Panamá: que el festejo no termine en el Gólgota

1.223

Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

fotoAl caer el crepúsculo sobre el canal en panamá existía una certeza, una duda y una esperanza. La certeza: el gobierno de Moscoso fue inepto y corrupto; la duda: que Torrijos, hijo de Omar Torrijos -el líder que recuperó el Canal-, pueda hincarle el diente a la situación económica y social; la esperanza: que ojalá cumpla, al menos, parte de sus promesas de campaña.

Grosso modo los siguientes son los problemas que enfrenta la pequeña república biocéanica: a) desempleo y salarios devaluados; b) estancamiento de la producción y ausencia de mayores actividades generadoras de riqueza; c) déficit fiscal con gastos superfluos, suntuarios y reservados extremos; d) muy alto endeudamiento; e) pobreza; educación y salud pública en crisis.

A fines de 1999 Radio Nederland es su Informe sobre Panamá decía: «Las expectativas electorales de muchos sectores que hicieron sus preferencias por Mireya Moscoso, parecen derrumbarse tempranamente ante un gobierno que intenta ocultar su complicidad con la política neoliberal, descargando la culpa de «los grandes males» sobre el anterior gobierno. Pese a toda la celeridad con que el actual gobierno irrumpió, eliminando leyes, decretos y decisiones del régimen anterior, pregonando su compromiso «preferencial» con los pobres, no se han introducido cambios que alteren el modelo neoliberal dependiente». (www.rnw.nl/informarn/html/antpanamaconadehupa1.html).

fotoRelaciones internacionales dañadas

Moscoso dio un cachetazo brutal a los ‘buenos modales’ en materia de política internacional con el indulto a un grupo de terroristas cubano-estadounidenses condenados por el intento de magnicidio -la víctima propiciatoria era Fidel Castro- cuando una importante reunión internacional en Panamá. La caricatura de la ex primera mandataria -publicada por www.pacificar.com -este primero de setiembre- refleja cómo se la ve en muchos círculos centroamericanos.

Luis Posada Carriles, Gaspar Jiménez Escobedo, Pedro Remón y Guillermo Novo. Posada, jefe del grupo, eran a la sazón operativos de la CIA durante los últimos 30 años. Posada participó en la frustrada aventura de Bahía de Cochinos; luego tuvo un puesto importante en la policía secreta venezolana, que utilizó para organizar la voladura de un avión de Cubana de Aviación con 73 pasajeros a bordo. También se lo recuerda como represor de los movimientos guerrilleros en El Salvador y Guatemala y hombre de confianza de Oliver North en el Irán-contras affaire (canje de armas por drogas para la contra nicaragüense).

Jiménez es un viejo cómplice de Posada en varios intentos de asesinar a Fidel Castro y ultimó en México al técnico de pesca cubano Artagnan Díaz; Remón asesinó en Nueva York al diplomático isleño Félix García y Novo es uno de los que asesinó al ex canciller chileno Orlando Letelier y su secretaria Ronnie Moffit.

Tras el indulto otorgado a los terroristas cubano-estadounidenses por Mireya Moscoso -dizque por razones humanitarias- Cuba rompió relaciones con Panamá y Venezuela llamó a su embajador a consultas a Caracas; ninguno de los dos países asistió al cambio de mando esta mañana.

Con todo lo importante que es Panamá para el comercio del continente -y del mundo- ninguno de los países importantes de América de Sur estuvo representado por figuras políticas de primera línea -Argentina envió a su devaluado vicepresidente-; EEUU, en cambio, envió al secretario de Estado, Colin Powell.

Martín Torrijos calificó en su oportunidad como «lamentable» el indulto a los terroristas, señalando que «uno de los pilares sobre los cuales descansa la democracia es la separación de los poderes y el órgano judicial había admitido un fallo condenatorio contra los mencionados señores, que se encontraba en proceso de apelación (…) El gobierno se ha burlado de la independencia de los órganos del Estado al no permitir, siquiera, que en un caso tan delicado, la justicia se pronunciara de manera definitiva».

El nuevo presidente se ha comprometido a recomponer a la brevedad los lazos con Cuba y zanjar la distancia surgida con Venezuela. Estos dos países influyen poderosamente y tienen un peso específico tradicional e importante sobre América Central y la llamada cuenca del Caribe.

fotoLa deuda interna

Si la habilidad diplomática y la buena voluntad de las partes puede recomponer las relaciones internacionales y Torrijos logra dejar atrás el daño a las instituciones provocado por Mireya Moscoso y su equipo, la tarea de comenzar a pagar la deuda interna que mantiene por décadas el Estado panameño con los habitantes del país será más complejo y difícil.

El 37.7 por ciento de la población vive en la pobreza, el 18.5 por ciento en la extrema pobreza, un 16 por ciento de los menores de cinco años está desnutrido y el Seguro Social quebrado. En cuanto a la deuda externa, esta asciende a más de US$ 6.600 millones. (Ver: www.pieldeleopardo.com/modules.php?name=News&file=article&sid=328).

Es por eso que, mientras comenzaba la ceremonia del traspaso del mando presidencial, decenas de campesinos que viven en cuenca del Canal de Panamá protestaban contra la eventual construcción de embalses que inundarán sus tierras. Eran de la provincia de Coclé y querían plantearle al presidente electo, Martín Torrijos, que no se inunden los campos. (www.prensa.com/uhora/uhora_locales.shtml#4356).

La intelectual cubana Celia Hart, vinculada aPanamá por razones familiares, fue lapidaria: «Moscoso sólo le ha sido fiel a sus 400 millones de dólares, los cuales sin dudas le parecen poco, ha traicionado a un pueblo hermoso, con posibilidades reales de ser próspero y útil», en un artículo que repoduce www.rebelion.org.

También podría gustarte
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.