Honduras, primer análisis al calor de los hechos

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Néstor Francia.*

Sorprendente cambio en Honduras: el regreso de Zelaya coloca la lucha en un nuevo nivel. Pero no nos hagamos ilusiones, los actores del conflicto siguen en sus posiciones; EEUU en su plan, OEA con sus debilidades, ALBA justa y radical. Micheletti apuesta al desgaste frente a la embajada de Brasil y dar largas hasta el 29 de noviembre. Pero el pueblo hondureño está firme en la lucha y en la consigna de Constituyente. No descartemos nuevas sorpresas impulsadas por el movimiento popular.

Es realmente sorprendente como cambian las cosas de un día para otro en tiempos de revolución. Ayer decíamos: “Mañana trataremos el tema de la reunión de la SIP, de la que ya se han dicho tantas cosas, del concierto “Paz sin fronteras” en La Habana y de otros temas que hoy obviamos por razones de espacio”. No pasó por nuestra mente que hoy amaneceríamos hablando, una vez más, de Honduras.

Tal como dijo el presidente Chávez, el regreso de Manuel Zelaya coloca la situación hondureña en un nuevo nivel. En el corto tiempo que va desde ayer en la tarde hasta hoy en la mañana hay unas cuantas cosas para analizar.

En primer lugar, no nos hagamos ilusiones: salvo por el mismo Zelaya y el movimiento popular hondureño, la situación varía poco en cuanto a la posición que asumen los otros actores. La diplomacia gringa, por ejemplo, responde de la manera ladina, de doble cara, con la cual ha venido actuando desde un principio. Las declaraciones de Ian Kelly, vocero de la Casa Blanca, son un ejemplo de ello, cuando indicó que “las dos partes hagan un ejercicio de comedimiento y eviten cualquier acción que pueda derivar en un brote de violencia, que pueda provocar la violencia”.

Esta versión de “las dos partes” fue rechazada por nuestro embajador ante la OEA. Roy Chaderton, de manera categórica. Pero para los yanquis tal perspectiva favorece tanto su plan “A” (Acuerdo de San José) como su plan “B” (dar largas hasta las elecciones, y luego impulsar el reconocimiento paulatino del “gobierno electo” sobre la base de los hechos consumados). También señaló que la embajada estadounidense en Tegucigalpa está recabando detalles concretos e información sobre “lo que pretende (Zelaya) con esta acción y cuáles van a ser sus siguientes pasos”.

Como se ve, aquí no hay ningún apoyo expreso al retorno de Zelaya, en su derecho como presidente legítimo de Honduras, más bien lo ubica como alguien con “pretensiones” desconocidas. Cuado se le preguntó sobre la situación legal de Zelaya, el portavoz imperial dijo, con absoluto descaro, que eso depende del “régimen de facto en Tegucigalpa”. Como inevitable saludo a la bandera, expresó: “nosotros creemos que Zelaya es el líder constitucional y democrático de Honduras”. Entretanto, la delegación de USA en la OEA, aprovechándose de la urgencia del caso, trató de que la Comisión Permanente de ese organismo ratificara el “Acuerdo de San José” como única salida a la situación, y a Oscar Arias como mediador universal, lo cual fue rechazado, menos mal, por varios representantes, incluido el nuestro.

La OEA, por su parte, sigue mostrando sus debilidades, con declaraciones ambiguas y sus “comisiones”. Hoy Insulza estará en Honduras, no para respaldar sin cortapisas al presidente constitucional Manuel Zelaya, sino para seguir abogando por soluciones de compromiso que ponen de lado al protagonista principal de todo esto, el pueblo revolucionario de Honduras.

En cuanto al ALBA, una vez más se convierte en clara voz del verdadero progresismo latinoamericano, al emitir una contundente declaración en la cual establece

 “…Los Gobiernos de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América ratifican que el retorno del presidente Zelaya debe darse sin condiciones de ninguna índole y de conformidad con la voluntad democrática expresada por el pueblo hondureño, quien de manera soberana lo eligió como Presidente de la República de Honduras”.

En cuanto al gobierno de facto de Micheletti, volvió ayer a mostrar su prepotencia y su talante autoritario. Mientras decretaba un toque de queda prolongado para tratar de frenar la reacción del pueblo de Honduras, ratificaba su intención de prolongar su calvario hasta el 29 de noviembre y reclamaba a Brasil que tuviese alojado a Zelaya en su embajada.

El movimiento popular hondureño sigue firme en su lucha y sus aspiraciones

Dirian Pereira, responsable para la región de Suramérica y el Caribe de la Comisión Internacional del Frente Nacional contra el golpe en Honduras, le salió al paso a las tácticas imperiales, al dejar en claro que

“…El gobierno de facto dice que no esta pasando nada, que Honduras esta en calma y que eso es el resultado del toque de queda. El toque de queda lo hicieron para intimidar a la gente para que no fuera con los compañeros de la resistencia frente de la embajada, para crear temor en la población. Ellos dicen que no van a negociar nada, ellos sigue encerrados en su busto, pero Mel ha venido aquí con la intención de negociar. No sabemos qué va a pasar. Lo que sí, es que nosotros seguimos pidiendo la Constituyente (…) Para las organizaciones populares y para el Frente Nacional de Resistencia, lo que pasa es que el Plan Arias contempla un No a la Constituyente. También va venir una comisión de la ONU, tenemos entendido, y vamos a ver que pasa, pero las organizaciones estamos aquí pidiendo la Constituyente”.

En un informe del portal Aporrea.org se afirma: “el auge de la lucha de clases, provocado por la misma dictadura, asoma perspectivas imprevisibles, que podrían liberar fuerzas incontrolables para los enemigos de la democracia y de la libertad. Ahora parece que, junto con la resistencia, nadie más que Zelaya puede canalizar la energía del movimiento popular en Honduras y el uso de las armas por los golpistas podría ser el peor remedio para su enfermedad y terminar de enterrarlos en las más profundas ‘honduras’”

En resumen, la situación de Honduras se presenta como sigue:
El regreso de Zelaya abre las puertas para que la lucha del pueblo hondureño escale nuevos niveles de combatividad
Los actores internacionales siguen todos en sus trece: El imperio con sus ya conocidas tácticas y su doble cara, y tratando de imponer por ahora el “Acuerdo de San José”, la OEA con sus debilidades e ineficacias, el ALBA con su justa posición radical. De la ONU no esperemos grandes decisiones.

Los golpistas tratarán de apostar al desgaste de las manifestaciones frente a la embajada de Brasil, mientras seguirán ejerciendo varios niveles de represión selectiva. Así podrían seguir ganando tiempo hasta el 29 de noviembre, cuando están programadas las elecciones ilegítimas

El movimiento popular hondureño, factor principal en el desarrollo del conflicto, continuará profundizando y radicalizando su lucha, con la consiga de Constituyente como objetivo innegociable.

El aparato mediático de la derecha internacional, incluida la venezolana, seguirá apoyando el golpe de manera soterrada, llamando “gobierno interino” al régimen de Micheletti, desprestigiado a Zelaya, desconociendo la existencia del movimiento popular hondureño y entrecomillando, como hace hoy la página Web de Globovisión, la frase “gobierno de facto”.

Los pueblos del mundo continuarán aprendiendo invalorables lecciones gracias a la gran batalla del pueblo de Honduras y a las torpezas de la derecha latinoamericana.

No se descartan sorpresas, sin embargo. El pueblo de Honduras está en pie de lucha y nos viene a los venezolanos el recuerdo prodigioso del 13 de abril. Lo que sí es seguro es que la victoria final estará del lado del pueblo de Honduras, porque como dijo Bolívar “Dios premia a la constancia”,

* Analista de asuntos internacionales.

 

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