Golpe a las tabacaleras
El acuerdo entre la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Comisión Mundial contrael tabaco (CMCT) constituye, más allá de la lucha contra el tabaquismo, un hecho histórico en el ámbito de la salud pública, ya que el tratado proporciona a los países más instrumentos para combatirlo y salvar vidas.
«Son 57 los Estados que son parte del CMCT-OMS, lo que representa unas 2.300 millones de personas», señaló el Lee Jong-wook, director General de la OMS. «Pido a todos los países que pasen a ser parte del Tratado y que apliquen medidas que harán que el consumo de tabaco sea cada vez menos atractivo para la población».
El médico Eduardo Bianco, director del Programa de control del tabaco de la Fundación Interamericana del Corazón, por su parte dijo: «El convenio no es contra el fumador puesto que es una víctima toda vez que la enorme mayoría de personas que se hacen dependientes al consumo de tabaco, lo hacen antes de los 18 años, antes de tener la capacidad plena para tomar una decisión».
Detrás de la pitada
«Las personas -prosigió Bianco- se enganchan con un producto extremadamente tóxico: casi cinco mil sustancias químicas, 50 de ellas cancerígenas -como el arsénico, cadmio, plomo y el cianuro de hidrógeno-. Sustancias que jamás nadie se introduciría en el cuerpo si los hubieran advertido».
La industria tabacalera descubrió hace más de 50 años los efectos perniciosos del tabaco, ocultándoselos a los consumidores. «Usaron su capacidad tecnológica para hacer cada vez mas adictivos los cigarrillos, agregándole amoniaco al tabaco para que, al quemarse la velocidad de impacto de la nicotina en el cerebro, su efecto sea cada vez sea más rápido». Todas las sociedades científicas del mundo rechazan el consumo de cigarrillos.
Prevención es el concepto y la actividad principal en lo que se refiere a la salud. El consumo del tabaco produce enfermedad y muerte a millones de personas.
Las patologías más frecuentes que desarrolla o contribuye poderosamente a desarrollar el tabaquismo son: bronquitis, enfisema, pulmonar -que puede llevar a la postración de por vida en un lecho-, el cáncer pulmonar, infartos y otras enfermedades al corazón, accidentes vasculares del cerebro, etc. También se ha asocia con tumores malignos.
No sólo se ve comprometida la salud de los fumadores, también afecta a los que conviven con aquellos.
Guerra al pucho
Los Estados parte del CMCT-OMS deberán convertir sus disposiciones generales en la materia en en leyes y reglamentos nacionales. Por ejemplo:
– Un plazo de tres años -a partir de la entrada en vigor del tratado en el país- para adoptar medidas que garanticen que las cajetillas lleven grandes y duras advertencias sanitarias.
– Un período de cinco años para establecer la prohibición total para la publicidad, promoción y patrocinios del tabaco siobre diversos actos sociales.
El acuerdo CMCT-OMS contiene disposiciones en las que se establecen normas internacionales en materia de fijación de precios, aumento de impuestos, publicidad, etiquetado, comercio ilícito y tabaquismo pasivo, entre otros aspectos.
Entre los países que estarán jurídicamente vinculados por las disposiciones del tratado solamente Canadá, México, Panamá, Perú, Trinidad y Tobago y Uruguay representan a los Estados americanos.
En la mayor parte del continente no se ha legislado suficientemente sobre esta importantísima materia. En el casos de algunos países, como Chile, se detectan serias presiones de la monopólica, con alrededor de un 98 por ciento de las ventas, Chile Tabacos -filial de la British American Tobacco-.
En ese país el Movimiento por la consulta y los derechos ciudadanos, que preside el médico Edgardo Condeza, recomienda a los ciudadanos exigir que las autoridades vinculen a Chile al Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco y se «legisle con celeridad sobre este grave problema, que produce morbilidad y muerte a decenas de miles de habitantes del país».
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* Movimiento por la consulta y los derechos ciudadanos.