Pequeñas vergüenzas: no fue lapsus, es pura ignorancia

2.092

Lagos Nilsson.

El Presidente de la República de Chile dio estatus histórco a un personaje de ficción: Róbinson Crusoe. Y como no hay primera sin segunda, dio por muerto al poeta Nicanor Parra en un acto cultural: nada menos que para la celebración del Día del Libro. De inmediato, como ratas con temor a que les escondan el queso multitud de "comunicadores" en Chile se apresuraron a encontrar una explicación: se trató de un "lapsus presidencial" —esto es: un mero resbalón, un descuido.

En Chile para ser alcalde se debe acreditar determinados años de estudios regulares; y los ha habido alcaldes o alcaldesas que, una vez elegidos o elegidas, debieron correr a buscar una escuela amiga para lucir su certificado… Al presidente, en cambio, se lo exime de algo tan simple como —por ejemplo— informarse que por esos mismos días había aparecido la última obra del poeta: Parranda Larga, y no como autoedición, precisamente.

Orgulloso el empresario-presidente dijo en la feria instalada en la Plaza de Armas de la capital chilena:

"Podrán encontrar en esta feria lo mejor de nuestra literatura, lo mejor de nuestra creatividad, lo mejor de nuestro talento, partiendo por nuestros Premios Nobel, Pablo Neruda, Gabriela Mistral, siguiendo con nuestros premios Cervantes como es el caso de Gonzalo Rojas y mi amigo Jorge Edwards que está presente con nosotros".

Hiperkinético, que dicen que lo es, el presidente Piñera no vio la portada del libro de Parra; como quizá alguna vez hace tiempo oyó hablar de él, lo metio en el saco de los ausentes, dijo:

"También algunos que ya nos dejaron, como es el caso de Vicente Huidobro, Pablo de Rokha o un gran antipoeta, como es Nicanor Parra". Los presentes, educadamente, aplaudieron. Peor fue el incendio de Roma, claro, o la pregunta de María Antonieta acerca de por qué esos desharrapados parisinos no comían pasteles si les faltaba pan.

Otro ¿lapsus? se le "chisporroteó" en el Archipiélago Juan Fernández. De visita a la isla Róbinson Crusoe, el jefe del Estado rindió homenaje a un náufrago célebre: "En esta isla vivió durante cuatro largos años Róbinson Crusoe, cuya historia no solamente fascinó al mundo entero, sino que puso en el mapa del mundo a esta isla, en la cual viven 800 chilenas y chilenos".

¿Y Daniel Defoe? Bien, gracias.

Malas lenguas afirmaron de prisa que el presidente no hizo más que mostrar su falta de cultura literaria. Leer un libro, conocer a un escritor —dijeron— no es lo mismo que cantar boleros. Las canciones pop son del gusto de don Sebastián, como lo demostró más de una vez a lo largo de la campaña electoral, y en la tele.

Algunas buenas conciencias, habida consideración al entusiasmo de presidente por los emprendimientos, pensaraon que sus referencias literaturescas fueron "de adrede", para ayudar a la venta de Yo, Piñera, biografía del primer mandatario escrita por Ernesto Carmona que se presentó durante la feria —y que él, el primer mandatario, sin dudas tampoco leerá.

También podría gustarte
2 Comentarios
  1. ROLANDO GONZALEZ ALTAMIRANO dice

    Es cuestión de comenzar a recopilar las tonteras que suelen dejar caer estos derechistas. En el caso de Bush se han escrito libros con sus babosadas y majaderías, lo mismo Vicente Fox, el Presidente más ignorante que ha tenido México en su historia. Como la cultura es un asunto sumamente resbaladizo, casi como la casa del jabonero donde el que no cae resbala, tenemos que ponernos simplemente a mirar cuando Piñera tropiece con la cultura… empezó dando existencia vital a Robinson Crusoe, pues, no es ningún disfrute contar con un Presidente analfabeta literario

  2. carlos alfonso kalafate dice

    Sobre las erradas referencias literarias que hace Piñera (R.Crusoe, Nic Parra out), dice el maldadoso comentarista que el hombre es «hiperkinético». Debo agregar que sé –de muy buena fuente– que además es sumamente amarroto y tacaño, de esos que andan apagando las luces prendidas en habitaciones vacías de su mansión. Es posible, por tanto, que su ignorancia literaria se deba a que no lee libros, pq están muy caros. Podría corregir con una ley los recargos tributarios que pesan sobre el libro, y así beneficiarse comprando a mejor precio libros gruesos y con titulos en dorado, para poblar su biblioteca, que luce en las fotos repleta… de libros que seguramente nunca ha leído.
    Carlos Alfonso Kalafate,
    El Belloto.

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.