La Habana: ahora «por lo que de la mocha»

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Manuel Alberto Ramy*

Hace varios años atrás hablaba con un amigo, fresador y tornero, que trabajaba en un centro de producción. Él se quejaba de que la política de estímulos materiales (mayor salario) era injusta. Argumentaba que al repartir entre todos los trabajadores y dirigentes se igualaba inadecuadamente a los que más rendían con los que menos lo hacían.

En resumen, respondía a un concepto igualitarista en el que, además, en el reparto de los beneficios "quien ganaba más era el que tenía un salario mayor aunque no aportara lo que yo", afirmaba. Pero más allá de su legítima preocupación personal, el igualitarismo practicado y el reparto del sobre cumplimiento entre todo el colectivo laboral, tendía a frenar la producción y la productividad.

"Hay que ganar por lo que dé la mocha (1)", decía mi amigo, usando una expresión muy criolla asociada a cuando en el corte de caña se instauró el pago de acuerdo con el rendimiento. Ahora, a partir de agosto, será la política salarial. Así lo dice la Resolución 9 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).

El diario Granma en su edición del pasado 11 de junio publicó un artículo titulado Nuevo Sistema De Pago Por Resultados. En dicho artículo, el Viceministro del MTSS Carlos Mateu Pereira dice que habrá tantos sistemas de pago por resultados como actividades diferentes haya en esa entidad, es decir, "de acuerdo con la naturaleza de la labor que realice el trabajador". También precisa que los trabajadores que laboran bajo el sistema de pago según los resultados de la producción de bienes y servicios no tendrán límite en lo que puedan devengar por sobre cumplimiento.

En esta declaración está implícito el reconocimiento de las diferencias, así como que para aumentar la productividad hay que pagar más al trabajador. Y si como es lógico el país aspira a ir desapareciendo la doble moneda, el aumento de la productividad es el motor imprescindible.

La medida no queda ahí pues el personal dirigente de las empresas recibirá de acuerdo al cumplimiento de los indicadores "generales o específicos, pero no a los parámetros directos", es decir está fuera de los beneficios que pueden obtener los trabajadores vinculados a la producción.

Según Granma, el Viceministro Mateu dijo que el "igualitarismo no es conveniente. Eso es algo que tenemos que resolver, pues a veces hay mucho paternalismo y las personas no se quieren buscar problemas y dicen ‘se lo pago igual a todo el mundo y nadie me protesta’. Pero no es justo, pues si es dañino darle al trabajador menos de lo que le toca, es dañino también darle lo que no le toca".

Aquí me surge una preocupación en forma de pregunta: ¿cuál será el papel de las administraciones en las asignaciones de salarios? Según la ley, la propuesta salarial deberá ser sometida al criterio de los organismos superiores.
La respuesta a mi duda es importante ya que hablaría a favor o no de una mayor descentralización de las unidades de producción y también de la capacidad de las unidades para la adquisición de materias primas, permiso que hasta el momento solamente puede otorgarlo el Banco Nacional de Cuba si el monto en divisas supera cierta cantidad (2). Sin recursos no hay producción ni productividad pues disminuye el papel del estimulo salarial.

A mi juicio, esta medida, a todas luces positiva, debe ser ensamblada con lo que está sucediendo en el país, entre las que destaco: descentralización en el sector agropecuario, revitalización de los poderes populares en la bases (municipios), fortalecimiento de la bases productivas –especialmente las que significan ahorro de importaciones– y estimulación del trabajador, no ya diluido en una empresa, sino visto como el factor decisivo en aumentar la producción y la productividad. Más claro: rehacer el colectivo de cada centro de trabajo, y fortalecerlo, pero a partir del hombre clave, cada productor.

No deseo acabar sin compartir con ustedes que al leer lo publicado en Granma recordé a mi amigo y sus opiniones. Él ya no está vinculado a un centro laboral. Desde hace años, con un torno y sus grandes habilidades, se busca la vida trabajando por cuenta propia. Y su empresa perdió a uno de sus mejores obreros.

Notas.

(1) La mocha es una especie de machete usado en labores agrícolas.
(2) Las compras que superen los US$ 10.000 deben ser aprobadas por el Banco Nacional de Cuba.

* Jefe de la corresponsalía de Radio Progreso Alternativa en La Habana y editor de la versión en español de la revista Progreso Semanal.
http://progreso-semanal.com

 

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