Guatemala: no todo está perdido para la cultura

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Carlos López Barrios ha obtenido, el Nacional de literatura. Carlos es una leyenda, un tipo de esos que sueñan sueños de muchos. A principios de los 80 fundó una pequeña editorial que ha funcionado con no más de diez personas, Praxis. Aquí ha publicado a muchísimos poetas de excelente calidad, que de lo contrario seguirían relegados a lo desconocido.
Es uno de esos tipos que hace lo que hace con convicción, con alma. Cuando un Quijote recibe un premio tan significativo, y lo recibe, precisamente, por su quijotada, es una consecuencia de otros quijotes. De modo este pequeño texto también rinde tributo a esos otros.| RENATO BUEZO. *

 

De quijotes o quijotadas, el sueño del mundo va construyéndose esos otros globos que le fueron negados, imprimiendo un ritmo distinto, hurgando en las canteras milenarias y endurecidas de la vida, de todas las vidas, los imposibles de otro sueño, uno enorme, uno que con alas invisibles parece desaparecer en las nubes.

 

Y solo ellos, los quijotes, se atreven a mover los brazos agitándolos entre una rara mezcla de paciencia e insistencia. Pasa el tiempo ajeno y amenazante, sembrando la desesperanza, y sigue pasando aun, sin detenerse, sin darse cuenta que de pronto aquellos brazos elevan a su soñador.

 

Pajapita no es precisamente, una tierra de quijotes. Yo crecí cerca de allí, y en aquellos tiempos uno terminaba viendo a la guerra lo mismo que un aguacero, mientras aprendía la vida del campo y la de esos pequeños pueblos, ensopado entre el vaho del día y el calor insistente de la noche.

 

Allí no había gigantes, todo continuaba siendo igual. La osadía y la locura eran una decisión; la manera de pensar más allá de las calles, más allá de aquella muchacha que te encuentras en el parque y te ve, eran valentía. Partir, con la pequeña bolsa de pertenencias atada al extremo de un palo, significaba meterse en el laberinto de la vida, dejar de comer, pedir posada, hacerse de deudas de honor, dejar la comodidad de la monotonía.

 

Es de locos, claro, de locos valientes, sí, buscar el mundo que no te dieron, descubrirlo, dejar la montaña y lanzarse al aire convencido de que se puede volar, aunque eso signifique la muerte.

 

Como Moisés, estos quijotes dejan las comodidades, y hasta lujos fuera de lo común, renuncian a un reino para vivir en la pobreza, todo por sus sueños. No es precisamente la locura, es porque ven lo que el resto no puede. La fe de un quijote, es la fe de un visionario. Y un visionario empieza por confesar sus sueños, los dice, los pregona a los cuatro vientos. No es alardear, es una manera de comprometerse con él mismo.

 

Así partió, pues, este quijote que salió en busca de sus sueños, sus sueños hechos palabra. Y sin lanza ni ristre, fue por esos gigantes, a pie, descalzo, sin nada a favor.

 

Hoy recibe una llamada. Ese sonido que comunica, que llega desde muy lejos, le cuenta lo del Premio Nacional de Literatura, ese que conceden cada cuanto a quienes han trabajado en pro y beneficio de ella, esa maravillosa invención humana, como él le llama. Y no es para menos, en lo absoluto, si este quijote ha ayudado en la construcción de muchos sueños, los de otros.

 

Le leí a Méndez Vides, otro escritor guatemalteco, que la esencia de todo buen narrador está en el cuento, ese género tan querido y tan maltratado. Como la poesía, está relegado a la gaveta, pues el comercio ha decidido tomar el género que vende.

 

Aunque son aquellas pequeñas editoriales, las fugitivas, las expatriadas, las que en sus antepasadas un día habitaron la orilla izquierda del Sena, las que luchan contra esos gigantes. Praxis es una de ellas, con más de 700 títulos, de gran calidad, que los gigantes hubieran dado por piltrafas.
El Puro cuento, revista literaria que rinde tributo a ese género esencial, nació en México, continuando la historia del género que ya había empezado su antepasada, El Cuento, de Edmundo Valadés.

 

Desde esas dos grandes empresas, no en tamaño, si no en trabajo y calidad, hoy, ese buen amigo de todos, ese soñador e impulsor de sueños, recibe el premio nacional de literatura Miguel Ángel Asturias.
Con efusividad, desde estas letras, aplaudo y abrazo a ese gran quijote, Carlos López Barrios.
——
* Escritor. Desde Guatemala.

 

Addenda

 

El premio será entregado a Carlos Humberto López Barrios por su amplia  producción literaria, la cual consistente en alrededor de 25 obras publicadas, entre poesía, biografía, calambures, palíndromos y relatos breves, así como investigación lingüística, literaria y académica. Parte de su obra conoce traducciones al árabe búlgaro, francés, inglés, italiano, náhuatl. rumano y sardo. 

 

López Barrios nació en Pajapita, San Marcos, Guatemala en 1954. Es egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad de San Carlos (USAC), y posee estudios de posgrado en literatura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Además ha ejercido la docencia por casi 40 años.

 

En su Editorial Fénix ha publicado alrededor de 600 escritores y es fama que participó en la edición y publiucación de varios miles de volúmenes de autores poco conocidos o desconocidos rechazados por el negocio literario.

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