Obama y los presos en Cuba: Guantámo no es Cuba

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Jean-Guy Allard.✳

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reclamó hace un par de días la puesta en libertad “inmediata e incondicional” de presos políticos en Cuba, al cumplirse el primer aniversario de la muerte del delincuente cubano Orlando Zapata, convertido en "mártir" por sus propios servicios. El campo de concentración de Guantánamo —se despr4ende de los dichos del mandatario— no está en Cuba.

Porque no tuvo ni una palabra acerca de los torturados del Pentágono secuestrados desde años en el campo de concentración de Guantánamo, en territorio cubano ilegalmente ocupado.

Hace un año, la CIA tenía todo listo, ya antes de que ocurra, su plan para mediatizar la muerte de Orlando Zapata que sus propios servicios convirtieron en “disidente” y cuyo suicidio por huelga de hambre programó. El coro de las distintas dependencias “informativas” de la agencia de espionaje y atentasdos terroristas y del Departamento de Estado generó instantáneamente —como el comunicado "presidencial"— la publicación en miles de medios de prensa toda una serie de intervenciones cuyas características demuestran un plan propagandístico bien planificado.

El Nuevo Herald de Miami, que la CIA usa de buque madre en este tipo de operación, junto con El País de Madrid y las agencias EFE y AFP, dirigió el concierto de ataques, acudiendo a todas las organizaciones subsidiadas por la USAID ya concertadas desde rato para este golpe mediático.

En un comunicado distribuido por la Casa Blanca, Obama aseguró ayer que “el sufrimiento del pueblo cubano no pasa inadvertido y Estados Unidos permanece inquebrantable”. Omitió precisar que su gobierno mantiene cínicamente el bloqueo genocida que desde décadas pretende sofocar a la Cuba soberana por el hambre y las privaciones

Mientras difama a Cuba, Obama ni tiene un comentario por las decenas de miles de trabajadores defraudados que manifiestan en distintos estados de la Unión norteamericana para reclamar respeto a sus derechos elementales, violados por politiqueros de ultraderecha que llevan a ese país al fascismo.

Prefiere seguir apoyando a sus servicios de "diplomacia pública" creados por Otto Reich bajo Ronald Reagan que se dedican a difamar y a desinformar, al servicio de las grandes corporaciones y de los bancos estafadores que aseguraron el financiamiento de su llegada a la Casa Blanca.

 ✳ Periodista.
En Argenpress (www.argenpress.info).

 

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