Los atolladeros de la economía latinoamericana

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En esta utilización tan polisémica tampoco se suele aclarar, si se está analizando un ciclo económico. En este caso, el término crisis debería ser referido a situaciones de recesión, contrapuestas al crecimiento. Si cuando cae el PBI y el empleo hay crisis y cuando aumentan ambas variables también hay crisis, resulta imposible entender de qué se está hablando. La clarificación de los debates es una deuda pendiente en el pensamiento crítico latinoamericano, cuya resolución permitirá definir con mayor exactitud la etapa actual.
El escenario político

Las tendencias económicas comunes de América Latina se procesan en distintos contextos políticos de gobiernos derechistas, centroizquierdistas y reformistas. Estas administraciones actúan, a su vez, en variados marcos de conquistas o repliegues populares. Las semejanzas estructurales entre Colombia y Venezuela quedan replanteadas a la hora de observar quién gobierna y lo mismo vale para México y Argentina o para Guatemala y Bolivia. El devenir de la economía regional depende de los desenlaces políticos en cada país.

Durante el bienio 2010-11 los gobiernos derechistas enfrentaron múltiples problemas. El imperialismo norteamericano perdió a su agente directo en Perú y observa con gran inquietud la impotencia de su socio mexicano para lidiar con el narcotráfico. La violencia facilitó el regreso del militarismo conservador en Guatemala y las matanzas de los paramilitares continúan en Colombia. Pero en todos los casos crece el hastío de la población. Los golpistas hondureños debieron replegarse, buscado un compromiso con el presidente depuesto y el reaccionario gobierno de Chile afronta desventuras económicas, fracasos de gestión y gran resistencia social.

Es evidente, además, que las pesadillas afrontadas por el Pentágono en el Medio Oriente reducen la capacidad de intervención de la IV flota y de los marines desplegados en Colombia. Por esta razón, las campañas de intimidación se procesan a través de los grandes medios de comunicación, que definen en cada momento a quién hostilizar y a quién bendecir. La derecha se mantiene muy activa, pero sin recuperar la iniciativa que tuvo durante el cenit del neoliberalismo.

Los principales ganadores de la coyuntura son presidentes de centroizquierda como Dilma Rouseff y Cristina Fernández Krichner, que obtuvieron arrolladores triunfos en los comicios. En ambos casos el oficialismo revalidó títulos, incorporando sectores medios y altos a su base electoral. Mientras que en Brasil la victoria se consumó en un clima de pasividad conservadora y despolitización, en Argentina han prevalecido las tensiones con la derecha, la participación de los movimientos sociales y la renovada politización de la juventud.

Uruguay sigue el modelo brasileño de buena letra hacia los capitalistas y desatención de las demandas sociales y también el nuevo mandatorio de Perú busca recrear el sendero social-liberal inaugurado por Lula. El limitado impacto que hasta ahora tuvo la crisis global en Sudamérica ha contribuido a este afianzamiento del centro-izquierdismo.

Pero lo más llamativo es la creciente atracción que ejerce esa referencia sobre los gobiernos más radicales de Venezuela, Bolivia (y en cierta medida Ecuador). Estas administraciones surgieron confrontando con el imperialismo, impulsando movilizaciones populares y promoviendo reformas democráticas y sociales. Ahora enfrentan encrucijadas que determinarán su futuro.

Definiciones en el eje radical

La economía venezolana ha sido más afectada por la crisis que el promedio sudamericano. Los desbalances tradicionales (dependencia de la factura petrolera, bajísima producción local, alto nivel importaciones, consumo suntuario) condujeron a nuevas devaluaciones para atemperar el déficit fiscal, en un marco de alta inflación. Las medidas progresistas (nacionalización del oro) continúan coexistiendo con el favoritismo hacia la “boliburguesía” y el respiro logrado con ciertas acciones reformistas, no resuelve los problemas de una economía periférica muy saboteada por las clases dominantes.

Aunque la derecha se entusiasmó con la enfermedad de Chávez, la popularidad del presidente persiste y no será fácil impedirle otra renovación de su mandato. El estancamiento del proceso bolivariano obedece más a sus propias contradicciones, que al acoso de la reacción. (18)

Tanto la entrega de varios militantes de la insurgencia al gobierno colombiano, como el apoyo a dictadores árabes (especialmente de Siria) suscitan malestar. Si la profundización del proceso bolivariano continúa posponiéndose, este proyecto quedará congelado y comenzará a equiparse con los restantes gobiernos de centroizquierda.

La misma disyuntiva afronta Bolivia. La estatización de los hidrocarburos quedó reducida y persisten los privilegios de las compañías extranjeras. La reforma agraria sigue pospuesta y las mejoras populares no están a tono con la derrota del neoliberalismo. La masiva resistencia al incremento de precios del combustible (“Gasolinerazo”) fue la primera advertencia de este estancamiento. Un segundo choque con pueblos de la selva -que se oponían a la construcción de una carretera- tuvo un corolario represivo brutal.

Las medidas descolonizadoras que acompañaron al establecimiento del estado plurinacional son incompatibles, con el perfil autoritario que está adoptando el oficialismo. Bolivia no puede prescindir de sus reservas minerales para erradicar el atraso, pero la utilización de estos recursos requiere respetar el medio ambiente, evitar el monocultivo, desarrollar el cooperativismo y compatibilizar en consultas democráticas la multitud de intereses populares en conflicto. El logro de estos objetivos exige, a su vez, abandonar la estrategia de gestar un “capitalismo andino amazónico”. (19)

Las mismas contradicciones presentan mayor dimensión en Ecuador. El gobierno ha demostrado firmeza frente a las agresiones norteamericanas, pero continúa confrontando con el movimiento indígena, desconoce las propuestas de preservación de los recursos naturales y pospone la implementación de transformaciones socio-económicas significativas.

El techo de logros que están encontrando los gobiernos radicales repercute directamente sobre el ALBA. Este organismo ha quedado desdibujado frente a UNASUR y sus iniciativas han perdido el impacto inicial que tuvo la creación de TELESUR, la formación de PETROCARIBE, la solidaridad con Cuba, los emprendimientos de salud y alfabetización o el apoyo antiimperialista a Honduras y Haití. El mismo apaciguamiento afecta al proyecto del socialismo del siglo XXI, que tiende a diluirse en ausencia de estrategias de radicalización anti-capitalista.

El futuro del ALBA quedará también signado por el resultado de las reformas económicas que han comenzado en Cuba. En una isla con muy pocos recursos no hay pobreza o criminalidad, sino una gran cobertura de las necesidades básicas en un marco de significativa escasez. En lugar de analfabetismo, deserción escolar y mortalidad infantil hay dificultades para continuar el sostenimiento de la educación y la salud gratuitas.

Cuba padece la asfixia comercial del bloqueo y las graves adversidades coyunturales que han generado la caída del precio del níquel, los menores ingresos del turismo y los huracanes. Una economía con alta calificación de la mano de obra carece de industria o agricultura productivas y luego del colapso de la URSS debió sobrevivir mediante el turismo, las remesas, el doble mercado y los convenios con empresas extranjeras. Junto a la errónea subsistencia del modelo de estatización integral apareció un importante flujo de divisas, que no se transforma en inversión. Los proyectos para incentivar la actividad mercantil apuntan a contrarrestar esta asfixia, recomponiendo la productividad y reduciendo la dependencia de los alimentos importados.

El gran desafío será implementar esta política sin permitir el retorno al capitalismo. Cuba ya salió airosa en el pasado de gestas que parecían irrealizables (período especial, bloqueo, invasiones) y puede alcanzar las nuevas metas con participación popular, democratización y limitaciones a la desigualdad social. El futuro del ALBA y los proyectos de renovación del socialismo dependen en gran medida de ese proceso.

El empalme con los indignados

¿Cuál será el efecto de la crisis global sobre las luchas sociales de América Latina? Las resistencias alcanzaron un pico de intensidad durante las rebeliones del 2000-05, que tumbaron a varios gobiernos reaccionarios. Estos levantamientos indujeron a las clases dominantes a actuar con mayor cautela frente al ajuste, tanto en los epicentros como en los vecindarios de las sublevaciones. Las movilizaciones posteriores han sido más acotadas (defensa del salario, el empleo o los recursos naturales), con la excepción de la resistencia casi insurreccional que se registró contra el golpe en Honduras. (20)

Las batallas de los últimos años han estado a tono con el alcance acotado que tuvo el descalabro mundial sobre la región. Esta reacción se acrecentaría si aumenta ese impacto, pero esta vez podría incorporar un novedoso empalme con la oleada de protesta que comienza a notarse en todos los continentes.

Las reacciones puramente defensivas que rodearon en el 2008 al debut de la crisis han quedado modificadas por la primavera que conmovió al mundo árabe. Las batallas que se libran en Grecia, la irrupción de los indignados españoles, el descontento social en Inglaterra, las huelgas en Italia y los plebiscitos de Islandia ilustran este cambio de clima. La nueva generación ha convertido las redes sociales en un instrumento de organización que cruza las fronteras e incentiva a los ocupantes de Wall Street. La jornada mundial del 15 de octubre pasado reunió a millones de manifestantes en 950 ciudades de 80 países.

Esta nueva tónica no tardará en contagiar a la región latinoamericana. La extraordinaria movilización de los estudiantes chilenos podría constituir la primera expresión de esta nueva oleada. Los universitarios y secundarios trasandinos no sólo confrontaron con un gobierno derechista que oscila entre la represión y el vaciamiento de las negociaciones. También conquistaron la simpatía popular, con formas de acción que retoman el viejo formato de la alianza obrero-estudiantiles de los 70. “Nuestros hijos no pasarán de curso pero pasarán a la historia”, destacaban las pancartas de las marchas que plantearon una demanda explosiva para el neoliberalismo. La exigencia de gratuidad para la educación desenmascara el escandaloso endeudamiento que padecen los estudiantes y ataca un cimiento de la desigualdad social.

Las resistencias en curso cuestionan no sólo a los banqueros y al neoliberalismo, sino al propio sistema capitalista. Se ha puesto a la orden del día definir quién pagará los terribles costos de la crisis y frente a esta disyuntiva, vuelve a enhebrarse el tejido de solidaridades de América Latina con los pueblos del Primer Mundo.

Notas:
1) Ver: CEPAL-OIT, Coyuntura laboral en América Latina y el Caribe, Junio de 2011. Número 5, www.oit.org.pe/.
2) Hemos establecido una comparación con otras conmociones en: Katz Claudio, “The singularities of Latin America”, The crisis and the left, Socialist Register, vol 48, 2012, Toronto.
3) Varias evaluaciones de esta iniciativa en: Páez Pedro, “Detrás del desorden económico mundial,” Página 12, 3-10- 2011. Kulfas Matías, “Que integración regional conviene”, Página 12, 20-6-2011. Robba, Alejandro, “El desafío de la integración financiera regional”, Página 12, 7-8-2011.
4) Ver: Tovar Eudomar, Consejo Monetario del ALBA, “No podemos evitar el impacto”, Página 12, 3-10-2011.
5) Brasil, Venezuela y Argentina aportarían cada uno, 2000 millones de dólares al nuevo Banco, Ecuador y Uruguay sumarían 400 millones y Bolivia y Paraguay contribuirían con 100 millones.
6) A diciembre del 2010 Brasil sólo era superado en esas acreencias por China, Japón, Gran Bretaña y los países árabes exportadores de petróleo. Ver Moniz Bandeira Luiz Alberto, “A crise afecta a todos os países inclusive Brasil”, ALAI, 29-8-2011.
7) Ver: Berterretche Juan, “¿Acuerdo económico defensivo?”, 19-8-2011,www.kaosenlared
8) Esta la caracterización: “Articulación de movimientos sociales hacia el ALBA”,16-8-11, Buenos Aires.
9) Munevar Daniel, Alzas en los precios de alimentos. Una mirada desde América Latina, CADTM, junio 2011. www.cadtm.org/
10) Ver: Petras James, “Latin America: Road to 21 st century capitalist development”, October 25, 2010. www.ccun.org
11) Ver: Goncalvez Reinaldo, Reducao da desigualdade da renda no governo Lula. Analisis comparativo, 20-6-11, www.ie.ufrj.br
12) Este programa ha sido expuesto en el encuentro: “Crecimiento con estabilidad financiera y el nuevo desarrollismo” www.tenthesesonnewdevelopmentalism.org. También: Gaitán Flavio, Boschi Renato, “América Latina recupera el pensamiento desarrollista”, Clarín, 21-12-10
13) El país se afianza como exportador de materias primas y su participación en el producto industrial mundial ha decaído de 2,9% (1980) a 1,9% (en la década pasada). La tasa de inversión industrial es baja (20%) y el porcentaje de exportaciones manufactureras decayó frente a las materias primas que concentran el 80% de las ventas externas. Pochman Marcio, “O Brasil e a nova desindustrializacao”, 9-6-2011centrodeestudossindicais.wordpress.com/ El principal promotor del viraje neo-desarrollista es Bresser Pereira, Luiz Carlos, “Globalizacao e competicao”, Folha de Sao Paulo, 2-22-09.
14) Los neo-desarrollistas se agrupan en torno al denominado “Plan Fénix” www.econ.uba.ar. Su teórico más renombrado es Ferrer Aldo, “El nuevo desarrollismo” Miradas al Sur, 6-11- 2010 Hemos expuesto una caracterización reciente en: Katz Claudio, “A10 años del 2001: los economistas debate”, Revista Kamchatka Nº 7, Año 4, octubre 2011, FCE-UBA, Buenos Aires.
15) Ver: Vidal Gregorio, Guillen Arturo, “La necesidad de construir el desarrollo en América Latina”, Repensar la teoría del desarrollo en un contexto de globalización. CLACSO, 2007, Buenos Aires.
16) Dos Interpretaciones críticas del neo-desarrollismo en: Azcurra Fernando Hugo, Las diez tesis sobre el Nuevos Desarrollismo elaboradas por economistas heterodoxos www.pctargentina.org/ febrero 2011. SEPLA, “Declaración de Guararema”, Sociedad Latinoamericana de Economía Política y Pensamiento Crítico, Guararema, junio 2011.
17) Mediante presiones directas de Lula se desnaturalizaron los contratos, se congeló el aumento de la tributación y quedaron anuladas las auditorias. Petrobras volvió a cotizar en Bolsa anotando como propias las reservas del Altiplano y neutralizó los proyectos de transferir la industrialización del gas de Sao Paulo a Bolivia. Andrés Solíz Rada, “Entrevista”Pueblos. Revista de información y debate www.revistapueblos.org/ 27-10-2011.
18) Aharonian Aram, “Venezuela: dos meses para atravesar un campo minado”, ALAI, 6-10-2011.
19) Ver: Almeyra Guillermo, “Bolivia: el desarrollismo contra el desarrollo”, 2/10/2011, La Jornada. Zibechi Raúl, “La obstinada potencia de la descolonización”, ALAI, 29-9-2011. Manifiesto de la Coordinadora Plurinacional de la Reconducción, 13-7-2011.
20) Un balance general de las resistencias en: Seoane José, Taddei, Emilio, Algranati Clara, “Tras una década de luchas”, Herramienta, n 46, 2011, Buenos Aires.

*Economista, Investigador, Profesor argentino. Miembro del EDI (Economistas de Izquierda).

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