Ir hacia el porvenir y añorar

G.T.

La emigración de grandes contingentes humanos: escapar de la muerte, de la persecución política, de la pobreza, en fin, es la realidad de muchos países; su contrapartida es la esperanza: encontrar una vida mejor en libertad y sobre la base del trabajo.

Un puente. Nada mejor que un puente para significar el hecho de emigrar. El puente es la metáfora perfecta –en cuanto su mera imagen traslada el sentido recto de lo que es esa construcción a otro figurado–. Sólo que en la figura del migrante poco espacio hay para lo metafórico: se emigra por necesidad imperiosa, a veces por engaño de la imaginación, y siempre en el equipaje están las vacías falquitreras del hambre –propia o de los que quedan atrás, a la espera.

En menos de cinco minutos Añoranza nos sitúa en ese puente. Que será atravesado por el migrante y luego, quién sabe, servirá –ésta vez si en forma metafórica– para enviar a casa los frutos del esfuerzo;no en pocos países esos dineros (los giros, los envíos, los depósitos en una cuenta de ahorros) son la única fuente de recursos para decenas de miles de personas.

El resultado, dice la presentación del cortometraje hace de la emigración "un poema visual en sus ojos, manos y rostros, soñando un futuro mejor…".

Cuatro minutos 53 segundos para reflexionar.

Realizador: Carlos Altamirano
Producción: Metraje Pro and Post S.A de C.V.
Año de producción: 2007, México.

El filme se puede ver aquí