La censura a obras de Mark Twain abre polémica en el medio editorial

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DPA, Reyes Martínez Torrijos
"The N-word" (la palabra que empieza con N), "the F-word"… Estados Unidos es conocido por el uso de eufemismos pobremente maquillados para eludir palabras ofensivas como "negrata" o "jódete" en medios de comunicación o discursos públicos.Algunas cadenas incluso retransmiten sus enlaces directos con unos segundos de retraso para poder tapar con un pitido los términos malsonantes.

Y nadie se rasga las vestiduras por ello.

Pero que la corrección política haya llegado hasta un grande de los grandes de la literatura de este país, Mark Twain, parece haber colmado la paciencia de muchos para quienes Las aventuras de Tom Sawyer y Las aventuras de Huckleberry Finn son clásicos intocables.

El anuncio de una editorial de Louisville, New South Books, de reditar las dos novelas más famosas de Twain sustituyendo la palabra "nigger" –término usado de forma despectiva para referirse a las personas de color– por "esclavo" y hasta el de "injun" por "indian" ha provocado todo un debate en el mundo literario, incluso más allá de las fronteras de las letras.

Controversia asumida

El propio autor de la redición, el profesor de lengua inglesa y experto en Twain, Alan Gribben, reconoció lo "controvertido" de su apuesta, que implicó remplazar los términos que aparecen en total 219 veces en las obras.

"Sospecho que los puristas van a estar horrorizados", admitió en una entrevista con la revista especializada Publisher Weekly.

Pero a la vez defendió su decisión: "Hablé con profesores locales que me dijeron que les encantaría enseñar (en clase) esta novela, pero que sienten que ya no pueden hacerlo. En las aulas actuales, realmente es inaceptable", relató.

Gribben usa el mismo argumento en la introducción de la nueva edición de las novelas, que saldrán a la venta en febrero.

"Podemos aplaudir la capacidad de Twain, como un prominente realista literario estadunidense, de recoger el habla de una región particular durante una era histórica específica, pero los insultos raciales abusivos que implican claras connotaciones de inferioridad repulsan a los lectores de hoy", sostiene.

Un argumento que sin embargo no acaba de convencer a muchos, como muestra el revuelo mediático que ha producido estos días el anuncio de la redición de las obras… ¿censuradas?

"Aquellos que están haciendo una cruzada contra (Mark Twain) no han leído mucha literatura estadunidense", sostiene el escritor, poeta y crítico, Ishmael Reed, en un comentario en The Wall Street Journal.

"¿Hasta dónde debería llegar esto? ¿Censuraremos después letras de canciones? Esto supondría el fin del hip hop tal como lo conocemos", advierte y condena: “El hecho de que un crítico se haya dedicado a estropear la gran obra de Twain no es más que otra muestra de que el filisteísmo atávico que se ha apropiado de nuestra política y cultura ha llegado al mundo académico.

The Washington Post, que cabeceó la nota: “Nueva edición de Mark Twain borra palabras "ofensivas" (New Mark Twain edition removes ‘offensive’ words), nunca consignó el término "nigger", la cual se cambio en 219 ocasiones en Huckleberry Finn y cuatro en Tom Sawyer. En esta última se sustituye "Injun Joe" por "Indian Joe", y "half-breed" (raza) se convierte "half-blood" (sangre).

El diario consigna que Gribben ha recibido una avalancha de correos acusándolo de profanar las obras. "En ninguno de éstos se menciona la palabra. Todos bailan alrededor de ella", señala el profesor de lengua inglesa.

El docente de la Universidad de Virginia Stephen Railton, quien tiene una versión de Huckleberry Finn que incluye un contexto para que en las escuelas se explore el racismo y la esclavitud, manifestó que el lenguaje representa la historia de Estados Unidos y la nueva versión no contiene la verdad del tiempo en que Twain redactó el libro.

The Wall Street Journal, ofrece la opinión del escritor y crítico, Ishmael Reed, previa nota donde se alerta que el lenguaje usado en su ensayo es el mismo que se está intentando editar en los libros de Mark Twain.

Reed explicó que el narrador, nacido en 1835, usó la violencia que se respiraba en su tiempo para producir una sátira agresiva, en la que se exponía la hipocresía de los propietarios de esclavos.

Mediante The New York Times, Gribben afirmó que no intenta "limpiar" a Mark Twain. "El humor está intacto. Yo sólo tuve la idea de reducir la inquietud por esta palabra y dejar que la historia se mantenga sola".

Un grupo de académicos, maestros y lectores criticaron la medida como un ejercicio fuera de lugar, de censura literaria, reportó por su parte The Independent.

El profesor Railton señaló a TWP que no es la primera vez que se ha alterado Huckleberry Finn. John Wallace, un maestro de la escuela Mark Twain en Virginia, publicó hace 20 años una versión que usaba la palabra "slave" en vez de la "N-word".

La obra del escritor estadunidense ha provocado rechazo en el pasado, según The Washington Post. En 1957 las autoridades de educación de la ciudad de New York borró esta novela de las listas de libros aprobados para enseñanza en las escuelas de primaria y secundaria. En 1998, padres de familia de Tempe, Arizona, iniciaron un proceso para excluirlo de las lecturas asignadas en una institución. Una corte federal rechazó la petición.

Este libro, publicado en Estados Unidos en 1885, es el cuarto más prohibido en escuelas de acuerdo a Banned in the USA (Prohibido en EU), de Herbert N. Foerstal, un bibliotecario retirado quien ha escrito varios libros sobre la Primera Enmienda.

"Yo quiero brindar una opción para maestros y personas incómodas con las 219 ocasiones en que se usa esta palabra", señaló Gribben en torno a la publicación que tendrá un tiraje de 7 mil 500 ejemplares. "Dejemos que los lectores decidan", pidió.
 

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