Mujer: el nombre es amenaza, silencio, impunidad

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Uno de los presuntos implicados es primo del ministro de Hacienda, Federico Carrillo (der.), quien –según la denuncia de la diputada Valerín– ha «denigrado» a la víctima para defender a su pariente y su «honorabilidad», y por quien ha dicho estar dispuesto a «poner las manos al fuego».

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Mientras, según la denuncia, la joven y sus familiares han sido blanco de todo tipo de actos de intimidación y amenazas.

Tras leer un dramático testimonio de la pesadilla que vive la víctima y su familia, Valerín emplazó y pidió cuentas al ministro Carrillo, a la fiscalía, a los jueces y al Poder Judicial y expresó «vergüenza» al ver cómo se mueven los hilos de la justicia en un país, donde todos los días se habla de que todos somos iguales ante la ley.

El caso ha sido tratado con «guantes de seda» por los medios de comunicación costarricenses, los mismos que dedican grandes espacios, cuando se trata de víctimas o victimarios de sectores o personas sin ningún poder económico o político.

La denuncia de Valerín y del padre de la víctima no necesita ser editada ni recibir ningún tratamiento periodístico, habla por si sola y así, íntegra, se reproduce.

CRÓNICA DE CÓMO
SE DESTRUYE UNA VIDA

«Entre la 1:20 y las 2:00 del domingo 12 de diciembre del año pasado, en el estacionamiento del Bar y Restaurante Bokaos, Subasta Ganadera de Santa Ana, se produjo una de las violaciones más salvajes de la que, por lo menos yo, he tenido noticia.

Cuatro chiquitos bien, todos con su respectivo alias, algunos vecinos de Lomas de Ayarco, karatekas profesionales, pandilla de matones, dos de ellos declarados los wildest (los más salvajes de su generación en el colegio Lincon) acostumbrados a hacer tortas y a que sus influyentes familias, con buenos contactos los salven, estos cuatro cobardes fortachones, violaron a una muchacha de escasos 20 años y 1.55 de estatura.

La violación fue espantosa digna de los archivos criminales del Discovery Channel. La victima prácticamente fue raptada y metida en la parte trasera del automóvil de uno de los cuatro violadores que se encontraba en el parqueo del Bar. Mientras el principal violador abusaba reiteradamente de esta muchacha, dos de los cuatro cobardes participaba del abuso desde los asientos delanteros del vehículo. Con la premeditación propia de los criminales, uno de ellos vigilaba desde afuera, para que por turnos pudieran perpetrar este crimen.

Dos muchachos que se encontraban en la fiesta trabajando, vieron y testificaron sobre lo que ocurrió en el vehículo aquella madrugada. Alertaron a los guardias de seguridad, y es esa intervención la que evita probablemente un desenlace todavía más fatal para esta muchacha.

CARTA DESESPERADA

El papá de esta chiquita me escribió una carta. Voy a transcribir algunas partes de este testimonio de dolor de un padre que únicamente clama por justicia.

«La semana pasada el ministro de Hacienda intentó ayudar a su primo, amigo y empleado, utilizando la pregunta de un reportero que se refirió a un caso de violación en un periódico de circulación nacional. Siendo abogado, el ministro, sin conocer a mi hija, ni del caso, lejos de hablar del principio de inocencia de su primo, aprovecho, muy mal aconsejado, para denigrar a mi adorada hija, quien fue víctima de violación por parte del pariente del ministro, en complicidad con el hermano menor de aquel y dos de sus habituales y violentos compañeros de «tortas».

Anteayer me desvelé de nuevo, como tantas veces desde el suceso, pensando en este nuevo abuso de parte de esta familia que solo daño nos ha causado.

Mi hija fue víctima de violación ese día por parte de estos cobardes. La recibí demacrada, desesperada y en shock en el hospital Cima, lugar adonde le pedí a mi hijo que la llevara para que fuera atendida después del brutal ataque. Hoy, varios meses después, los agresores siguen sueltos y gozando de los favores de una sociedad hipócrita y sin valores que los reciben como si nada hubieran hecho y gracias a la inacción de un sistema que favorece al delincuente en detrimento de sus víctimas.

Esa madrugada su intimidad es violada de nuevo por parte de un médico de turno que le hace un interrogatorio sin ninguna relevancia en relación con el evento. El médico, que no tuvo ningún tacto, me pidió que me retirara, a lo cual accedí por razones de pudor e intimidad de mi hijita. Mi error fue haber permitido semejante tortura de preguntas irrelevantes sin la presencia de su madre que a esas horas se dirigía al Hospital.

Unas horas después un médico forense del OIJ se presenta al lugar y además de tomar unas muestras de su cuerpo, la somete de nuevo a otro interrogatorio. Los agresores sueltos y gozando, mi hija violada de nuevo en su intimidad y en su derecho a ser atendida por alguien de su mismo sexo, como dicta el sentido común y los derechos humanos.

Termina el calvario a que fue sometida en ese hospital privado. Yo me apersoné al OIJ en algún momento de esa larga madrugada, junto con los muchachos que Dios puso en el camino esa noche (en esos precisos minutos de terrible angustia…) y que salvaron a mi hija de un posible destino incluso mortal.

La monté al carro de su mamá, a eso de las 9:00 a.m., ella vomita en el carro. Nosotros sufrimos con ella.

Llegamos a la casa unos minutos más tarde, y en lo que pone la cabeza en la almohada, el OIJ toca el timbre y una pareja de investigadores solicita hablar con ella. La despertamos, y con la cara hinchada de llorar, golpeada y maltratada por la lucha desigual a la que la sometieron sus agresores y humillada doblemente, por la bien intencionada pero cruel «revisión» de los médicos durante la madrugada, inician de nuevo el interrogatorio.

Llegan mis cuñados y al ver el cuadro de 2 hombres que interrogan a mi hija me siembran la duda de si deberíamos seguir con el proceso. Yo llamo a mi abogado y el me habla de los derechos humanos, del derecho de recibir atención de una mujer y yo despacho a los oficiales quienes se molestan y se van. Me equivoqué pues de haber permitido que los investigadores continuaran con su rutina, se hubiera capturado el vehículo donde se perpetró el crimen, tendríamos mayor evidencia y muy probablemente los delincuentes estarían encerrados.

EL PODER DE LA POLÍTICA
Y EL DINERO EN ACCIÓN

Habían pasado cosas muy extrañas, como el hecho de que son los agresores los que llevan a los guardas de seguridad –quienes fueron los que sacaron a la muchacha del carro donde fue agredida– a declarar, las medidas cautelares solicitadas no incluyen la prisión preventiva (verifique el 100 por ciento de casos donde los agresores quedan sueltos), entre otras.

Desde el día del ataque, mi hija ha sido atendida por sicólogos y psiquiatras privados que gracias a Dios pudimos pagar, también el resto de la familia hemos tenido que recibir atención sicológica para sobrellevar la carga de haber sido mancillados tan cruelmente.

Nos dieron la cita para la pericia forense para el lunes 23 de los presentes. Mi hija se había preparado para poder enfrentar esta nueva prueba, que de nuevo atenta contra su intimidad y su estabilidad sicológica en recuperación. Los agresores en forma totalmente fuera de costumbre, piden que un perito psicólogo esté en esa prueba. Nosotros pedimos entonces lo mismo de nuestra parte.

Sabiendo que mi hija tendría que venir al país para esto, montan un «circo» hábilmente, reviviendo en la prensa el hecho y aprovechando la consulta al ministro de Hacienda y primo de dos de los agresores para que hablara bien de su protegido, pero en cambio, el ministro Carrillo habla mal de la muchacha. Golpe bajo y doloroso para la víctima. El abogado, ante tal barbaridad desde el punto de vista ético por parte del ministro –que también es abogado– y de la mentira que ese funcionario expresa sin siquiera saber de quien está hablando, sale en su defensa en la televisión pidiendo una explicación a ese funcionario público.

Varios medios cuestionan y critican a los agresores, el presidente explica que la niña es nieta de su adorado primo (mi suegro) y que está muy dolido, pero no interviene más que para dar su opinión. Ni una reprensión al ministro por su exceso, por olvidar que más allá de primo y compinche de estos cobardes, cómplice, jefe y protector del principal violador, es un funcionario público, cuyo papel no es la defensa de semejantes sujetos.

VIOLADORES VUELVEN A VIOLAR, ESTA VEZ LA LEY

La fiscal había claramente prevenido por escrito a los imputados que no se podían acercar a la familia, mucho menos a la víctima. A la 1:00 p.m. hora en que la víctima está lista para realizar su examen, se presentan: una ex jueza ahora defensora de uno de los imputados e insulta a gritos y con malacrianza a mi esposa, a mi hija y su sicóloga, otros dos abogados (uno de ellos muy conocido), el tío y el padre de dos de los implicados y el imputado, quien había sido prevenido para no presentarse, se para a unos centímetros de mi hija para asustarla. La fiscal lo permite todo, pues ella llega al lugar y todo es a su vista y paciencia.

Mi esposa le pregunta que cómo permite algo que por escrito previno no hacer y ella dice que el imputado tiene derecho. Mi hija llorando le dice que el violador la está viendo fijamente y la fiscal ni le contesta ni hace por donde evitar el contacto. La fiscal le dice a mi esposa que si no se hace la prueba, la demanda se podría acabar ahí.

El espectáculo es de tal magnitud que la perita psicóloga forense decide no realizar la prueba. Creo que ellos buscaban que mi hija hiciera la prueba alterada no sé con qué retorcido objetivo, pues diga lo que diga el perito, la violación sucedió y hay testigos, lo que comúnmente no sucede. Gracias infinitas a Dios en este caso llegaron los muchachos (hoy testigos clave) que alertaron a la seguridad, porque de otra forma viendo el perfil de los agresores podríamos estar lamentando algo tan grave como un homicidio…

INTERROGATORIOS COMO PELÍCULA DE TORTURAS

Se concertó de nuevo la cita para la mañana siguiente, tomamos las previsiones para evitar el «circo» de la tarde anterior. Llegan esta vez dos abogados menos. Intentan hacer que el perito de ellos entre a la pericia junto con el forense, ante este nuevo ataque nos oponemos rotundamente; gracias a Dios el forense se impone y todos los asistentes autorizados entran al cuarto de monitoreo.

Mi hija sabe que la están viendo y escuchando, pero con valentía persevera en esta ingrata obligación que la Ley exige. Mi hija es sometida a un interrogatorio digno de una «película» de torturas, con buena intención y buen trato por parte del perito, pero si la entrevista de seis horas a que es sometida mi querida hija, es sencillamente una pesadilla para nosotros que esperamos pacientes afuera, ¿como lo sería para ella? La prueba es tan pesada que la citan para tres pruebas escritas más al día siguiente, una de ellas de 576 preguntas, otra de más de 100 y una última de interpretación de imágenes… Mi hija me confiesa que se quedaba dormida del agotamiento.

Por Dios, ¿qué se trata de probar ? Cómo es que someten a alguien que fue objeto del horror de una violación a semejante tortura. ¿Cómo harán las mujeres humildes que no han sido atendidas desde el primer día por una batería de psicólogos para sacarlas del hueco en que las consume la agresión? ¿Porqué sigue suelto quien violó medidas cautelares y la prevención clara de la fiscalía de no acercarse a los familiares o a la víctima?

Cuánta más agresión tendrán que soportar mi hija y mi familia para que esta pesadilla termine….

VIOLAN Y VIOLAN

Violación inicial, violación de medidas cautelares, violación de la ética por parte de un ministro, violación pública y difamación de una mujer por parte de un ministro ante la opinión pública, violación del derecho de una mujer a ser tratada como un ser humano, violación repetida varias veces de la intimidad de mi hija, ejercicio de la defensa sin la más mínima compasión por la víctima, un ser humano que ha sido humillado cobardemente y a la fuerza, y la prioridad por los derechos de los imputados….

¿En qué país vivimos? ¿Qué pasó con los más básicos derechos humanos? ¿Quién defiende a la mujer? ¿Qué pasa con nuestro sistema judicial? ¿Quién defenderá a mis hijos y a los suyos de gente pudiente, físicamente preparados para matar, acostumbrados a todo tipo de excesos, licor, drogas y quien sabe qué más? Sueltos y presentes en todo evento social, estén o no invitados, sembrando miedo y relajo.

¿Adónde están las madres, las abuelas, las defensoras de la mujer, la ministra de la condición de la mujer, para qué medidas cautelares si los imputados se acercan a la víctima y sus familiares impulsados por sus abogados, apadrinados por ministros y defendidos por el sistema?

Por favor oiga los gritos desesperados de una familia que ha vivido en paz y que quiere seguir haciéndolo con la ayuda de la ley… Hoy no estoy orgulloso de ser costarricense, estoy decepcionado y frustrado e impotente ante un sistema que no funciona y una sociedad permisiva que acepta violadores y delincuentes si éstos tienen dinero y son profesionales de «colegios privados» que hablan inglés. ¿En que país vivimos? ¿Quien levantará la bandera contra la injusticia y la impunidad?

fotoVALERÍN EXIGE CUENTAS

Yo quiero levantar mi voz de mujer, de costarricense, de diputada contra todo este horror.

Yo, mujer, ciudadana, diputada, exijo explicaciones a al fiscalía, a los jueces, al Poder Judicial. Exijo cuentas al ministro Carrillo, voy a mocionar para llamarlo a comparecer a la Comisión de la Mujer. Las mujeres y los hombres de buena voluntad debemos unirnos para terminar con este desequilibrio, con esta injusticia. Hoy quiero hacer un llamado a mis compañeras diputadas y diputados para que pidamos cuentas al Poder Judicial. Hoy quiero hacer un llamado a nuestras compañeras Magistradas y Magistrados para que esto se investigue a fondo por parte de la Inspección Judicial. Lo que ha sucedido en este caso y sucede cotidianamente a tantas mujeres, niños y niñas victimas de violación, la tortura en la que viven desde que se convierten en victimas debe parar de inmediato.

El sistema no puede seguir contribuyendo a victimizar.

¡Qué vergüenza me dan estas mujeres que, siendo parte de un proceso, no mueven un dedo para proteger a mujeres y niños!. El caso de esta fiscal, me recuerda el de aquella que estaba de turno en el Circuito Primero Judicial de San José, cuando un mujer hondureña fue brutalmente golpeada por su compañero; la intervención policial llevo a ese hombre ante esa fiscal y ella dejo libre al agresor alegando que no se trataba de un caso de violencia doméstica. Cinco días después, en unos cuchitriles frente a la Unidad de Admisión de San Sebastián, el agresor mató a la mujer a martillazos. Buen récord judicial, qué vergüenza para las mujeres. No se necesitan ni siquiera agallas, no se necesitan más leyes, se necesita tener la certeza para hacer cumplir la ley, sólo eso. Les hablo a los jueces y a la Fiscalía. Y si no tienen esa entereza, no avergüencen al Poder Judicial, no mancillen la justicia, váyanse al único lugar en que de todas formas la historia los va a situar.

«No encubra». Ministro Carrillo, no le corresponde a usted el papel de encubridor de violadores. Si no se ha enterado del caso, entérese. Es tan evidente quienes son los culpables, que su actitud sólo puede calificarse de complicidad. Señor Presidente de la República, cuál es la ética y la moral de este Gobierno que mantiene usted a semejantes funcionarios en sus cargos.

¡Qué vergüenza que mujeres que han sido juezas no solo defienden a violadores, se vendan a la injusticia por un puñado de monedas de plata!

La impunidad y la injusticia son un veneno letal para la democracia.

Cuando los ciudadanos dejan de creer en la justicia, el mal ha llegado a los cimientos. Yo, aún creo en el Poder Judicial y en sus mujeres y hombres probos. Y entre todos debemos ganarle la batalla a los mercaderes de este templo.

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*www.informa-tico.com/php/expat.php?id=13-06 0501251&ed=54&fecha=13-06-05&foro=44.

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