La revolución no es cosa de falsas sonrisas

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El Gobierno revolucionario de Venezuela sigue acumulando logros como producto del diálogo social con distintos sectores. Ejemplos hay varios. Uno es el de las mesas de trabajo con las sociedades médicas, de donde empiezan a surgir acuerdos, como el referido a la dotación de los hospitales. El único diálogo no posible es con los representantes del imperio y la ultraderecha rabiosa. ⎮NÉSTOR FRANCIA.*

La ministra Eugenia Sader aseveró que este trabajo es una línea del presidente Hugo Chávez y que es necesaria la unión de todos en favor del pueblo y la apertura de todos los involucrados: “A veces pueden pensar que no se está haciendo nada en un hospital porque no ha existido una buena comunicación. Yo me responsabilizo por eso”. El diálogo social no es, pues, un capricho ni una ocurrencia, sino una política gubernamental impulsada por el mismo presidente Chávez.

El diálogo se une a la acción del gobierno en diferentes áreas. La Ministra resaltó que por cuatro días se trasladó en compañía de los viceministros y otros funcionarios para evaluar la situación en el Hospital Central de San Cristóbal: “Es importante la revisión de lo que está sucediendo, la rectificación de los errores cometidos. Recuerdo que el Presidente dijo que era ser humano y podemos equivocarnos”. Asumir responsabilidades es una de las virtudes del liderazgo de Chávez, que asomó ya el 4 de febrero de 1992, cuando se hizo públicamente responsable por el movimiento militar bolivariano.

También es importante, como muy buena vía para reconocer errores y corregirlos, la disposición a escuchar (a aquellos que tienen quejas justas, no a los hipócritas de la derecha que no quieren soluciones sino más bien evitarlas). Sader señaló que los recursos son finitos y las necesidades infinitas por lo que se tuvo que evaluar cada hospital: “Si no les gusta algo nos lo dicen y de ahí es que va a venir el crecimiento”.

Otro buen ejemplo de los resultados de la política de diálogo social es la firma de la VI Convención Colectiva de Docentes, alcanzada ayer, la cual asciende a 9.920 millones de bolívares y contempla el pago del retroactivo, el 25 de septiembre, correspondiente al incremento salarial, cuyo cálculo se realizó a partir del 12 de mayo, así como otras cláusulas.

Otro ejemplo más es el diálogo que se viene adelantando con representantes de las clínicas privadas, a través del cual se intenta acordar un baremo que corrija evidentes abusos en las tarifas de esas clínicas.
 
Por supuesto, así como es posible y necesario el diálogo social, es imposible diálogo alguno con los representantes políticos de la derecha. He ahí una diferencia fundamental entre distintos conceptos de diálogo que se maneja desde sectores del campo revolucionario que mantenemos diferencias en medio de la imprescindible unidad a la que estamos obligados en este momento histórico.

Con los representantes del imperialismo en Venezuela no puede haber dialogo, sino debate. Es simple: ellos no quieren encontrar soluciones, sino provocar problemas, con la intención de acabar con Chávez y con la revolución. Es falso que sean “adversarios”, son más bien enemigos históricos de la Patria y del pueblo, eso no tiene remedio. Quien piense que las cosas pueden funcionar de otra manera está soñando despierto.

Vaya en ese sentido, igualmente, un ejemplo: Gustavo Villasmil, director de salud del estado Miranda, gobernado por la derecha, dijo ayer en un conversatorio realizado en la organización Cedice Libertad (parapeto político-ideológico de la ultraderecha económica) que en Venezuela el sector privado de la salud puede ser la respuesta que “los venezolanos necesitan” y afirmó que hoy en día, por las carencias del sector público, las operaciones médicas de mayor complejidad sólo se pueden realizar en el sector privado. Villasmil explicó que la medicina privada podría representar la solución a los problemas de Venezuela en la materia si cuenta con el apoyo de las autoridades

¿Hay diálogo posible con quien así piensa? La derecha siempre ha sido partidaria de la privatización de la salud. Son diferencias antagónicas, irreconciliables.

Ojo: la derecha comienza a levantar una nueva matriz mediática, que no sabemos a dónde pueda llegar. Se trata de revivir el viejo conflicto territorial con Guyana. Ante las recurrentes evidencias de actitudes antipatrióticas de ese sector, y de su alineación con los intereses de Estados Unidos (que ha llevado a Leopoldo Puchi a pedirles un pronunciamiento sobre el caso ONU-Palestina), ahora pretenden agitar un fantasma de “nacionalismo” que les lave la imagen.

En el segundo punto del comunicado emitido por la MUD en relación a Guyana, se dice que “Como puede ser creíble el discurso oficial de agresiva y desafiante retórica nacionalista y ‘soberana’ cuando no es capaz de defender el interés nacional en un caso como éste”. Al agitar  esta bandera que parece como sacada de la chistera de un mago, la MUD aprovecha para ponernos a nosotros como los agresores frente al imperio, actuando como lo que precisamente son: albaceas del imperialismo en Venezuela, lo que hemos llamado “cenetistas” (por el CNT libio)

Entretanto, las agresiones imperiales contra nuestra Patria no cesan. Ayer un informe de Estados Unidos afirmó que Bolivia y Venezuela “fracasaron ostensiblemente”’ durante los últimos 12 años en realizar esfuerzos significativos para “cumplir las obligaciones a las que se han comprometido según acuerdos internacionales antinarcóticos”. Con razón la frase de Chávez: “Los que quieran Patria, vengan conmigo”

María Corina Machado tiende a la amargura ante el evidente frenazo de su aspiración a ser la candidata del imperio en 2012. Ayer anduvo en Maracaibo rodeada de parte de los restos de la CTV, Fetrazulia, federación encabezada por Acción Democrática. En verdad que la influencia política de los adecos se ha hecho notar en los días recientes. Todos los majunches se andan peleando por el apoyo de AD.

Volviendo al tema de la amargura, Machado ha dicho que “El presidente de la República debe dejar de reír y comenzar a escuchar porque tiene muchas razones para preocuparse y actuar, y no burlándose de Venezuela y los venezolanos”. En verdad que la sonrisita impostada de esta burguesa aparece cada vez menos, ante el fracaso al cual parece condenada, a pesar de todos los recursos que maneja.

Tal vez por eso le molesta la sonrisa franca, amplia, tan venezolana de Hugo Chávez, que representa la esperanza y la sempiterna alegría de este pueblo. Luchemos a brazo partido pensando en el 7 de octubre de 2012. Que esta sonrisa auténtica no nos la quiten:

* Periodista.

 

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