MI VOZ DESDE ULTRATUMBA…

1.107

Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Sí. Bolívar fue asesinado por una casta de cobardes que manipuló su discurso para adormecer a un pueblo inspirado en la voz revolucionaria del Libertador que surcaba todos los pueblos.

Es la misma casta de cobardes que manipulan sus palabras, como ocurre hoy por el canal de televisión Globovisión, que de manera enfermiza, agobiante e hipnotizadora, repite una y otra vez una frase de Bolívar en Angostura, cuando presentaba su modelo de constitución el 15 de febrero de 1819. Al respecto dijo el Libertador:

“La continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder: el pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía”.

El contexto

Estas advertencias del Libertador tienen vigencia en sistemas parlamentaristas –como en España, Inglaterra y otros países– donde al pueblo le está negado elegir a su primer mandatario. Era el sistema parlamentarista que tenía vigencia en Venezuela en los albores de la independencia, cuando un grupo de intelectuales, patriotas y revolucionarios, se organizaron en un Congreso para legislar sobre la nueva Venezuela que surgía de la usurpación y la tiranía española.

Fueron las advertencias de Bolívar para alertar al pueblo sobre los legisladores que pretendían atornillarse en la primera magistratura con la anuencia de un entorno parlamentarista. Pero no es nuestro caso, donde el pueblo venezolano tiene el poder de elegir y revocar a sus mandatarios, siendo fiel a los preceptos del Padre de la Patria.

“Tan solo el pueblo conoce su bien y es dueño de su suerte; pero no un poderoso, ni un partido ni una fracción. Nadie sino la mayoría es soberana y dueña de su destino”, dijo el Libertador.

Es la visión democrática, socialista y revolucionaria la que tanto angustia a la oligarquía y esa casta de poderosos que temen al poder popular, como el mayor de todos los poderes que nos dejó Bolívar. Por ello los enemigos de la venezolanidad han manipulado sus palabras, como estas célebres frases bolivarianas que encabezan algunos diarios nacionales y regionales:

“El derecho de expresar sus pensamientos, y opiniones de palabra, por escrito, ó de cualquier otro modo, es el primero y más estimable bien del hombre en sociedad. La misma Ley jamás podrá prohibirlo».

Pero lo que no publican los medios, es lo que sigue inmediatamente a ese pensamiento de Bolívar, donde se expresa claramente su aversión al imperialismo eediático con su inmensa capacidad de manipulación, destrucción y muerte… Continúa así el pensamiento de Bolívar:

«… La misma Ley jamás podrá prohibirlo, pero tendrá poder de señalar justos límites, haciendo responsables de sus impresos, palabras y escritos, a personas que abusaren de esta libertad, y dictando contra este abuso penas proporcionales”.

Nuevamente la bala traicionera que asesinó a Bolívar, está en el ambiente del magnicidio para frenar la esperanza del pueblo venezolano. Es la misma bala que asesinó la esperanza de un pueblo que entregó su vida a la revolución libertadora, y que ahora pretende acabar con la esperanza de un pueblo que ha confiado su futuro en el liderazgo de Chávez, ante la frustración y la impotencia de una oposición que no puede imponer su modelo antisocialista por la vía del voto popular.

Si bien es cierto que en lo personal tengo mis observaciones sobre algunos artículos del Proyecto de Reforma Constitucional, que hubiese querido se ajustaran más a la Doctrina Bolivariana, la traición de oficiales, hoy plegados a la oposición golpista, que responden a lineamientos del imperio estadounidense; y de una oposición que no cree en el poder popular y la vía democrática, mi convicción bolivariana me obliga a escuchar la voz de Bolívar que desde ultratumba nos dice, que la vía electoral es la única manera de frenar la avalancha de un pueblo revolucionario:

“Debe oírse la voluntad del pueblo, para que se cumpliera en todas sus partes. Si quieren fortificar la República, que la fortifiquen; si quieren debilitarla o destruirla, que la destruyan; pero que todo esto se haga por las instrucciones escritas de los Colegios Electorales y no por la voluntad de los individuos que vayan al Congreso”.

—————————

* Publicado en http://www.viejoblues.com.

También podría gustarte
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.