Las cuentas claras y el chocolate…

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Luis Casado*
 
Hace solo dos semanas la CBO, oficina de presupuestos del Congreso de los EEUU, anunció que salvar de la quiebra los dos más importantes organismos crediticios del país, Fannie Mae y Freddie Mac, le costaría a los contribuyentes yanquis la espeluznante suma de 25 mil millones de dólares. 

Y había que darse con una piedra en el pecho, después de todo los dos especuladores juntos poseen un 50% de los créditos hipotecarios, unos 5,2 billones de dólares, un tercio del PIB del imperio.
 
Por otra parte, los "expertos" del Congreso, tal vez egresados de Harvard como los nuestros, saben contar por lo menos hasta cien.
 
Cuando hace un par de días el Congreso aprobó finalmente el billete necesario, resultó que hacían falta U$ 100 mil millones por cabeza, o sea un total de U$ 200 mil millones, el asesor de Andrés Velasco que afirmó que +7 es una cifra negativa es una alpargata vieja al lado de sus colegas del norte.
 
En una de esas se trata de una técnica destinada a ocultar, o a disfrazar, el hecho más importante: los EEUU nacionalizaron el crédito. Casi todo el crédito, visto que los bancos yanquis que le pasan plata a los consumidores yanquis se refinancian ante otros bancos yanquis, que a su vez se refinancian ante Fannie Mae y Freddie Mac que de ahora en adelante son estatales, como lo lees, no estoy hueveando.
 
Un descreído, un hincha pelotas, un rompe bolas, un periodista yanqui, afirmó en la tele yanqui que esto equivalía a "socializar las pérdidas", ¡Viva el socialismo!, "y a privatizar las ganancias", ¡Viva el capitalismo!
 
Eso ya lo había afirmado la revista financiera británica "The Economist" hace algunos meses, se ve que a estos tíos no les puedes ocultar nada.
 
Servidor, habituado a ver en las películas yanquis que la mejor manera de enviar sus piticlines a un sitio seguro consiste en confiárselos a la legendaria Wells Fargo, no puede sino llorar su desilusión al descubrir que no sólo Santa Klaus no existe sino que la Wells Fargo pierde hasta los botones de su camisa.
 
Wells Fargo posee un total de 480 millones de dólares en acciones de  Fannie Mae y de Freddie Mac, títulos que actualmente se negocian en Bolsa entre 5% y 10% de su valor nominal…
 
Transparencia por transparencia, Wells Fargo no precisa si los U$ 480 millones los calcula antes o después de la depreciación, lo que hace pensar que su "riesgo" podría alcanzar la modesta cifra de U$ 4 mil ochocientos millones. Más transparente imposible.
 
Casi al mismo tiempo nuestro Banco Central, -oso pensar que con el acuerdo de Hacienda y del gobierno (en fin… de Hacienda)-, aumentó hasta un 60% el límite de colocaciones en el extranjero del total de fondos que administran las AFPs.
 
Uno le debe a estas cosas y a Ricardo Lagos (hay que ser justos), que se vuelva a hablar de nacionalizaciones y de la deseable estatización de algunos servicios. Loado sea Ricardo, terminemos de una vez con la tradicional ingratitud nacional que no reconoce los méritos de sus ilustres hijos.
 
Hablando de cuentas claras, otro "experto", el ministro Cortázar, declaraba hace unos días que en razón del aumento del costo del petróleo la tarifa del Transantiago debía estar en 650$.
 
En el transporte público urbano una empresa normal constata en su CEG (cuenta de explotación general) que los combustibles representan entre 14 y 18% del total de gastos. De modo que para pasar la tarifa de 380$ a 650$, el precio del diesel tenía que ser multiplicado por un factor cinco (5) y alcanzar los 3.300$ el litro…
 
Que se sepa, Cortázar no le suministra ninguna consultoría a la oficina de presupuestos del Congreso de los EEUU pero lo merecería.
 
Otro genio de las finanzas, Jean-Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo, se creyó el cuento de los monetaristas y entre combatir la inflación y la potencial recesión, prefiere luchar contra la inflación.
 
De modo que decidió mantener la tasa de interés directriz en un 4,25%, logrando con ello devaluar el euro que de U$ 1,60 pasó a U$1,40 y bajando…
 
Gracias a tan astuta medida las importaciones de petróleo y de materias primas cuestan más caras, a pesar de la baja del precio del barril de crudo, lo que genera riesgos de… ¡inflación!
 
Como te decía: "Las cuentas claras y el chocolate…"

*Ingeniero chileno, columnista de Generación 80

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