Las plantas europeas y temores ambientales en Suramérica
LAS PLANTAS Y EL CAMBIO CLIMÁTICO
El estudio publicado en la revista científica inglesa Naturee señaló que la productividad de la tierra disminuyó en un 20 por ciento en comparación con otros años de condiciones normales.
Crónica Digital*
Los resultados de la investigación revelan que las plantas pueden emitir en el futuro más dióxido de carbono a la atmósfera del que absorben, lo que contribuiría al cambio climático.
El equipo del Laboratorio de Ciencias del Clima y de Medioambiente (LSCE) basó tales resultados en los datos obtenidos de 18 torres implantadas en áreas boscosas y controladas por un proyecto llamado CarboEurope. De esa forma se midió la circulación de dióxido de carbono, agua y energía entre la atmósfera y la tierra, indica la publicación científica, que también se apoyó en informaciones satelitales.
De acuerdo con el estudio en el verano del 2003 en Europa, las plantas tomaron menos dióxido de carbono, y crecieron de forma más lenta. También la productividad de la tierra disminuyó en un 20 por ciento en comparación con otros años en condiciones normales, señaló el artículo.
En el verano del año mencionado la temperatura aumentó seis grados más de lo habitual, situación que causó la muerte de miles de personas e incendios forestales.
Según los científicos esas condiciones pueden producirse cada vez con mayor frecuencia, lo que tendría un impacto en el desarrollo de la vegetación**.
**Y afectaría seriamente el desenvolvimiento de la vida animal –que incluye a la humana–. (N. de la R.).
SE CUESTIONA EN CHILE INDEPENDENCIA
DE LA DOCTORA BACHELET EN ASUNTOS AMBIENTALES
Como una decisión que consagra la influencia del grupo Angelini sobre la coalición de gobierno, calificó el director ejecutivo de Oceana el nombramiento de Alberto Etchegaray, como secretario ejecutivo del equipo programático de Michelle Bachelet.
El país suramericano vive una delicada situación por el deterioro del ambiente natural en diferentes regiones**.
Jordi Berenguer*
Para el economista Marcel Claude (der.), la designación del hijo del actual presidente de Celulosa Arauco y Constitución (CELCO) envía una pésima señal a quienes responsabilizan a esta empresa por uno de los desastres ambientales más graves ocurridos en nuestro país: la destrucción del Santuario del Río Cruces.
“Habría que preguntarse qué libertad va a tener la candidata Bachelet para cuestionar a la Celulosa Arauco, cuando el secretario ejecutivo del equipo programático es el hijo del presidente de la empresa. Aquí realmente se produce una situación que impide la independencia entre el comando de Bachelet y Celco”, dijo Claude.
Claude explicó que “es un cargo político, no del sector de la administración pública, por lo que la designación debe ser evaluada en ese contexto. Dicho esto, me parece que la candidata de la Concertación está confirmando los temores de la comunidad valdiviana, que se ha formado la convicción generalizada de que el oficialismo no tiene ningún interés en resolver el problema.
“Los valdivianos han visto de todo: la actitud negligente de las autoridades de la zona ante el cierre de la planta, la indiferencia del gobierno central y el lobby de Celco en el oficialismo. Lamentablemente, esta ha sido la guinda en la torta, la demostración final de que la Concertación no está comprometida con resolverle el problema a la comunidad, sino sólo a la empresa”.
Cabe recordar que el nombramiento de Etchegaray se realiza en momentos en que CELCO está buscando una salida al mar, donde descargar sus contaminantes, acción que tiene movilizados a los habitantes de la costa de la Novena y Décima regiones, y a una alianza de organizaciones ambientales de la que Oceana forma parte.
* Periodista
**Entre los asuntos que mantienen en vilo a las organizaciones ecológicas y estudiosos del ambiente natural chileno, no pueden dejar de mencionarse diversos proyectos mineros, como el de Pascua Lama en la alta Cordillera, otros más al sur que arrasan con vestigios arqueológicos y dañan en el entono natural en sus ubicaciones, el deterioro del bosque nativo, la operación de los criadores de salmón y el volcado de deshechos industriales –directaente venenosos– en la costa. (N. de la R.).