La crisis de Honduras en el marco del nuevo Sistema Interamericano de Defensa

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Cnl (r) José Luis García y Elsa María Bruzzone*

Cuando la "Guerra Fría" llegó a su fin y apareció claramente el verdadero conflicto: Norte-Sur, EE UU comenzó a buscar nuevos enemigos como fundamento de su nueva Estrategia de Seguridad. Partió de la base de que sus objetivos estratégicos para mantener el predominio mundial, tan duramente alcanzados, era asegurarse el uso y control de los recursos naturales estratégicos que constituyen el fundamento de su funcionamiento como macro-potencia.

Para ello llegó a la conclusión de que su enorme poder militar debía desplegarse en cualquier lugar del mundo donde se encontraran esos recursos, ya sea en explotación o en reserva, y para fundamentar un despliegue castrense de tal magnitud decidieron que los nuevos enemigos serían: el narcotráfico, el terrorismo, los poseedores de armas de destrucción masiva, las migraciones y los nacionalismos.

En este rediseño del mundo EE UU creó para el Continente Americano, llamado por ellos Hemisferio Occidental, el Sistema Interamericano de Defensa (SIAD), con el objetivo de asegurarse el control de los recursos estratégicos y acostumbrar a nuestros países al empleo combinado de nuestras fuerzas militares para combatir a los que ellos consideraron las amenazas a ese control. El Sistema se basó en tres pilares:

1) Político: Democracia representativa, jamás participativa. Fue establecida en el "Compromiso de Santiago con la Democracia y la Renovación del Sistema Interamericano" en la reunión realizada en Santiago, Chile, en el año 1991 y en la "Resolución 1080" establecida por la OEA el 5 de junio de 1991 que determinó que no será reconocido ningún gobierno que surja de un golpe de estado contra un gobierno constitucional.

Pero con el tiempo se fue gestando la necesidad de eliminar gobiernos que no se sometían dócilmente a las exigencias imperiales. Así se fue dando origen a un nuevo golpismo, diferente formalmente del tradicional, que es encabezado en forma abierta por civiles con la complicidad, a veces encubierta, de los militares. Se viola la constitución empleando una violencia aparentemente menor. Se simula proteger el orden institucional manteniendo en funcionamiento los Poderes Legislativo y Judicial eliminando al Ejecutivo, origen de la discordia, y que no siempre involucra en forma abierta al Imperio, gestor de la asonada y tiene como objetivo solucionar un problema puntual en lugar de un cambio hacia un nuevo orden. Caben mencionar como ejemplos de lo antes expresado, los golpes de estado realizados en Ecuador contra los presidentes Abdala Bucaram y Jamil Mahuad en los años 1997 y 2000, respectivamente. Esta metodología, si bien con algunas protestas, fue tolerada en el resto del continente; no existieron reacciones desproporcionadas y como la siguieron soluciones aparentemente legales, se creó la ilusión del mantenimiento del régimen institucional democrático y, en consecuencia, tolerados por el resto de los países regionales. Las organizaciones regionales, como la OEA y el Grupo de Río, ni siquiera opinaron.

Ante el "éxito" logrado, en el año 2002 se intentó "repetir el ejercicio" para derrocar al molesto Presidente Chávez en Venezuela. Pero, de manera contraria a lo esperado, los principales líderes regionales reaccionaron de inmediato calificando lo ocurrido como un Golpe de Estado. Por el contrario, los EEUU y algunos colaboradores regionales lo consideraron como necesario y aún España y el FMI intentaron justificarlo dando la bienvenida a un Golpe de Estado afín con sus intereses. La coalición cívico-militar venezolana reaccionaria había consumado un golpe tradicional y autoritario que fracasó. El líder popular Hugo Chávez retomó su cargo repuesto por su pueblo.

Pese a este fracaso los EE UU intentaron repetir la metodología con un gobierno caribeño que había iniciado un acercamiento "peligroso" con el gobierno cubano que le ofrecía ayuda para combatir las enfermedades y el analfabetismo de su paupérrima población. En el año 2004 Jean-Bertrand Aristide, Presidente legalmente elegido de Haití, fue depuesto por un Golpe de Estado realizado por el embajador de los EE UU y tropas norteamericanas (en Haití no hay fuerzas armadas pues fueron disueltas por Aristide), que acompañaron a pequeños sectores policiales de ese país. Los elementos golpistas no repitieron un error cometido en Venezuela; en lugar de encarcelar al presidente Aristide en su país, lo trasladaron en un avión a la República CentroAfricana, previniéndose de algún intento de sus partidarios para reponerlo en su legítimo sitial. Aunque parezca mentira, el pilar político había sido ratificado, con la excepción de Venezuela, en la Carta Democrática Interamericana establecida en Lima, Perú, el 11 de septiembre del año 2001, en el 28º Período Extraordinario de la OEA.

Hasta aquí hemos intentado presentar un panorama de los fines, y organización del llamado SIAD (Sistema Interamericano de Defensa) instalado por los EE UU para asegurar la libre disposición de los recursos naturales que le permitan continuar siendo la superpotencia dominante. Lo descrito no involucra todos los medios y sistemas que hemos denominado "militarizació n" pues nuestros elementos de información son escasos y este sistema es dinámico, se transforma y renace con distintas denominaciones utiliza la cooperación de múltiples medios regionales, ya sea por ignorancia o – lo que es más común – por corrupción. Nadie en su sano juicio podrá creer que semejante estructura militar desplegada para la región sirve para combatir el narcotráfico, ya que si así fuere , esa lacra ya no existiría y en cambio hoy tiene un espectacular desarrollo -incluso en los EE UU – y hay sectores que aseguran que la CIA lo monitorea destinando las "ganancias" para financiar sus operativos.

Nadie puede pensar que realmente se combate el terrorismo, cuando éste cada día se muestra más activo y amenaza lugares que antes eran refugios inalcanzables parra ellos.

Quién puede creer que las migraciones son uno de nuestros enemigos comunes, cuando la potencia dominante y sus aliados son los que originan las condiciones ideales para que ellas se produzcan y estos responsables son los únicos que hoy se sienten amenazados por ese fenómeno. ¿Algún habitante de la región pude asegurar que los migrantes desesperados amenazan las fronteras de nuestros países?

Sí es cierto que los nacionalismos pueden ser opositores del sistema imperial, pues ellos tratan de proteger los recursos autóctonos para que estén disponibles para nosotros.

Si es cierto que algunas religiones – no todas – pueden oponerse pacíficamente al injusto sistema de distribución de las riquezas, pues han tomado la opción por los pobres.

Todo lo expuesto explica lo ocurrido actualmente en Honduras. Un gobierno totalmente afín con la potencia dominante, descubre que en la región algunos países ensayan la cooperación en reemplazo de la confrontación salvaje, que están dispuestos a paliar las necesidades de los más pobres en forma desinteresada, que les ofrecen ayuda para terminar con las lacras de las enfermedades y con el analfabetismo, y planes para venderles elementos básicos para su desarrollo industrial a precios muy inferiores a los del "mercado" y que esta conducta no tiene ningún punto de contacto con la desarrollada por la superpotencia para la que "todo es mercadería" y como tal hay que aceptar el precio que nos impone a través de las empresas transnacionales y las "leyes del mercado"; y que históricamente ha rapiñado los escasos recursos disponibles para su propio consumo o para generarse divisas, y que trata de mejorar su imagen con "planes de ayuda" que sólo reintegran una ínfima parte de lo que se han robado. Con ese panorama el gobierno hondureño decidió modificar sus relaciones políticas y comerciales y esa actitud ha constituido un peligro supremo para el Imperio que advierte que, de propagarse esta conducta, los recursos de la región podrían no quedar "disponibles" como lo han estado hasta la fecha. Así se puso en marcha la nueva metodología para los golpes de estado que explicamos y que puede servir para que otros gobiernos queden advertidos y no sigan sus pasos

Recordemos, una vez más, que el Imperio cambia sus estrategias pero no sus objetivos y permanezcamos atentos para enfrentar en forma conjunta, las nuevas amenazas que se pueden desplegar para "escarmentarnos" como hoy les ocurre a Venezuela y Ecuador, en cuyas fronteras se está instalando el poder militar más importante de la región; al igual que Bolivia con lo que ocurre en sus fronteras occidentales.

*El Cnl (r) Jose Luis Garcia y la profesora Elsa M. Bruzzone son integrantes del CEMIDA – Centro de Militares para la Democracia Argentina.

 

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