La desdichada vida de Maruca Hagenaar

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Virginia Vidal*

Toda la investigación sobre María Antonieta Hagenaar Vogelzanz, Maruca, dejaba una interrogante acerca de su vida después de la separación de Pablo Neruda en España. Gracias a la generosa hospitalidad de la escritora argentina Luisa Valenzuela pude resolverla. Luisa me entregó las llaves de su casa y la libertad para trabajar en su biblioteca.

 

No dejaba de causar desazón la prontitud con que de repente, a décadas de los sucesos, empezó a lucubrarse sobre el abandono que Neruda hizo de su mujer e hijita Malva Marina, usando el asunto como núcleo de piezas de teatro y otros escritos. Tal abandono era contradicho por la propia correspondencia de Maruca  a Neruda y a la familia de éste.

Grande fue mi sorpresa cuando hallé la respuesta en la “Autobiografía de Federico Sánchez,” (premio Planeta 1977) del escritor Jorge Semprun quien fue alto dirigente del Partido Comunista español. De él conservábamos la imagen romántica del comunista heroico interpretado en un film por Ives Montand. Con estos datos pude completar la semblanza de Maruca aparecida en “Hormiga pinta caballos. Delia del Carril y su tiempo”. (Editorial RIL, Santiago 2006).

Dentro de la intensa y polémica autobiografía de Jorge Semprún (Federico Sánchez como chapa de militante comunista), aparecen sus recuerdos cuando estudiaba el segundo año de bachillerato holandés en el Tweede Gymnasium, ubicado en Plein 1813. En esta plaza estuvo el edificio de la Legación de España.

Resulta un misterio cómo quien investiga se puede pasar años de la vida buscando un dato y cuando lo logra y publica el fruto de su trabajo, éste es raudamente empleado por sagaces cronistas ávidos de dar el “golpe” periodístico.

El poeta Bernardo Reyes, sobrino nieto de Neruda, ya había entregado importantes antecedentes en “Retrato de Familia” (Dolmen Ed., 1997), enriquecidos por “El enigma de Malva Marina” (RIL Ediciones, 2007). En este último libro hay facsímil de una carta manuscrita de Maruca Hagenaar, donde se refiere a su jefe Semprún, pero este apellido fue mal transcrito.

Don José María Semprún Gurrea, antiguo gobernador civil de Toledo, ejercía sus funciones de encargado de negocios del gobierno de la república en La Haya, y el y el edificio de la Legación de España estaba en la plaza Plein. Este doctor en Derecho y destacado político, formó parte, como ministro sin cartera, de varios gobiernos de la República española en el exilio. Falleció en Roma, en el exilio, en 1966.

De esos años escolares, Jorge Semprún evoca:

 “En 1937, en La Haya, trabajaba en la Cancillería de la Legación de la República Española, siendo tu padre encargado de negocios durante la guerra civil, una criolla holandesa de Java o de Sumatra que había sido mujer de Pablo Neruda. Y sólo un poeta podía tener una mujer así, tan desmesurada, tan desmesurada, tan parecida a una suave jirafa soñolienta.” (p.97).

Se sabía que Neruda se preocupó de que Maruca se fuera con la niña a Holanda, antes de que él saliera de España. No resulta descabellado suponer que ese trabajo para ella lo consiguió él. Para ello, se necesitaba un contacto político con altas personalidades de la república española. Maruca no procedía de Holanda, pero ese era su origen y dominaba esa lengua y otras.

Holanda sufre la ocupación alemana en 1940. Es de imaginar cómo se complicaron las cosas para Maruca. Es posible que haya seguido trabajando en esas oficinas de la Legación, pero sin duda se tornaron muy difíciles sus comunicaciones con Chile. O con cualquier otro país. Años duros. Malva Marina muere a los ocho años de edad, el 2 de marzo de 1943 y es enterrada en el cementerio de Gouda, Holanda.

La investigadora Alejandra Gajardo, descubrió un sitio en internet con el nombre de Frederick Julsing, el hijo de Hendrick Julsing y de Gerdina Sierks, padres adoptivos de Malva Marina en Gouda, quien respondió y facilitó las fotos de la pequeña que las guardaba como si se tratara de una hermanita. Estas fotos se publicaron en la revista Fibra (de la Telefónica), corresponden al verano de 1939 y muestran a una niña de dulce, bien arregladita muy parecida a esa foto de infancia de su padre, que lleva un vestido según moda de esos tiempos.

También Fibra publicó fragmentos de la mortificante carta de María Antonieta a Neruda donde ella le cuenta las privaciones que está pasando. :

"Mi querido chancho ("Mi dear Pig" en el original):

Es realmente imperdonable tu negligencia hacia nosotras, especialmente para tu bebé. Hoy 18 del mes no he recibido tu dinero. El 1º de este mes tuve que pagar los gastos de alojamiento de Malva Marina por el mes de octubre. Con mi salario sólo pude pagar una parte de ello. Qué vergüenza realmente. Ellos son tan buenas personas… Nunca encontraré gente tan buena otra vez. Malva es muy apegada a ellos… ella ha progresado mucho mentalmente. Ahora ni siquiera puedo ir a verla porque no tengo un centavo. Mi último dinero será gastado en enviar esta carta.

[…] La última vez me mandaste sólo $68 en vez de $70. Espero que puedas agregar los 2 a los próximos $70 y me envíes $72. Por favor, envíame el dinero lo antes posible […].

[…] Debemos estar muy agradecidos hacia estas personas donde ella está, así es que por favor cumple tus deberes de padre […].

Bueno, chancho, querido, envíame pronto el dinero por favor […].

Malvita envía muchos besos a su papi y yo también,
Tu chancha ("your Pig" en el original)".

Entrevisté a la poetisa Carmen Gaete Nieto del Río quien me contó otros antecedentes. Dice conoció a María Antonieta Hagenaar cuando estuvo en Chile, invitada para que atestiguara contra Neruda en un juicio de bigamia por González Videla. Esto no fue posible porque Neruda no estaba casado con Delia del Carril según las leyes chilenas. Entonces ese gobierno se desentendió de ella. Carmen recuerda: “Era una mujer muy desvalida, ella le hablaba a mi padre de sus sufrimientos, de cómo siguió trabajando como secretaria en el ministerio de relaciones exteriores holandés, bajo el dominio de los invasores alemanes. A mi padre, don Julio Gaete, destacado dirigente del Partido Conservador, le cupo conseguirle ayuda para que retornara a Holanda”.

Estos son en síntesis algunos datos para completar el cuadro de la novelesca pero desdichada vida de Maruca, esa descendiente de colonos holandeses nacida en Java, donde encontró a un poeta chileno y se casó con él para ser sumamente infeliz.

* Periodista, escritora.
En Anaquel Austral, revista cultural (http://virginia-vidal.com), donde se indica que fue publicado en la revista Punto Final, edición gráfica Nª 674 (www.puntofinal.cl).

 

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