MEO al ataque: cree en programas y se reúne con el PC

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Nicolás Gomarro.*

Para nadie —dentro y fuera de las fronteras chilenas— es un misterio la degradación experimentada por la actividad política en el país. Prohibida por la dictadura militar-cívica, fue convertida en sesiones de cálculo y acuerdos tras el pacto que permitió los gobiernos de la Concertación —que curiosamente no acaba de entender que murió estando muerta—. Al parecer Enríquez-Ominami apuesta a resucitarla, a la política, no a la Concertación y se reunió con la dirección del Partido Comunista.

Probablemente la presidencia de Sebastián Piñera sea recordada por dos razones: una, porque mantiene firme el timón que manejara la Concertación de Partidos por la Democracia —su rival que oportunamente mantuvo la brújula en la dirección fijada por la dictadura, que es la de él mismo—; y segunda, porque su mandato plantea —como señaló tras su elección Lagos Nilsson— la "construcción" política de un líder "desde el poder".[1]

Los medios periodísticos y personalidades con influencia intelectual en una sociedad desaculturada, olvidada de la política y en consecuencia con bajísimos niveles de convivencia ciudadana, utilizan a destajo y no siempre con exactitud el término líder, lo que golpea fuertemente los intentos de organizaciones sociales —de cualquier aspecto— que intentan en la profundidad de la vida barrial superar el consumismo, entre ficticio y real— que caracteriza a lo chilenos.

Golpea porque desnaturaliza el significado y rol del líder en la historia moderna, asimilándolo al burócrata con funciones de poder o al dirigente encaramado sobre esa burocracia. Alguien definió alguna vez al líder como al individuo carismático que asoma providencialmente y marca un camino rupturista (las más de las veces) sin ceñirse a las reglas, normas y costumbres políticas imperantes en un grupo. El líder tiene una visión. El dirigente tiene una trinchera. El político al "uso nostro" algo personal que defender, quizá su calidad de tal.

Los líderes, como señaló Perón a propósito de los dirigentes, están condenado a marchar a la cabeza de sus seguidores so pena de que éstos marchan con sus cabezas al frente.

https://www.surysur.net/?q=node/13138

* Informe del periodista Juan Pablo Carvajal.
Más información en: www.losprogresistas.cl

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