Jorge J. Flores Durán / Chile y la prensa tramposa: ojo con el adoquín

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En un reportaje publicado bajo el título La cruzada por los adoquines  de la revista de Vivienda y Decoración de  El Mercurio –edición N 657 de sábado 7 de febrero del 2009–, dice: "Desde fines del siglo XIX los habitantes de Santiago han venido dejando huellas sobre las calles de adoquines", la primera foto del reportaje es la intersección de la calles París y Londres.

Nuevamente la amnesia cubre las letras de este particular periódico. No creo que El Mercurio ignore qué significan los adoquines de la calle Londres, o lo que pasó en la casa de exterminio de opositores a la dictadura de Pinochet, conocida por su dirección Londres 38(1). Quiero manifestar que la localización de esta vergonzosa casa fue hecha a través de los testimonios de sobrevivientes de ese centro de tortura.

En sus testimonios reconocen cuando, con los ojos vendados, eran conducidos desde la Alameda por "una calle llena de adoquines", o que las camionetas Chevrolet C-10  usadas por la DINA arrancaban raudas desde esa intersección de París y Londres, que el reportaje describe "…conocida por su belleza de aires europeos".

No niego esa característica de la calle, pero no olvidemos que también es conocida porque desde ese punto de la ciudad, desaparecieron cientos de chilenas y chilenos, atados y vendados, cuerpos torturados. Para quien aún diga que no le "consta" diríjase  a los archivos del Comité pro paz, que luego lo superaría la Vicaría de la Solidaridad, o al informe Rettig.

Hoy es una verdad indecible por el dolor, inconmensurable, por el daño al país, y nadie lo puede ocultar u olvidar. No encuentro la razón para que este matutino reincida en ocultar el sufrimiento de miles de familias que aún seguimos buscando a nuestros familiares; nuevamente El Mercurio pierde una buena oportunidad para aportar contra el olvido.

Aquí no se trata de "abrir heridas o volver al pasado", que es justamente lo que provoca la omisión y el olvido gratuito.

Seré sincero yo soy un sobreviviente de ese centro de tortura(2): a los 16 años mis pies tocaron esos adoquines; yo estuve en una de las camionetas de  la DINA también en esa intersección que señala el reportaje; yo sobreviví, es por eso que puedo dar testimonio. No culpo a nadie que por diversas razones no conozca la historia de su país, pero los que sí la saben ¿por qué olvidan?

Los adoquines, junto al carrusel y las campanas de la iglesia de la calle Londres son testimonio incuestionable de una de las páginas más vergonzosas de la historia de Chile. Pero como nuestro país esta lleno de contraste el mismo artículo señala "rescatar una parte de la historia que a veces pasa inadvertida, pero que es importante para nuestro país y que no puede quedar simplemente cubierta de asfalto".

Ojo con el adoquín… que te está mirando.

Notas

(1) Londres 38: El 4 de octubre del año 2005, La casa de Londres 38 fue declarada Monumento Histórico. El 14 de octubre del 2008, se inaugura el Memorial en la calle Londres. Placas de bronce llevan los nombres de los detenidos desaparecidos de esa casa.

(2) Extracto del libro Londres 38, (un número desaparecido) pág. 96, capítulo Los adoquines de la calle Londres: "…Mis pies rozaban cada adoquín con la punta primero hasta llegar al talón. Así caminé hasta alcanzar la camioneta que me esperaba con las puertas abiertas. Unos gritos indicaban que había otro vehículo esperando a otros detenidos…".

Jorge J. Flores Durán es escritor, autor de Londres 38 (un número desaparecido), publicado en 2003.

 

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