Panamá: inseguridad y despotismo

1.517

Miguel Antonio Bernal V.*

Surafrica ha entrado a los hogares panameños. No para traernos el mensaje de Soweto, las enseñanzas de Desmond Tutu o el ejemplo de Nelson Mandela, sino el poder de la imagen, lo cual ha quedado demostrado, una vez más, en lo que va del campeonato mundial de futbol. Mientras tanto, en nuestro espacio nacional, la inseguridad crece a la sombra de un presidencialismo despótico que busca ser la imagen del poder, del poder que reprime, no del poder que previene.

No la imagen del poder que concibe la seguridad ciudadana como una politica pública con referencia concreta a los derechos humanos, mediante el fortalecimiento de la participación ciudadana, de la democratización de las acciones de los órganos del Estado, sino del poder que impone la presión y la represión punitiva, erosiona las garantías fundamentales, el poder de actitudes intolerantes y con una continua estigmatización de integrantes y organizaciones de la sociedad civil.

Y, en adenda a todo lo anterior, la imposición arbitraria y pseudoconstitucional de la “ley carcelazo”, del “pele police” y, ahora, de la “ley chorizo” que busca criminalizar la pobreza, agendar la “limpieza social”, sin dejar de favorecer y patrocinar la destrucción del medio ambiente y atomizar derechos laborales contemplados por las normas constitucionales desde la Constitución de 1941.

Y mientras que la población aún no se repone de la indigestión con represión que contiene la “ley chorizo”, ahora se nos quiere hacer creer que con una ley que modificaría el rango de la pena aplicable a los menores de edad que hayan cometido crímenes violentos (elaborada a espaldas de la población por la denominada “Cruzada por la Paz ”), y con un “Decreto que crea el Programa Nacional para la Prevención de la Violencia y Delincuencia Juvenil”, los panameños vamos a poder vivir libres de las amenazas generadas por la violencia y el delito.

Es necesario tener muy presente que las decisiones que viene tomando el gobierno panameño en materia de seguridad, son totalmente contrarias a los estándares internacionales de derechos humanos y representan una amenaza directa contra nuestras garantías procesales y la protección judicial; contra el derecho a la privacidad y a la protección de la honra y la dignidad; contra el derecho a la libertad de expresión, la libertad de reunión y asociación y, también, contra el derecho a la participación en los asuntos de interés público.

Así lo recordó durante su reciente visita, el vicepresidente de la La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Paulo Sergio Pinheiro, al presentar en Panamá el informe Seguridad Ciudadana y Derechos Humanos el cual contribuye a demostrar lo imperioso que es modificar las políticas públicas sobre seguridad ciudadana, cambiando el foco de atención de la represión a la prevención de la criminalidad y la violencia, de lo contrario este Gobierno, con sus leyes represivas, solo nos traerá más inseguridad y despotismo.

* Activista por los derechos humanos.
En www.panamaprofundo.org


Addenda

Se denomina "ley chorizo" a la  reforma los códigos de Trabajo, Penal y Judicial, así como seis leyes entre las que están la de la Policía, la de Ambiente y de Contrataciones Públicas.
(Ver: aquí para mayor abundamiento).

También podría gustarte
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.