dols.

* Periodistas.
En www.michelcollon.info
Traducido por Susana Merino.

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