JP Morgan y Goldman-Sachs: el diablo los cría y la crisis los desenmascara

1.970

Rodolfo J. Novakovic.*

Crisis económica: miedo, cesantía, imposibles aprietes de cinturón, protestas, represión. Y explicaciones nunca suficientes. Pero hay más: los actores que juegan gozosamente los roles que demanda el drama, una obra en la que los papeles principales —aunque permanezcan entre bastidores— identifican  rigurosamente a los malvados.

Tal como lo ha expuesto la escritora y ex fiscal de Los Ángeles (California, EEUU) Ellen H. Brown, vivimos en tiempos difíciles donde el mercado financiero y el ahorro de décadas de los imponentes parecen estar en riesgo ante la actual guerra desatada por dos bancos enemigos: el Goldman Sachs y el JP Morgan Chase.

Durante un período de exactos cien años (entre 1900 y 2000) se llevó a cabo, abiertamente, una batalla entre dos familias de banqueros: los Morgan y los Rockefeller. Y aunque parecía que no cabía un tercer grupo financiero que hiciese frente a los dos grupos de poder, en la década de 1921/30 emerge un grupo totalmente especulativo, que por medio de los mismos esquemas fraudulentos utilizados por el estafador italiano Carlo Ponzi, conforma el consorcio denominado Goldman Sachs, el cual conduce a un rotundo fracaso a todas las empresas que confiaron en este último, cuando tuvo lugar la crisis financiera de 1929.

A partir de entonces, y en los años siguientes, todo lo relativo al nombre Goldman Sachs fue considerado sinónimo de estafa, fraude y delitos bancarios. Pero la memoria histórica es frágil, y  rápidamente desaparece en el amplio y sin fondo “baúl de los recuerdos”.

Con una Segunda Guerra Mundial que favoreció principalmente a Inglaterra y a los Estados Unidos de Norteamérica, con un dólar fuerte y respaldado por las grandes reservas en oro, el Tratado de Breton Woods (31 gramos de Oro equivalían a 36 dólares estadounidenses) permitió a su moneda convertirla en un objeto de cambio seguro y único con el oro.

Lo que muchos norteamericanos parecieron haber olvidado entonces fue el hecho que, desde la navidad de 1925, la Reserva Federal de USA, la FED, pasó a ser controlada por los cinco bancos más poderosos de Inglaterra, de modo tal que todo el circulante que EEUU necesitase anualmente era “elaborado”, en verdad, por orden de Inglaterra, quien pedía a cambio el 5% en oro, precioso mineral que año a año migraba desde EEUU hacia la antigua “madre patria”, real dueña y poseedora de su economía.

Con el tiempo, y especialmente durante el gobierno de Nixon, al no tener oro suficiente para mover hacia Inglaterra y, por tanto, no pudiendo emitir más dólares para enfrentar sus necesidades económicas y la guerra en Vietnam, los asesores de presidente norteamericano planifican “deshacerse” de la omnipresente FED de modo tal que el gobierno pudiese emitir su propio papel moneda (su propio dólar) respaldado ahora no ya en oro sino en el petróleo que EEUU, hacia 1971, controlaba casi exclusivamente.

De este modo ningún país podría desde entonces, comprar petróleo, si no adquiría los nuevos dólares emitidos por el Gobierno de EEUU (sin la autorización de la FED). No pudiendo Inglaterra doblegar a USA, puesto que sólo logró acrecentar la deuda externa en los países emergentes o subdesarrollados, ambos contendientes llegaron a un acuerdo y establecieron convertir todos los dólares sin respaldo (petro-dólares) en Bonos del Tesoro norteamericano, los cuales, eso sí, se transarían única y exclusivamente en Londres. Así nuevamente la FED tendría un mediano control y todo el petróleo necesario para la economía mundial no podría transarse en otra moneda que no fuese el dólar.

No obstante, candidatos a imponer su moneda como mecanismo de transacción para el negocio del petróleo fueron principalmente dos: Japón, y Alemania. Más, con la crisis asiática, y con los nipones medianamente arruinados, convirtiéndose éstos últimos en los principales acreedores de EEUU; Alemania resolvió con rapidez consolidar su moneda, el marco, disfrazando el verdadero poder de su economía bajo el manto de una nueva moneda europea: el euro. Inglaterra y EEUU, cómodos con sus divisas, vieron con malos ojos y como una amenaza la consolidación de la Comunidad Europea.

En Estados Unidos, para hacer frente a las crisis bancarias venideras, los dos antiguos contrincantes deciden “hacer las paces” y unirse bajo un mismo "holding" bancario: el JP Morgan Chase, nacido en el año 2000 de la unión del JP Morgan y del Chase Manhattan Bank. De esta manera, y aunque todavía con una capacidad de liderazgo bancario más bien mediocre, Goldman Sachs no podría competir en igualdad de condiciones con sus nuevos rivales, ahora unificados. El principal escollo de GS para convertirse en un verdadero "holding" era la falta de garantías y la histórica desconfianza.

Entonces se cuenta (dice “la leyenda”) que desde Inglaterra habrían ofrecido a Goldman Sachs convertirlo en holding y darle acceso a los millonarios créditos sin intereses ofrecidos por la FED, si a cambio, y como “un trabajo sucio”, ayudaba, mediante sus prácticas especulativas, a debilitar el euro. Así, en los primeros años de la década de 2000, Inglaterra sabía que su “amistad” con USA tenía los días contados, puesto que el fortalecimiento del euro haría que muchos países productores de petróleo migraran hacia esta nueva divisa, desbancando el dólar, y precipitando en caída libre a la economía norteamericana. Estos hechos se traducirían en que, el resto de las naciones americanas y del Asia, buscarían refugio en el euro, provocando que fuese esta moneda y no aquella, el mecanismo más estable para las inversiones.

Por ello, se comenta que, habiendo accedido Goldman Sachs a realizar dicha “misión”, buscó aquellas naciones más corruptibles y fáciles de tentar, ofreciéndoles sus servicios financieros para que los gobiernos de esos países  pudiesen solicitar millonarios créditos a la Comunidad Europea (controlada por Alemania), sin que dichos créditos figurasen en sus balances y memorias, y sin que contablemente el déficit de cuenta fiscal superasen el 3 ó 5% (por sobre el cual las economías locales son intervenidas por la CE).

Goldman Sachs creó, usando este ardid, en Grecia, en Portugal, en España, en Irlanda e Italia, y en México, numerosas empresas de papel formadas por los mismos gobiernos, pero aparentemente desvinculadas de ellos, para solicitar créditos a la CE; al no poderlos cancelar, y al efectuar el seguimiento de dichos deudores, los acreedores pudieron establecer que los reales solicitantes de los créditos eran los propios gobiernos; y que en todas las operaciones estuvo presente Goldman Sachs.

Así, luego de la Crisis de 2008, el GS es reconocido en EEUU como un holding bancario, concediéndole acceso a los créditos sin intereses que otorga la FED; lo cual ha enojado de sobremanera a los miembros del holding JP Morgan Chase.

En USA, hoy se sabe que la Secretaría del Tesoro está en manos del Goldman Sachs, puesto que todos sus secretarios provienen de dicha entidad, mientras que en la SEC, se encuentran los miembros provenientes de JP Morgan Chase,

La batalla por el control de sistema financiero recién comienza…


* Físico e ingeniero Ffsico.

 

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