La crisis financiera y una historia increíble

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Luigi Lovecchio*
   
La crisis –que es tapa de todos los periódicos y revistas– y el eventual derrumbamiento del dólar fueron previstos por el autor de esta nota a principios de 2004. En abril de ese año fue publicada en dos revistas: Los Buenos Vecinos y Piel de Leopardo. Léala, o vuelva a leerla: el buen periodismo nunca es "página de ayer". Comienza así:

"El mundo se divide en tres categorías de personas: un pequeñísimo número que hace producir los acontecimientos; un grupo un poco más importante que vigila su ejecución y asiste a su cumplimiento, y, en fin, una vasta mayoría que jamás sabrá lo que en realidad ha acontecido." (Nicholas Murray Butler. Miembro del Council on Foreign Relations).

Bill Clinton en un discurso de septiembre de 1998 dijo: “Ya, cuando uno llega a ser líder de un país y es otra persona que toma las decisiones, uno advierte que puede ser un presidente virtual, un primer ministro virtual, cualquier cosa virtual”…

Es una historia que parece increíble, pero no lo es. Hay muchas distorsiones y aspectos desconocidos, oscuros con relación a la crisis económica del dólar, la guerra de Iraq y sus causas. Para comprenderlas, se debe recorrer un largo camino que comienza allá a principios del siglo pasado. En el comienzo de este relato figuran seis nombres importantes. Sus antepasados fueron: traficantes de esclavos los Rockefeller, traficantes de oro los Rothschild, piratas los Morgan.

Estos personajes hicieron sus fortunas con dinero ilícito, pero sus descendientes evolucionaron y se transformaron en exitosos banqueros. Sin nunca olvidar su pasado de usura, unidos por el interés común de acumular más poder se les ocurrió que si tenían acceso a la impresión de los dólares que el gobierno de los EEUU emitía por medio de su Banco Central, tendrían también el control sobre los movimientos financieros y el dinero de todo el mundo.

Y con eso además controlarían la voluntad de los jefes de Estado de todos los países. Fue así que Paul Warburg, del Rothschild Bank; Benjamín Strong, de Morgan Trust; Abraham Piatt-Andrew, del tesoro de EE.UU.; Frank Vanderlip del Citi BanK; Charles Morton, del First National Bank, y Nelson Aldrich, senador, pusieron en movimiento la realización de la idea reuniéndose en un tren alquilado en exclusiva para ellos, en secreto, sin dar parte a la prensa.

En la actualidad, el Sistema de la Reserva Federal (Federal Reserve System) es una institución privada que funciona como un organismo del estado que imprime y administra el flujo de dólares circulantes en los EEUU y el mundo. La constitución americana prohibía, hasta fines de 1913, que entidades privadas imprimieran dólares. Pero, estos banqueros decidieron encontrar la forma de realizar su proyecto haciendo un fuerte lobby para doblegar la voluntad del presidente Thomas Woodrow Wilson para que estos dólares pudiesen ser impresos y administrados por ellos mismos.

Finalmente, entres rechazos y objeciones, la ley fue aprobada durante los festejos de navidad del año 1913, valiéndose para ello que la gente estuviera distraída por el clima de festividad natalicio. Los dólares pasaron entonces a ser emitidos por este grupo privado por medio de un organismo llamado justamente “Sistema de Reserva Federal” (FED, para los amigos) y, el gobierno estadounidense, teniendo necesidad de hacer circular la moneda para su uso interno y externo debió pagar un alquiler para disponerla.

Increíble.

Todavía hoy el método funciona de esta forma, aunque con poca difusión a nivel popular. De hecho, el costo de distribuir, imprimir y administrar el dinero le cuesta al pueblo de ese país algo así como trescientos mil millones de dólares por año. Lo que se dice un negocio redondo y astuto para quienes lo instituyeron.
Pero, el juego apuntaba a ser mucho más extenso. Lo que tenían claro estos banqueros era que quien imprimía los dólares tenía la posibilidad de tener el control del mundo entero. Veremos como esto acontece.

Muerte al oro, viva el dólar…

En 1971 este grupo de banqueros, ya dueños de los movimientos económicos en los EE.UU. y contando con la emisión a discreción de dólares armaron transacciones que abrieron el camino a la fácil conquista económica de otros mercados.

Para eso incentivaron la adquisición por parte de otras naciones del mundo de los bonos del tesoro americano, que arrojaron una masa de capital monetario que alimentó la financiación de su propia la economía. De hecho, el flujo de circulantes en dólares era muy superior al respaldado en oro que se custodiaba en Fort Knox.

Impusieron, operando con lobby malicioso al presidente Nixon, que terminase la paridad del dólar con el oro. Era el último eslabón que frenaba la posibilidad de realizar lo que se incubaba en la mente de esos banqueros para la concreción de sus planes. Crearon las condiciones necesarias para impulsar un fuerte crecimiento y cumplir así con éxito su finalidad.

Era tiempo de brindis, aún que muchos países, aturdidos por el alcohol del dinero, no conseguían darse cuenta de que estaban entregando de lleno la propia economía a las manos liberal, poderosas y desigual de las multinacionales. "Eurodollars" en un principio como una tentativa, y petrodólares, fueron parte de los juegos financieros que ya seducían a las finanzas del planeta. Muchos jefes de Estado se sumergieron en esas nuevas reglas de la economía que preveía créditos fáciles a cambio de compras en el mercado de EEUU.

Los eternos avaros de siempre

La imagen cinematográfica que tenemos del usurero: avariento contando billetes, sentado sobre cúmulos de oro, con los ojos iluminados por una turbia expresión de codicia, puede ser la que mejor corresponde a los antepasados y a los actuales banqueros que con armas financieras más modernas requieren del poder para alimentar su propia seguridad y no permiten que nada se les interponga en el camino.

Tienen designios. Analizan posibilidades. Modelan la imagen de una región del mundo para aplicar un plan que se vuelva favorable a sus intereses. “Colonizar” el medio oriente para apropiarse de los grandes yacimientos de petróleo allí existentes es uno de ellos. La energía es el futuro bienestar para quien la posee. Para eso, en alianza con la corona inglesa, crearon el estado de Israel, para marcar su presencia en el lugar y crear pretextos para nuevas conquistas.

Luego, en un plazo más largo será el duro turno de enfrentar a los chinos, si estos no se alinean. No les importan si hay que sacrificar vidas humanas para alcanzar esos designios. Ni el tiempo que trascurra. Si no pueden ahora, sus hijos (o los hijos de sus hijos) lo harán. Está impreso a fuego en su ADN como un camino a cumplir.

Son los dueños de la guerra y la paz. Desde su cómodo casi anonimato, sin nunca revelar la verdadera identidad ni el poder que detienen, enfrentan a los pueblos mediante ambiguos juegos económicos para establecer un mercado de préstamos de ambos bandos que le reportarán jugosa utilidades en intereses. Así fue como lo hicieron con la primera y la segunda guerra mundial; financiaron todas las partes en conflicto permitiendo extender por dos años una guerra de las cuales salieron únicos victorioso por los fuertes dividendos.

Volviendo a nuestro grupo de banqueros, vale la pena recordar que ellos disponen de todo el dinero que necesitan. Simplemente lo imprimen. Recordemos, también, que el valor nominal de estos dólares está basado sobre la fuerza de la confianza en la potencia económica que los emite y de los intereses en común que tienen con los otros países para sustentar esta moneda. Fue así con los petrodólares. Por medio de ellos los bancos implicados de EE.UU. controlan el negocio de todo el petróleo del mundo.

Un ingenioso sistema mediante el cual con ese dinero sólo se podía invertir en el país de origen del dinero, por tanto los mismos dólares volvían de donde había salido como inversión extranjera causando nuevas actividades, creando empleo, manteniendo activa la economía estadounidense. El petróleo, comprado con papel impreso de valor nominal, después se lo cambiaba por compras en el mercado USA dando así desarrollo a las empresas americanas.

Lo que se dice otro negocio redondo, simple y astuto como todas las grandes ideas. Ahora, este inmenso póquer financiero corre el riesgo de que cambie en sus términos. Para ello está cambiando la confianza en los dólares de los grupos que operan importantes transacciones económicas. Las cosas parecían algo difíciles hasta tanto hizo su aparición en el escenario mundial el euro.

Ahora el euro

Saddam Hussein fue primero en intuir y aprovechar la debilidad de los dólares. Entonces se sirvió de las reglas del juego hasta donde le eran permitidas. Vio en los euros un camino, una tenue luz para imaginar un mayor desarrollo de su país. Comenzó a operar las transacciones inherentes al petróleo en euros. Esta actitud sonó a pecado mortal para los banqueros, quienes tienen instituido el dólar como patrón universal y la preferencia alrededor del euro representaba un precedente muy peligroso porque dejaba entrever la posibilidad de que todos los países de la OPEP se pudiesen pasar al euro.

De hecho Rusia e Irán también ven con buenos ojos sus transacciones en euros. Los euros están respaldados por un conjunto de gobiernos; no son un invento de un grupo de bancos privado que emiten la moneda a discreción, como son en última instancia los dólares y los petrodólares.

Los euros, emitidos con estrictas normas, les permitirían a los países de la OPEP una mayor libertad de acción en cuanto al manejo de compraventa de la divisa sin obligarlos a engorrosas transacciones bancarias con el obligo de inversión en el país de origen. De concretarse esta tendencia el euro se encontrarías muy fortalecido y pasaría a dominar rápidamente el negocio del petróleo.

También en poco tiempo la nueva moneda sería la preponderante de los mercados, socavando el liderazgo del dólar, posibilitando una devaluación incontrolada de esa moneda y haciéndola precipitar en la espiral de la desconfianza y de la inestabilidad de donde solo se recuperaría si se le diera su antigua condición: el respaldo en oro, como lo era antes de la era de Nixon o una emisión estricta y adecuada al volumen de PBI.

Pero no hay tanto oro para respaldar la cantidad de dólares circulante equivalente a 6031 trillones (millones de millones) frente a un PBI de 10,5 trillones. Circulan en el mundo en total 6020,5 trillones de dólares sin respaldo. La caída del dólar significaría la debacle inmediata de las finanzas de casi todos los países del mundo: O sea: “Muere Sansón con todos los filisteos”.

¿Que país pone sus dedos acusadores hacía los dólares enfermos? Ninguno. Todos aceptaron endeudarse, con suculentas comisiones dadas a los bolsillos privados de cada político de cada país, especialmente emergente. Ahora, con esta engeñería económica (generosa con trampa) “vuelan” en el mundo 6020 trillones sin respaldo; falsos, entonces.

Todo ahora pende de un hilo sutil que deja entrever alguna debilidad que cambiaría sensiblemente esta historia.

Los “Criterios de Maastricht”(1) que cuidan la salud y la fortaleza de los euros permiten que esa moneda tenga un destino muy diferente de la moneda americana. Con regla estrictas que contempla un déficit de presupuesto de menos del 3% del PBI y un debito publico de menos que el 60 % del mismo PBI, Europa marcha viento en popa para la afirmación de su propia moneda. Reglas de hierro y disciplina que los dólares nunca tuvieron porque fueron y son administrados por una cultura de ganancias oportunistas.

Europa es un poderoso mercado emergente. Emergente porque hasta ayer su historia económica estuvo conectada con el dólar y hoy puede contar con una moneda propia que se valoriza siempre más en el mundo. Los euros no son como los dólares emitidos con la maquinita de imprimir declarada con impunidad por Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal, para satisfacer y cubrir las necesidades antojadizas y económicas del momento. El euro tampoco es una moneda con la misma estructura “psicológica” del dólar emitido para cumplir los juegos de intereses específicos y privados…

De hecho China, Francia y Rusia, los países que dijeron no a la invasión ya compraban petróleo de Iraq con euros y son los países menos alineados con la política del dólar. Hay otra información que vuelve económicamente dramática esta realidad: EE.UU. importa el 45 % del petróleo para sus necesidades internas de consumo y si tuvieran que pagarlo en euros no solo le saldría el 50 % más caro sino que perderían la hegemonía sobre el volumen de sus dólares que ya no regresarían a su propio territorio. Se le acabaría el negocio redondo de inmediato. Los síntomas están a la vista. El euro comenzó cotizado 15% abajo, ahora está 52% más fuerte que el dólar… y la suba sigue.

La guerra santa petrolera

Estados Unidos y Gran Bretaña se ven obligados a llevar adelante una guerra “petrolera” para apropiarse de lo que antes le salía gratis por medio de los petrodólares. El enroque de la moneda americana con los euros por parte de algunos países y de muchos empresarios (o la sola sospecha de que esto pueda acontecer) amenaza su seguridad, y manda "patas para arriba" la ingeniería económica de usura creada por nuestros amigos banqueros.

¿Qué hacer entonces? Del momento en que los petrodólares son susceptibles de ser abandonados en pos del euro y el manejo del petróleo cambiaría a manos de los europeos, lo mejor es asegurarse el petróleo en las propias manos. Esto evitaría también que los chinos puedan favorecerse para utilizar el mismo recurso en su futuro desarrollo. Para eso es precisos comprar la voluntad de algunos de los países productores (OPEP) y los que no se adecuan o no son confiables, conquistarlos. Son confiables Kuwait, Arabia Saudita. No es confiable Iraq, Irán. También hay un enclave en medio oriente, Afganistán, que molesta con su fanatismo radical que contamina de ideología anacrónica e influye sobre las otras naciones islámicas. Afganistán, para eliminar el riesgo de contaminación ideológica.

Invadir un país es tener buenas razones para hacerlo. Debe ser una razón muy convincente, que movilice la opinión publica mundial y justifique la invasión sobre las naciones cuestionadas, volviendo así legitima toda acción bélica.

Una ataque terrorista contra las torres gemelas, he ahí la gran idea.

Sería un excelente pretexto por ser un símbolo sublime de la sociedad capitalista. Claro, se deben solucionar complejos mecanismos de ejecución entre la CIA y el servicio de espionaje de Israel, el Mossad, tan eficiente como la CIA para preparar trampas a la opinión publica y poner en ejecución la idea. Y los árabes, ¿qué aporte hacen a la humanidad vestidos en sus atuendos anacrónicos y fieles a la estructura de una sociedad tribal? Wiston Churchill lo digo: “¿Qué tienen los árabes? Solo producen estiércol de camello”. Se los puede considerar al mismo nivel de los indios pelirrojas cuando fueron cazados como animales salvajes y reducidos a pocos grupos étnicos.

Hay varios criterios a la vista, que hacen pensar que el atentado en las Torres gemelas no fue hecho por  "terroristas" árabes. Lo avala fuertemente la lógica razón que sugiere que los árabes jamás hubiesen pergeñado un atentado que significaría su misma destrucción. Los terroristas árabes (si es que los hay) no pueden ser tan tontos que andan tirando abajo las Torres Gemelas, sabiendo que luego la reacción de Estados Unidos no se haría esperar y sería contundente. Esa teoría que nace de muy atinado razonamiento lógico y pura especulación periodística es también avalada por el ex presidente de la republica italiana, Francesco Cossega (2).

Fue invadida Afganistán y se siguió con Iraq (¿pero por qué Iraq?) y seguirá por largo rato, hasta tanto toda la zona del Oriente medio  se encuentre dominada y doblegada a los intereses occidentales. ¿Los árabes deseaban que sus propias patrias fuesen invadidas? ¡Ciertamente no! ¿Cuál sería la ventaja de demoler un fuerte símbolo capitalista si eso significaba muertes, destrucción cambios drásticos y la propia ruina? ¿No suena todo eso como una contradicción?; Sería más apropiado y lógico pensar que Bin Laden y Al Qaeda son “enemigos” inventados por la CIA, útiles para crear un objetivo sobre el cual avanzar para justificar una guerra que permitiese la posesión del petróleo.

Bush orgulloso, Blair haciendose fotos con celular en una explosión en irak; Saddam ajusticiado: llegaron los nuevos dueños de Irak y su petróleo.

¿Por qué encontraron con rápidez a Saddam Hussein mientras Bin Laden se le escabulle de las manos? Tuvieron todo el territorio afgano disponible más que el de Iraq, pero nada de Bin Laden. Porque Bin Laden sirve más como enemigo vivo y da “razones” para seguir las conquistas. Muerto, sería inútil. Se necesitará inventar otro peligroso enemigo.

Ninguna de las razones “oficiales” que motivaron la guerra se cumplió. Nadie puede decir que encontraron las armas de destrucción masiva. Ni que Saddam fuese más cruento dictador que Bush. Si fue un cruento dictador, fue también muy amado por un vasto sector de la población. La respuesta la vemos en la gente de Irak que constantemente grita como protestas contra las tropas invasoras “¡Sadam. Sadam!" ¿Como puede un líder que se “dice” odiado por su pueblo crear semejante reacción de adhesión popular? ¿Y crear héroes espontáneos que se unen a la resistencia, por una causa que sienten propia?

Los hechos están ahí, tocan nuestras narices y no los vemos porque nos superan en osadía. Pero los banqueros están acostumbrados a osar tanto; Apenas presienten que sus negocios vacilan no les importa si el proyecto para salvar las perdidas puede costar la vida de diez mil o cien mil personas en un operativo bélico, o si un símbolo social, como lo son las Torres Gemelas, se tienen que derrumbar.

Ellos tienen ese fuego imperativo de posesión, como una fiebre que los agita para ver sus secretos designios hechos realidad. Ven sus decisiones en un contesto histórico fundamental religioso donde en cincuenta años se debe liberar el medio oriente de toda presencia musulmana que moleste.

Los dólares pintados de dinero

Bush, hijo obediente al servicio, puede decir, acatando ordenes superiores y participando de los trofeos de la conquista: “Vamos a liberar al pueblo de Iraq”. No importa si para liberarlo mueren un millón de personas. Hay millones de dólares que se distribuyen discretamente a los dueños de cada canal y de cada programa de televisión para dar informaciones adecuadas, la C.I.A. se ocupa solícita. Hay muchos estudios de comportamiento que indican que la gente común solo recuerda por poco días los hechos: protestan, protestan y luego olvidan. Y la gran mayoría olvida.

No. Ellos no pueden perder la visión de su personal mundo futuro. Claro que no lo hacen por dinero, de eso tienen mucho, mucho más de lo que puede caber en la imaginación de todos los hombres juntos. Lo hacen para perseguir una postura fundamental y para que no se descubra su trampa, que un día su dinero puede no valer nada. Que ha sido todo un inmenso juego de intenciones, exactamente como un partido de póquer. Y esto sería catastrófico.

Pero el juego casi ha llegado a su fin. La economía estadounidense se encuentra en la disyuntiva de decidir si debe enfrentar el duro camino de regreso a la normalidad financiera, o reducirse a los mínimos términos para recomenzar su escalada victoriosa y mantener parte del engaño.

Con China y unas docenas de países más que producen bienes de consumo baratos, el país del norte estancó sus economía. Es como una pila que cansada de ser recargada no eroga más energía. Estados Unidos está detenido y se repliega sobre si mismo con tal velocidada que no le permite comprender a lo cierto que es lo que está pasando.

Los mercados no le responden ya con la misma prontitud, la tecnología de producción ahora es compartida por otros países. Hasta los más adversos, los comunistas, y los más exóticos, como la india, aprendieron la lección. Todo se volvió más parejo en términos de finanzas. La misma China tiene más de 40 millones de millonarios en dólares. El protagonismo exacerbado ha desaparecido y Estadsos Unidos, la gran América, se parece cada día más a cualquier otro país del mundo. Europa como consumidora y Japón, China, Corea, Taiwán, Vietnam, Rusia, la India se volvieron mercados más competitivos e innovadores y le sacan protagonismo al país de Bush.

La guerra, con sus mentiras e incertidumbres ha dejado sus lastres de desprestigio y el mundo empresario, vector principal de la economía americana, cansado de complicaciones quijotescas deja de lado los dólares ficticios de la Reserva Federal para coquetear con los sólidos euros y otras monedas mundiales.

Un poco de seriedad y firmeza en los negocios a veces son necesarios. “Rien va plus, Le jeux sa fait”. Abajo el dólar, Viva el Euro, es el nuevo grito de la economía mundial. Solo que los dueños de los dólares no se dieron enseguida por enterados. Confiaron demasiado en su sistema basado en alianzas pícaras. Un acto de soberbia que les vendó los ojos, avalado por la fuerza de las armas y la impunidad a la cual se sienten acostumbrados.

Ben Bernanke el sucesor de Greenspan en la Reserva federal no sale de su asombro. Dice que la culpa la cargan las hipotecas falsas, pero son (en parte) falsos también sus argumentos para justificar el derrumbe. La verdad de la crisis es que la gran maquinaria del imperio funciona a media maquina, paró su producción, por tanto los costos suben, la vida se vuelve más cara. En un intento de reactivación se confía en la baja del dólar para despertar las entrañas industriales adormecidas del gigante mediante la exportación.

Para eso la FED baja la tasa de interés hasta lo imposible para incentivar las manufacturas. Mismo así ya nadie está obligado a invertir en el país de los dólares pintados de dinero. Los nuevos mercados permiten que los empresarios elijan. Y Los mismos dólares no vuelven a “casa” como sucedía con las inversiones del pasado próximo, el consumo interno languidece con muchos dinero amontonados en las arcas de la Federal Reserve System como el viento amontona las hojas de otoño.

Esta masa gigante de papel impreso se ha vuelto inútil e inoperante. Estados Unidos ha sido un "bluf" en lo económico y, como tal, su juego ha quedado visible, perdió encanto, el encanto de las ganancias seguras y fáciles. Nadie le perdona que se haya descubierto el juego del dólar y todos intentan tomar distancias. Al “cow boy” americano de sonrisa torcida y mirada sobradora sólo le queda amenazar con sus súper cañones tecnológicos para hacerse oír, de lo contrario, nadie más cuida de él. Como un perro, de vez en cuanto ladra para llamar la atención. Y algunos seguidores fieles le hacen caso ¿por qué no? Al fin y al cabo ha sido el país que ha generado los acontecimientos más importantes desde la segunda guerra mundial hasta nuestros días.

Notas
(1) Los “Criterios de Maastricht” son en la practica las reglas bancarias y económicas que disciplinan las normas que permiten a Europa ser un mercado único e unido. La pregunta es: ¿Detrás de estas reglas no estarán los mismos bancos de la FED que conquistaron Europa con dólares sin respaldo? ¿No será la UE la creación de un mercado alternativo al dólar para refugiarse en él según como puede ser conveniente? ¿Hay un juego financiero tan inmenso que aún no conseguimos verlos en toda su plenitud?.

Tiempo antes Europa aceptó la invasión de los dólares como una bendición. Los varios planes (Marshall y otros) abrieron las puertas del mercado europeo a las producciones de la industria americana. Y eso fue hecho con dinero impreso con la "maquinita" de imprimir dólares sin respaldo, aún teniendo un teórico respaldo en oro “nominal”.

(2) La CIA y el Mosssad detrás del 11/S (http://www.losbuenosvecinos.com.ar/articulos/articulos.ver.php?idcategoria=26&idarticulo=160).

Bibliografía:
1º) Eustice Mullins: The secrets of the Federal Reserve
2º) Larry Bates: The New Economist Disorder
3º) William Still: On The Horns Of The Beast
4º) William Gill: Trade Wars Against America
5º) Autor Ernesto Carmona: Los Dueños De Chile
6º) Paul Harris:¿Qué pasaría si de repente la OPEP se pasa al euro?
7º) Giulietto Chiesa: Sobre el 11 de septiembre, ¿de qué complot estamos hablando?
 

Addenda:

La debacle de la economía americana no significa el fin del “imperio” Sus dólares, de devaluarse, pueden reactivar de vuelta la producción porque sus productos se volverían nuevamente competitivos en los mercados mundiales. Pero las reglas deben cambiar. Será difícil que pierda su hegemonía. Puede que suceda solo parcialmente: sus multinacionales están esparcidas por todo el mundo. Dinero genuino que retorna y, con suma ironía, hasta en euros… Se buscará un equilibrio.

Resulta fácil comprende porque los EE.UU. se arman con toda la última tecnología y no permiten a otros países armarse de la misma manera. Es el modo de mantener la hegemonía sobre el resto del mundo e imponer su voluntad. Las armas son poder de convicción cuando falla la diplomacia y es necesario callar las razones.

El color del dinero gordo

Anteriormente, recién terminada la Guerra de secesión, Abraham Lincoln pagó con su vida el desobedecer una regla de usura impuesta por los antepasados de estos banqueros. Precisando su gobierno financiar la guerra de secesión, decidió imprimir los llamados “Bonos verdes” para escapar a los prestamos con fuertes intereses impuestos por los bancos, que eran del 36 % anual. Lo mataron.

J. F. Kennedy quiso instituir el mismo sistema de Bonos y anular la ley que daba a la Reserva Federal el derecho de imprimir dólares; una mano desconocida lo mató antes que pudiese poner en ejecución la ley nº 1111.0 que su sucesor Johnson anuló de inmediato luego de su juramento como presidente, aún estando en el avión presidencial de regreso a Wáshington.

* Periodista.

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1 comentario
  1. Ersebeth dice

    Genial, genial genial, que complicado comprender (y en primer lugar descubrir) las interioridades del sistema capitalista y especialmente de USA. Comentar que en cuanto a las causas de la guerra quizás también debería ser nombrada la industria armametntística de EE.UU. y su importancia en el PIB estadounidense.

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